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Mostrando entradas de abril, 2024

¿CAMBIO CLIMÁTICO O CONSECUENCIA DEL PECADO?

Génesis 1:24  “Entonces dijo Dios:.. Y vio Dios que era bueno” Me gustan los perros.  Especialmente los de la raza Pastor Alemán. Son inteligentes, fieles, hermosos en sus dos tonos, dorado y manto negro. Son buenos amigos y compañeros. Fáciles de educar y muy obedientes a la voz del amo. Pero tienen en su ADN un punto flaco: Cuando ya rondan los diez o doce años aproximadamente, sus huesos del cuarto trasero se empiezan a atrofiar. La artritis los afecta dolorosamente y les impide caminar con la soltura y elegancia de antes. Empiezan a sufrir los efectos de la edad y duele (por lo menos a mi), verlos arrastrando sus patas traseras porque ya no pueden caminar del dolor. Eso los aísla. Los vuelve malhumorados, dejan de comer y empieza su camino al final de su vida. Su lenguaje, a través de sus ojos es claro. Pareciera que nos hablan pidiendo clemencia y que les ayudemos con la eutanasia animal para que duerman tranquilos porque ya no soportan el dolor. Gimen, como diciendo: “por t

SEGUIMOS CON LOS NIÑOS (parte 2)

Mateo 18:1-5  “En aquel momento se acercaron los discípulos a Jesús, diciendo: ¿Quién es, entonces, el mayor en el reino de los cielos?   Y Él, llamando a un niño, lo puso en medio de ellos,   y dijo: En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.   Así pues, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos.   Y el que reciba a un niño como este en mi nombre, a mí me recibe” Estamos equivocados, muy equivocados. Como cristianos, no hemos sabido ver la diferencia entre lo que el mundo ve y lo que ve Jesús.  Ciertamente, nuestros criterios no coinciden con los de Jesús.  ¿A quién de nosotros se le ocurre hoy pensar que los hombres y mujeres más importantes son aquellos que viven al servicio de los demás? Para nosotros, importante es el hombre de prestigio, seguro de sí mismo, que ha alcanzado el éxito en algún campo de la vida, que ha logrado sobresalir sobre los demás y ser aplaudido por las

¿DE QUÉ DISCUTIMOS?

Marcos 9:33  “Y llegaron a Capernaúm; y estando ya en la casa, les preguntaba: ¿Qué discutíais por el camino?” Voy a caer mal, lo sé.  Y lo sé porque a nadie le gusta saber la verdad. Incluyéndome a mi. No siempre me gusta que me digan que mi mensaje no le gustó a alguna persona, por eso cuando llego a dar alguno a su congregación, no llega. Porque sencillamente no le gusta lo que predico. Y mi ego se lastima. Porque, como cualquier pastor, pienso que debo ser monedita de oro para caerle bien a todos. Cosa imposible. Pero así es la vida. Resulta que hay entre nosotros los pastores algunos grupos que se reúnen a comer juntos. O a tomarse un café en grupo. Claro, eso no es pecado de ninguna manera. Es un buen pretexto para reunirse en el mismo sentir y compartir un buen rato en compañía de hombres que profesan la misma fe.  El problema es que ¿de qué discuten mientras comen? Allí está el meollo del asunto. Normalmente -y eso lo sé porque he tenido la mala fortuna de estar en alguno