Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2010

¿SOMOS SUS AMIGOS?

Ya nos los llamaré mis siervos, dijo Jesús. Les llamaré mis amigos. Porque Jesús, más que siervos quiere amigos. Porque siervos hay muchos. Abundan por todas partes. Incluso hay quienes se autodenominan "grandes" siervos. "Siervos ungidos". Y muchos títulos más. El problema es que no hacemos lo que Él mandó. La iglesia ha perdido el rumbo a causa de la enseñanza liviana con que hoy se predica la Palabra del Señor. Y Él sigue buscando amigos. Amigos que hablen lo que Él ordena, no lo que la gente quiere oír. Si usted es sincero, notará que hoy lo que la gente quiere oír es cómo hacer dinero. Como alcanzar el éxito. Como vender más. Como acabar con la competencia. Jesús ordenó condenar el pecado pero  eso ya no se menciona en los púlpitos. Ahora se vale de todo: adulterios, fornicaciones, libertinaje sexual... divorcios. Estas cosas ya no se condenan como hicieron los primeros verdaderos amigos de Jesús. Pedro, Pablo, Judas (¡Uyyyy) ya no se leen en las iglesias porq

LA MAYORDOMÍA

Ser mayordomos no es cosa fácil. Primero debemos aceptar que el mayordomo no es dueño de nada. Todo es del patrón. Anoche fui a predicar a una actividad que organizaron los hermanos de la Iglesia de Cristo Visión de Fe de El Volcán de San Salvador. La actividad se hizo en la escuela que está dentro de una finca de café en las laderas del volcán. El pastor Lino me contó que la persona autorizada por los dueños para que se consiguiera ese local era el mayordomo de la finca. Esa persona tiene poder de decisión. Habló con la directora de la escuela quien se había negado en un principio a prestar el local. Pero, cuando el mayordomo habló con ella accedió inmediatamente a abrir las puertas... ¿Qué fue lo que influyó? La autoridad del mayordomo. Ella conoce perfectamente que ese papel es importante. Por muy directora que ella sea de la escuela, el mayordomo tiene toda la autoridad que los dueños le han dado. Así que no le quedó más remedio que obedecer. La actividad se desarroll

BETESDA... 38 años

Casa de Misericordia. Es el nombre del estanque. Estaba situado cerca del Templo de Jerusalén y todo judío sabía lo que había en ese lugar. Era un lugar apestoso a sudor y pobreza. No importaba la clase social, todos estaban allí esperando algo ansiosamente: un milagro. Se contaba que cada cierto tiempo, sin que nadie supiera la hora y el día, un ángel removía las aguas y el que primero bajara quedaría sano de la enfermedad que estuviera sufriendo. Es sábado. El día sagrado para los judíos. Nadie debe hacer nada. Está ordenado en la Ley de Moisés que es día de reposo nacional. Así que en la Casa de la Misericordia ningún judío llegará ese día a hacer algo por los necesitados. No solo están postrados, enfermos y necesitados de un toque, de un pan y de salud, sino también de misericordia... Pero no ese día. Hoy es sábado y no hay espacio para la misericordia. Hoy que aguanten hambre. Que aguanten soledad. Que aguanten el dolor de que no haya nadie que les dé vuelta y que sus

LA GRATITUD

El patriarca Job dijo: Desnudo vine y desnudo me voy. Hay tantos ejemplos en la vida misma que cuando nacemos no traemos nada. Aún el aliento de vida que recibimos y que nos hace vivir, ese aliento pertenece al Señor. De manera que cuando morimos, devolvemos el aliento. ¿No se ha dado usted cuenta que cuando un niño acaba de nacer aún no respira? Hasta que inhala aire en sus pulmones es cuando cobra vida. Pero cuando una persona muere, exhala el aire de sus pulmones. O sea que devolveremos todo lo que hemos recibido... Entonces... ¿A qué tanta petulancia con las cosas materiales? ¿Dueños de qué nos creemos? Todo pertenece al Señor. Todo. Y Él bondadosamente nos lo presta para que lo administremos. Somos mayordomos, no dueños. Pero, para comprender esto, hay que tener una buena dosis de humildad y por sobre todo, de agradecimiento. El Señor espera que mostremos gratitud por lo que inmerecidamente nos brinda. ¿Por qué hay tanta gente que no tiene lo que disfruta usted? ¿Se

PADRE NUESTRO... y nosotros

O también, tú, ¿por qué menosprecias a tu hermano? (Rom. 14:10)   Siguiendo con la oración modelo que Jesús nos dejó en la Escritura, me encontré con una experiencia personal hace poco que confirma mi teoría de lo que escribí el día de ayer sobre la separación entre los que creemos que son nuestros hermanos... Mis nietas me invitaron a su "graduación", o sea a la clausura de clases y a recibir sus medallas que ganaron en su colegio. El acto fue en la Iglesia que le da cobertura ministerial al colegio donde ellas estudian. Llegué, como acostumbro, temprano para que cuando ellas llegaran con sus papás me vieran ya presente. Luego de algunas formalidades todos entramos al recinto y noté que los pastores que son muy conocidos en el ámbito cristiano estaban en la tarima que servía de plataforma para el acto. Observé que, mientras íbamos llegando al acto ellos miraban hacia la puerta de ingreso, como viendo quiénes íbamos entrando y tomando nuestros lugares en las si

PADRE NUESTRO... y los griegos

El pensamiento griego que se introdujo en la iglesia primitiva a través de la conversión de los judíos helenizados afectó mucho los conceptos sobre la identidad cristiana. Jesús dejó un modelo de oración para Su Iglesia, para sus hijos, para los que iban a ser salvos por Su Sacrificio, pero las estructuras griegas fueron leudando el evangelio durante el tiempo que éste lleva en la tierra. Al morir los apóstoles del Cordero, la Iglesia quedó en manos de los hombres que heredaron la Escritura pero sufrió serios daños en su interpretación. Como decimos en Guatemala, cada uno llevó agua a su molino y empezaron a quedar fuera de la Iglesia de Cristo aquellos que no cumplían con ciertos requisitos impuestos por los jerarcas primitivos. La Iglesia se fragmentó. Se olvidaron de lo más elemental que es la unidad y se despedazó, como aquella mujer del A.T. en varios pedazos repartidos entre un montón de gentes. Hoy, la Iglesia no es nada parecida a lo que dejó Jesús en Hechos, ni m

VENGA TU REINO (Mat. 6:10)

Claro, una cosa es decirlo y otra muy distinta vivirlo. Todo porque la religión nos ha acostumbrado a hacer oraciones que ya se vuelven rutinarias. Y por ser rutinarias pierden sabor. Pierden el horizonte y nos hacen perder el camino. La orden de Jesús es que cuando oremos digamos... ¿Ya lo vio? No es una sugerencia, es una orden. Y las ordenes se cumplen, no se discuten. Pero hoy nuestras oraciones son huecas y sin hilación coherente. Necesitamos salir de allí para poder entender lo que Jesús nos dejó ordenado y empezar a ver las cosas del Cielo con los ojos con se miran allá arriba. Porque... Decirle al Padre que venga Su Reino estamos conscientes de decirle también que Su Reinado venga con Su Reino. Pero no lo hacemos así. Repetimos miles de veces el Padre Nuestro sin darnos cuenta que estamos dejando fuera de nuestras vidas el Reinado del Padre. Claro, queremos Su Reino entre nosotros... pero no su Reinado. Y una cosa no vale sin la otra. Es como pedirme que yo le lle

DE ODRE EN ODRE...

Uno de los nombres con que la Biblia identifica a Jacob es Jesurún. La verdad es que no sé que significado tiene este nombre en la lengua original. Pero me viene a la mente por la meditación de hoy de este artículo. En el pasaje donde la Escritura lo identifica con este nombre es cuando dice que Jacob mantuvo su aroma porque no permitió ser trasvasado de odre en odre. Cuando estudié esto, me encontré en que antiguamente, cuando los israelitas producían el vino, lo echaban en odres de cuero de ovejas. Pero, en el proceso, cuando el jugo de la uva empezaba a desprender los hollejos del fruto, éstos se iban al fondo del odre lo que obligaba al productor cambiarlo de odre. De lo contrario el jugo se pudría por la fermentación del hollejo. Y así, sucesivamente, cambiaban el líquido de odre en odre hasta que se convertía en un vino cristalino, puro, sin basura ni residuos que podrían dañar el vino... Nosotros no somos vino ni nada parecido. Tampoco somos uvas. Pero lo que sí ne

¿QUIEN TE GUÍA?

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios. Rom. 8:14   Mmmmmm, este verso nos saca de nuestros paradigmas cristianos. Mueve nuestra alfombra de la comodidad evangélica. Nos tambalea (si lo creemos), nuestras paredes de protección cristiana. Y, por supuesto, mueve nuestros conceptos teológicos. Por algo la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, entre otras cosas. Es perfecta. Sin errores. Inerrante. El problema somos nosotros y nuestra teología, por eso no aceptamos lo que dice aquí. Porque... decirle a un estudioso y excelente alumno del Instituto Teológico que si no es guiado por el Espíritu de Dios no es hijo de Dios... nos meteremos en un problema. Nos dirá que estamos mal interpretando las Escrituras. Que somos herejes. Que somos del diablo. Que eso no es así. Que así no le enseñaron. Que allí no dice eso. Que se trata de otra cosa. En fin, muchas excusas más. Y a cuales más ridículas con tal de mantener su es

LA IRA, LOS INSULTOS Y MÁS...

Un antiguo cuento relata la historia de un anciano maestro del arte de la guerra, capaz de derrotar a cualquier adversario pese a su edad. Un día fue retado por un guerrero con fama de invencible, mucho más joven y fuerte.  Su técnica consistía en provocar la ira del adversario y aprovechar sus errores. Nunca había perdido un combate.  El anciano maestro y el joven guerrero se reunieron en la plaza de la ciudad para batirse, y durante horas el joven guerrero escupió, burló, ofendió e insultó al anciano, a su familia y antepasados, pero el viejo maestro no se inmutó.  Al final, agotado y humillado, el joven guerrero se retiró y los discípulos preguntaron al maestro cómo había soportado tal indignidad cobardemente, sin sacar su espada aun a riesgo de ser vencido por el joven.  El maestro les dijo: "Si alguien te hace un regalo y tú no lo aceptas, ¿a quién pertenece ese regalo?".  A quien intenta entregarlo, respondió un discípulo.  Pues lo mismo vale para la rabia,

HÁGASE TU VOLUNTAD...Mateo 6:10

Pero... ¿cómo saber cual es su voluntad? La mayoría de nosotros tomamos decisiones bajo la responsabilidad del Señor. Todo se lo achacamos a Él. Es que Él me habló. Es que Él me dio un sueño. Es que Él me mandó a decir... ¿ya oíste? en el mensaje el Señor me dijo que... Un sin fin de excusas para escondernos en la sombrilla de Hágase tu Voluntad. Y, después, cuando estamos llorando por el fracaso, le echamos en cara su error. ¡Ah!, porque cuando todo sale mal es culpa del Señor. Nosotros hicimos lo correcto. Él se equivocó. Y le reclamamos a voz en cuello. Dejamos de orar porque estamos enojados. Dejamos de ir a la Iglesia porque nos dolió el fracaso. Dejamos de diezmar para castigarlo. ¿Me equivoco? Creo que no. ¿Cómo saber cual es su Voluntad para que yo la siga? Sencillo. Primero debo entender algunas cosillas. Pero requieren disciplina. Orden. Amor. Constancia. Yo siempre pongo un ejemplo de la constancia en la oración. Cuando alguien de mi congregación me llama por

SOLO CREE (Hechos 16:27)

Es asombroso, sin afán de criticar a nadie, como le ponemos tantas trabas a quienes quieren creer en Jesús. Parece que nosotros mismos, los cristianos, especialmente los pastores, estorbamos que otros entren en el Reino de Dios aquí en la tierra. Hemos levantado barreras teológicas que no permiten que los perdidos se salven. Hay un antagonismo entre lo que predicamos y lo que hacemos. Por un lado, campañas evangelísticas. Por el otro, cuando ya han aceptado a Jesús como su Salvador, empiezan las reglas que estorban... Que se quite el bigote. Que se baje las mangas de la camisa. Que el pantalón debe ser negro. Que use sombrero. Que se rasure la barba. Que no se ría porque la risa es del diablo. Que no se siente junto a una mujer en la iglesia. A la mujer, que no se maquille. Mientras más pálida mas santa. Que no se peine, el pelo debe estar talco... tal como amanece. Que no haga dietas, las dietas la llevarán al infierno. Mientras más gorda mejor. Que no respete al marido s

EL PERDÓN...

"Perdona nuestras deudas , así como nosotros personamos a quienes nos deben." Mateo 6:12 Esta palabrita la hemos reducido a los pecados pasados, presentes y futuros. Debo decirle algo: Me disgusta que se enseñe que, como Jesús vino a cumplir la Ley ya no tengo porqué vivir en santidad. Estoy en la Gracia y eso es todo. Ya no debo nada. Y esa enseñanza está llevando a muchos a vivir con un pie en la iglesia y el otro en el mundo. Simbiosis aberrante. Esta oración de Jesús va mucho más allá de solo pecados... Veamos: Solo existen dos términos críticos en cuanto a una deuda: quién y cuanto. Sin  esos dos términos, la deuda no significa nada. Así que hagamos las preguntas obvias. En la oración del Señor, ¿a quién debo y que es lo que debo? Como la oración está dirigida a Dios el Padre, la respuesta a la primera pregunta es obvia. Mi deuda es con Dios. Yo le pido que perdone algo que yo le debo. Pero la respuesta a la segunda pregunta requiere un poco más de pensam

DE TAL MANERA AMÓ DIOS...

Juan 3:16 es el verso más conocido del mundo. Aún los que no aceptan que Jesús es el Hijo de Dios y que vino a la tierra a redimirnos del pecado lo saben. Este texto lo llevan en cartulinas a los estadios, lo enseñan en la TV, lo ponen en letreros grandes en las paredes de las iglesias y un sin fin de formas más. Juan 3:16 es el estandarte de los cristianos. Pero también el menos comprendido. Esto, por supuesto, golpea a los teólogos de seminario. Porque la enseñanza es que Dios amó de tal manera que dio a su Hijo para que todo aquel que crea en Él no se pierda... y que se vaya al cielo y no al infierno. Pero le tengo otra traducción. Y es lo que los sabios enseñan: De tal manera amó Dios el orden que envió a su Hijo para que todo aquel que en Él crea, no se pierda en el desorden... Interesante, ¿verdad? Esto cambia radicalmente todo el panorama. Pero por favor, no se confunda. Déjeme terminar la idea. Cuando yo acepté a Jesús como mi Señor y Salvador, Él cumplió en mi vid

SI AMO, TENGO QUE DAR

A la mayoría de cristianos se nos ha enseñado el Amor de Dios. Pero ese Amor es de Él hacia nosotros. Cristo te ama. Dios te ama. De tal manera amó Dios... Esas frases son las que están por todos lados. En calcomanías pegadas a los carros. En llaveros. En letreros de las iglesias. Menos en los corazones de los cristianos. ¿Cómo es esto? El error que se ha cometido desde los púlpitos es que se enseña el Amor de Dios hacia nosotros, pero no se enseña el amor de nosotros hacia el prójimo. Y precisamente, ese amor es el segundo mandamiento que Jesús enseñó. Las congregaciones están llenas de cristianos secos. Secos de amor, de amistad, de compañerismo. Se ha creado una cultura de primero yo, después yo, y por último yo. Y eso ha alejado a la iglesia de Dios. Porque debe usted saber que por mucho que digamos que somos hijos de Dios, si no mostramos en nuestras acciones el amor hacia los demás nunca seremos semejantes a El. Sencillo: De tal manera amamos a los demás que damos...

... LIBERTAR A LOS OPRIMIDOS... Lc. 4:18

Es un axioma natural del ser humano: Buscar protección. Es todo lo que necesitamos. Alguien o algo que nos proteja. ¿Contra qué o contra quien? Contra cualquier cosa que amenace nuestra seguridad. Sean ladrones, violadores, delincuentes o desastres naturales. Por naturaleza mantenemos un terror contra todo lo que nos mueva de nuestra zona de confort. El desempleo. La pérdida de la paz y la salud. Por eso buscamos la protección incluso de cosas o fetiches aunque sean aborrecidas por Dios. No importa. Somos cristianos pero, en cuanto nos falla la fe para creer que el Señor es nuestro Protector, buscamos el cobijo de los ídolos. Uno de ellos, el más cruel, es el dinero. O Mamón. Nos esclavizamos a este espíritu con tal que no nos falte "por si acaso". Una vez más, por eso era necesario que viniera Jesús. Porque sin Su Ayuda seguiríamos siendo esclavos del temor y de los ídolos que nos ofrecían seguridad. Por algo Él vino a libertar a los oprimidos. Oprimidos por la

...PREGONAR LIBERTAD... Lc. 4:18

Cuando Dios confronta mi conducta con Su Santidad, lo hace llevándome al desierto. Él mismo dijo a través del profeta: Y la llevaré al desierto y allí le hablaré. El desierto es importante para mi crecimiento. Es importante para conocer mis verdaderos motivos. Es donde me habla de mis intimidades. De esas cosas feas que debo cambiar porque, primero, a Él no le gustan. Segundo, me hacen daño. Me aprisionan. Esas cosas que mi corazón esconde, que pueden ser vicios, ídolos, amores escondidos y muchas cosas más de las que solo usted y yo sabemos, nos mantienen prisioneros y nos hacen doblar las rodillas cada vez que se les antoja doblegarnos. Y, aunque parece que somos fuertes, la verdad de todo es que sin Su Ayuda no somos nada fuertes. Por eso nos vencen. Y nos mantienen encerrados en las cárcel del rechazo, del pecado y nos separan de Su Presencia. Porque, aunque no nos guste, somos prisioneros de nosotros mismos. No hablo de los presos que están en Mariona o en las de máx

LO MISMO DE SIEMPRE...

¿Por qué nuestro crecimiento personal es tan pobre? ¿Por qué las tradiciones nos ganan la partida una y otra vez? ¿Por qué el pecado es tan difícil de erradicar de nuestras vidas? ¿Por qué no logramos cambiar nuestros caracteres que tanto dañan nuestra relación? ¿Por qué... por qué? ¡Hay tantos por qués...! y tan pocas respuestas. Bueno, la verdad es que respuestas hay muchas, pero no nos gustan. Es más sabroso que nos digan que la culpa la tienen los otros y no nosotros mismos. Como los judíos del primer siglo, queremos un Chivo Expiatorio que pague las culpas por nosotros. Como ellos, es preferible que alguien muera en nuestro lugar, antes de tener que morir nosotros mismos. Todos son culpables, menos nosotros... Que si mi papá no me quiso. Que si mi mamá me pegaba mucho. Que si no me dieron estudios. Que si no hubo suficiente provisión en mi niñez. Que si el gobierno no me da la oportunidad...Que si el pastor predica muy duro. Y no queremos aceptar la verdad. Y, al

ÉS ES EL REY... NO ESTAMOS SOLOS

Porque tuyo es el reino y el poder y la gloria para siempre jamás. Amén. . Mateo 6:13  La vida es una lucha, ¿no crees? Las cosas no siempre salen como deben. La tragedia y las pruebas son parte de nuestra existencia cotidiana. A pesar de las oraciones por el pan, la guía, el rescate, siempre suceden cosas malas. Quizás Dios en verdad no esté al control de las cosas. Quizas Dios no nos ve sufrir. Si alguna vez has dudado de la soberanía de Dios, esta parte de la oración es para ti. Él tiene el control aún. No podemos apreciar el final de la oración de Jesús a menos que comprendamos el impacto de su contraste. La maldad está presente en éste mundo. Es concomitante con la tentación.  A pesar de todo lo que vemos, Dios está en pleno control.  Satanás no es victorioso. El Acusador no puede arrebatar el mundo de las manos de Dios. No importan las contorsiones que provoque en nuestras vidas, el no prevalecerá. Dios es Rey. Su Reino se evidencia donde reina y gobierna  y, a fin de cuentas,

LA HIERBA Y LA FLOR

Toda carne es hierba , y todo su esplendor es como flor del campo .  Isaias 40:6 No sé porqué el hombre se afana tanto en buscar las cosas materiales si no le durarán para siempre. Dejan a la familia por una lado, a los hijos bajo el cuidado del colegio, a la esposa tomando café con alguien más mientras él se afana fabricando su sueño americano. Después, cuando llega la vejez, se queda sin nada. Sin nada más que dinero. Pero el dinero ya no le habla como le hablarían sus hijos. Como le platicaría su esposa. Como le platicaría un amigo. Se queda frente a su televisor... solo viendo y escuchando. Triste realidad. Es el mito de buscar el bienestar familiar. Cuando éste llega ya no está la familia. Por eso la Escritura nos advierte que mientras podamos, debemos interactuar con las personas. Todo es ficción. Ficción y realidad. ¿De qué sirven las cosas materiales si no hay con quien compartirlas? ¿De qué sirven las riquezas si no hay con quien sentarse a comer? ¿De qué sirven las puesta

CRITERIOS PERSONALES

¡Me cae tannnn mal...! ¡Es que no lo soporto! ¡Sólo de verlo me da no-sé-qué! Son solo algunas de las expresiones que salen de nuestros labios cuando nos encontramos con personas non gratas para nosotros. Nuestra balanza preferencial siempre está inclinada en contra de aquellas personas que, como el plato de la balanza... nos caen como piedras. Y es precisamente lo que no le agrada a Dios. Aunque sí a muchos de nosotros. Y no le agrada a Dios porque no somos justos. Para ver las imperfecciones de otros somos buenos. Y malos para juzgar. Por eso, juzgar al prójimo es uno de los siete pecados capitales. Ya lo dijo Jesús: No juzguéis para que no seáis juzgados. Pero seguimos de necios. Es un hábito adquirido desde la niñez y difícil de erradicar del corazón. Está tan enraizado que aún mucho tiempo después de haber aceptado a Jesús como nuestro Señor seguimos cayendo en esa trampa. Y todo se debe a que tenemos nuestras propias agendas. No sé usted, pero yo he tenido que apre

¿QUIÉN TE ENSEÑA?

Esto es algo que hoy se ha perdido entre los ministros de Dios. Si algo es difícil, es que un pastor se siente cuaderno en mano, a escuchar un maestro. Creemos que porque ya predicamos en una congregación ya no hay nada más que aprender. Con cinco años de seminario ya conoceos todo lo que la Escritura tiene que decirnos. Y nos llamamos maestros... ¿de qué? Por eso hay tanto fracaso ministerial. Pastores que se secan, se convierten en fuentes sin agua. Cisternas vacías. Ya no aprenden. Ya no estudian. ¿Su cobertura? les pregunto a veces. ¡Cristo! me responden... Pero esta respuesta no está en consonancia con las Escrituras. Cuando Jesús estaba enseñando en una oportunidad, unos escribas y fariseos hicieron una pregunta que sustenta mi tesis: ¿De donde saca éste lo que enseña? Porque debe usted, mi querido pastor cualquiera que sea su ministerio, que para la mente hebrea, nadie puede enseñar si no tiene el respaldo de otro que le enseñe. No que le enseñó. No que cursó materias. No que

DIOS ESPERA Y ESPERA...

Es asombroso el Amor del Padre... E incomprensible. Si fuera por nosotros, muchos de nuestros hermanos estarían ya bien calientitos en el infierno. Por malcriados. Pero gracias al Señor, Él no piensa como nosotros. Y nos da otra y otra oportunidad. No importa hasta dónde lleguemos. Al fin y al cabo, los que nos ensuciamos somos nosotros. Él lo que hace es esperarnos. Con la Luz de su Paciencia encendida para hacernos saber que está allí. Sentado en Su Trono, esperando vernos en el horizonte de la vida... ¿No fue eso lo que vivió el hijo pródigo? Aunque ese titulito ya está cayendo algo mal. Los judíos dicen: Los dos hijos malos. Porque los dos fueron ingratos. Tanto el grande como el chiquito. Pero el que más se nota en la historia es el chiquito. Quizá por ser eso, chiquito... Necesitaba crecer un poco más en medio del chiquero para darse cuenta  que el Padre le seguía amando y esperando... como muchos de nosotros. Necesitamos crecer un poco más para darnos cuenta de su Inconmensura

LOS DESAFÍOS... ¿QUIEN GANARÁ?

Se acercan los momentos en que mucha gente hace propósitos para muchas cosas. Unos dicen que el próximo año empezarán a hacer ejercicios. Otros que rebajarán de peso. Algunos van a desafiarse para dejar de fumar. Otros a dejar aquella relación adúltera que han mantenido oculta por mucho tiempo... En fin, todos o casi todos empezarán el año proponiéndose cambios. ¿Cuántos lo lograrán? Los desafíos son buenos. Nos ayudan a lograr cambios en nuestra vida. Los desafíos nos impulsan a buscar nuevas rutas para nuestro crecimiento. Yo he experimentado varios desafíos que, gracias al Señor, he logrado terminar con el año. Por eso le puedo hablar de estas cosas. Se puede. Pero tomando en serio lo que usted mismo se ha desafiado a lograr. Claro, habrán tropiezos. Una fiesta en la que le obligarán a comer el pastel que precisamente está evitando. La cena de negocios en el lugar donde se ha propuesto no entrar a comer. Una reunión donde estará la persona a la que ha evitado por mucho

ANTROPOMORFISMO... ¿SE ARREPIENTE DIOS?

Jonás comenzó a recorrer la ciudad camino de un día, y proclamaba, diciendo: Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada. Y los habitantes de Nínive creyeron en Dios, y proclamaron ayuno y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos. Cuando llegó la noticia al rey de Nínive, se levantó de su trono, se despojó de su manto, se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza. E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por decreto del rey y de sus grandes, diciendo: Ni hombre ni bestia, ni buey ni oveja prueben cosa alguna; no pasten ni beban agua, sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios con fuerza, y vuélvase cada uno de su mal camino y de la violencia que hay en sus manos. ¡Quién sabe! Quizá Dios se vuelva, se arrepienta y aparte el ardor de su ira, y no perezcamos . Y vio Dios sus acciones, que se habían apartado de su mal camino; entonces se arrepintió Dios del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.  La metafísica y la Alta Crític

LEONES RUGIENTES Y LOBOS NOCTURNOS

Sus príncipes en medio de ella son leones rugientes... (Sofonías 3:3) ¡Aquí mando yo! Es la palabra que se escucha en muchos de nosotros. Ya sea en el trabajo, la iglesia, el  hogar o el parqueo. El poder es un mal que todos deseamos. Unos lo logran a base de escalar posiciones en sus empresas. Otros, como se dice en Guatemala, "a la pura quien vive". Y habemos otros que lo hacemos amedrentando a los demás. Un marero, por ejemplo, obtiene poder asustando y metiendo miedo a sus conciudadanos. Un pastor amenazando con enviar al infierno a los rebeldes. Un padre utilizando su edad y tamaño para asustar a su esposa y sus hijos. Un hijo lo obtiene amenazando a su mamá con irse de casa... Todos anhelan el poder. El poder vigoriza. Nos hace grandes. Grandes cobardes. Grandes enanos. Porque la verdadera grandeza se obtiene siendo humildes. Pero los que desean y detentan el poder no lo saben. Creen que ser grande es tener poder para decidir qué hacer con los demás. Ot