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Mostrando entradas de enero, 2016

REVELACION

Imaginemos esto: El señor que barre las aceras de su colonia. Recoge la basura acumulada en sus calles. Va haciendo su trabajo silbando alegre, disfrutando lo que hace no porque sea bonito sino porque le permite colaborar con la limpieza de su colonia... Su ropa es andrajosa. Utiliza un uniforme desteñido por el tiempo, una gorra que trata de cubrirle la cabeza para no sufrir insolación, un pañuelo protector en su cuello para no sufrir de quemaduras del sol, la piel de su rostro curtida por los rayos solares, zapatos rotos y se nota que sus calcetines han sido usados por mucho tiempo... Las uñas de sus manos se notan llenas de tierra por el constante contacto con la misma. Sus manos callosas de tanto arrastrar su escoba y sus dedos endurecidos por la constancia de halar su carreta en donde echa la basura que va recogiendo a cada pasaje... ¿Qué opina de un hombre así? Creo que nadie ha pensado en regalarle un vaso de agua. Nadie piensa en suavizarle un poco la sed. Es más, es uno

OLORES

El hombre ha aterrizado en una playa... Está chorreando agua por todos lados. Huele a aliento de ballena. De sus ropas destilan unas babas que huelen a jugos gástricos y una ligas verdosas cuelgan de su piel... Su barba está echa un manojo de algas que atrapó en su viaje en el interior de un gran pez... Todo él es un espectáculo nada agradable a la vista... Empieza a caminar sobre la arena buscando la ciudad para anunciar lo que debió anunciar sin necesidad de haber pasado por la fea experiencia de haber sido transportado por un monstruo marino y vomitado, así como suena, vomitado en la playa de Nìnive... Ya sabe de quien le estoy hablando. Acertó. De Jonas. El viajero indómito, el hombre que no le gustaban ciertas gentes. El mensajero de Dios que no quiso ir a donde le dijeron que fuera, pero terminó precisamente donde le enviaron... Aún chorreando babas de ballena... No importa como llego, lo importante es que llegó... Y entregó el mensaje que Dios le había dado para ese pueblo.

PILATO

Hay preguntas que no pueden quedarse sin respuesta... Por supuesto, y los padres lo saben, hay preguntas que hacen los niños que no se pueden responder hasta que ellos mismos descubren las respuestas... ¿Cómo nací, mami? Hay niños que hacen preguntas difíciles de responder... Y lo mejor, en estos casos es cambiar de tema... Aunque en el aire queda flotando la pregunta que un día tendrá que ser respondida... Las mujeres son especiales para hacer preguntas: ¿Me amas? es lo que le preguntan al hombre. Y, ¿cómo responder a esa pregunta sin que sea solo un simple "si"? O ¿qué tal esta otra pregunta: ¿Qué sientes por mi...? ¿Cómo hace un hombre para definir lo que siente por su esposa sin que suene a cliché que se ha repetido miles de veces? Es decir, ellas no son niñas pero como si lo fueran. Nos hacen preguntas que son difíciles de responder según lo que ellas esperan escuchar...Y solo nos queda la opción de mover los hombros y quedarnos callados... El silencio es mejor que

ANUNCIO

El padre está cansado, desvelado, agotado por la larga jornada que les ha tocado andar para dar cumplimiento a la orden del Emperador: Todos debían ir a su lugar de nacimiento a empadronarse... No sabían que tenían que ir no para obedecer a un monarca terrenal sino a un profeta que siglos antes había dicho que un Niño iba a nacer en Belén..."Hijo nos es dado..." Si hay alguien cabeceando, es el padre. No puede recordar la última vez que estuvo sentado. Y ahora que ha pasado un poco la emoción, ahora que Maria y el bebé están cómodos, se recuesta contra el muro del establo y siente sus párpados cada vez más pesados.  Todavía no ha entendido todos los detalles. El misterio todavía lo desconcierta.  Pero no tiene la energía para lidiar con preguntas.  Lo importante es que el bebe está bien y que su esposa está segura...Con el sueño llega también el recuerdo del nombre que el ángel le indicó: Jesus. "Lo llamaràn Jesus..." El establo apesta como cualquier otro. Es pe

INDIFERENCIA

La gente está desayunando temprano. Hay mucho qué hacer ese nuevo día. Todos están comiendo un poco rápido porque la posada está llena de gente y hay que atender a los huéspedes. La mesa está rebosando de pan caliente y café recién hecho. Huevos y legumbres adornan la mesa. Los comensales están platicando entre sí de lo que el Emperador Augusto ha hecho por la aldea para aumentar sus finanzas al haber ordenado el censo... Todos están felices... Solo una voz perdida entre el murmullo de las pláticas parece preguntar algo: ¿Qué pasaría con la familia que tocó anoche la puerta pidiendo una habitación? ¿Encontrarían hospedaje en alguna posada? La mujer que venía sentada sobre el burro parecía a punto de dar a luz... ¿Qué hicieron al fin? La pregunta quedó en el aire. Quizá alguien más tocó el tema pero eso fue todo. No discutieron sobre eso. Nadie se ofreció a ir a buscar a la pareja angustiada de la noche anterior.  Al fin  al cabo muchos más fueron rechazados por no haber espacio. Sin

BASURA

No me vaya a malinterpretar por lo que va a leer... Vivimos en un mundo lleno de basura. Desde Génesis hasta el día de hoy y hasta que Cristo vuelva por sus hijos, estaremos viviendo en medio de la basura. Basura moral. Vicios. Divorcios. Hijos bastardos. Abandonados por los padres. Tirados a la basura como bolsas llenas de sobras para que las ratas los devoren... Basura en los hogares cristianos en donde el padre habla palabras blasfemas porque cree que allí Dios no lo escucha. Madres que maldicen a sus hijos cuando le piden pan y ella no tiene nada que darles... Basura sexual en las oficinas en donde el jefe se aprovecha de su empleada necesitada de un cheque mensual para llevar el pan a la mesa de sus padres sin trabajo... El diablo fue experto en engañar a Adán y Eva. Les prometió una cosa y les dio otra. El Señor les había dado un huerto lleno de alimentos, buenas cosas para que vivieran en limpieza. Para que vivieran de acuerdo a su linaje y abolengo. Que como sus hijos, vivi

¿QUE VIERON...?

Los hombres de Emaùs tenían un problema: No tenían visión. Ellos, como nosotros, esperaban un reino terrenal. Ellos no vieron más allá del tiempo y la distancia. Ellos solo vieron como enterraron a Jesus en la tumba de José de Arimatea y punto. Se acabó su sueño de libertad. Caput... Por eso van camino a su aldea a refugiarse  y lamentarse por el tiempo perdido esperando que sus esperanzas se cumplieran. Esperanzas de libertad política. Libertad social. Libertad de nación. No entendieron que lo que Jesus ofreció fue libertad del alma, libertad del pecado, libertad para aprender a decir "no" cuando los deseos querían decir "sí". Eso no lo comprendieron. Y ahora, después del suceso de la Cruz, van cabizbajos, pensando en su fracaso, pensando en que su Maestro está muerto y con él muertas también sus esperanzas... Como nosotros. Vivimos muchas veces lamentándonos de haber aceptado un Pacto con Jesus y cuando las respuestas que nos llegan no llenan nuestras expectat

PALABRAS

Dios siempre uso las palabras para hacer su obra. Si usted lee Génesis verá que todo lo hizo por la Palabra. No uso las manos. No uso a los ángeles. No uso instrumento material. Solo Palabras. "Sea..." "Hágase..." hasta que llegó al hombre... Hasta entonces dijo: "Hagamos..." Y es que la Palabra de Dios es eterna  y verdadera. Le cuento que yo confío absolutamente en Su Palabra. Nunca falla. Lo que dice lo cumple. Èl no miente. Es totalmente veraz. Y eso precisamente es lo que me da descanso. Todos me pueden fallar menos Dios. Su Palabra es fiel. Digna de toda confianza... En mis oraciones privadas le digo algo que parece insolente pero Èl comprende mi posición de hombre de tierra y débil y alguien que se aferra a sus promesas: "Tù dijiste, Señor..." Y cuando suelto mi lengua y expreso esas palabras siento una liberación dentro de mí que me hace quedar confiado en que Èl recordará que es cierto, lo dijo y entonces, lógicamente, lo hará. Claro

HEBRON

Llenarnos el estómago  es una cosa diaria. Comida, comida y más comida... Llenarnos el corazón es algo muy diferente. Palabra, palabra y más palabra...de Dios... ¿De qué tiene usted lleno su corazón? ¿De temores? ¿Miedos? ¿Enfermedades, pesares, rencores, odios y amarguras? De eso será llena su vida... Caleb no permitió que su corazón se llenara de duda cuando fueron a investigar la Tierra Prometida cuando Moisés les envió a espiarla. Èl iba con la certeza de apropiarse de lo que pisaran sus pies. Iba con la certeza de que lo que viera iba a quedar grabado en su mente y en su corazón. Caleb llenò su mente con fe y asumió un reto del tamaño de su Dios. Hebron sería suya a toda costa. Cada paso que daba se repetía una y otra vez: "Esta tierra es mía". No dijo "será". No. Lo habló en presente. "Es" Y es que cuando Moisés los envió a los doce espías, Caleb vio algo que lo inquietó. La ciudad de Hebron ocupa un lugar especial en la historia de los hebre

GIGANTES

Todo el mundo tiene problemas... Pero no todo el mundo ve los problemas de la misma manera. Hay quienes se dejan vencer por ellos. Otros los vencen. Algunos terminan amargados, odiando y enfermándose. Otros sienten que han salido ganando. Algunos enfrentan sus retos con miedo. Otros con fe. Tendremos gigantes por todos lados... En la esquina de la parada del bus. Dentro del bus. En la acera frente a la casa. En las cercanías del parqueo de los carros. En todos lados veremos gigantes. Son inevitables. Vivimos en una tierra de gigantes. Pero no de gigantes de fe sino de gigantes tenebrosos. Destructivos. Malignos. De los que quieren arrebatarnos nuestro territorio... Este es el caso de Caleb... Su historia se destaca porque su fe se destaca. Cuarenticinco años antes, cuando Moisés envió a los doce espías las a Canaan, Caleb era uno de ellos. Èl y Josué creyeron que la tierra podía ser conquistada. Otros diez no estuvieron de acuerdo. Todos, menos aquellos dos, terminaron en e

ESPERAR

Nuestro problema no es tanto que Dios no nos dé lo que esperamos, sino que no sabemos qué es lo que debemos esperar... En la Biblia hay, entre muchas, una historia apasionante. Me apasiona por el sentimiento de tristeza, sinceridad y franqueza de dos discípulos... No hay nada más intrigante que ver a dos hombres con los ojos fijos en el suelo. Van silenciosos y pensando dentro de sí de las cosas que ellos esperaban y no se dieron. Van cabizbajos y cada uno imbuido en sus propios pensamientos. Tristeza, coraje, enojo, confusión, dudas, agonía... Es cuando la fe cabalga en la montura de la duda. Es cuando la fe se empieza a hundir y la desesperación comienza a llenar el horizonte. Es la esposa que encuentra un número de teléfono en el celular de su esposo y que pertenece al nombre de una mujer que ella no conoce. Duda. Incertidumbre. Es cuando la hija adolescente ha estado jugando al sexo con el novio y su periodo se está atrasando. Ya lleva cinco días y no baja... Agonía. Es cuando

PROMESAS

Se cuenta la historia de un padre que fue sorprendido por un tremendo terremoto que destruyó su ciudad. El sismo mató a miles de personas. Todos fueron arrebatados por el pánico que un terremoto destructivo puede producir en el ánimo de las personas... Después que el terremoto mortal hubo terminado, el padre corrió a la escuela a salvar a su pequeño hijo. Cuando llegó, el edificio estaba por los suelos. Todo estaba bajo escombros... Pero este padre le había dicho siempre a su hijo: "No importan las circunstancias. No importa lo que suceda. No importa lo que hagas. Siempre estaré ahí donde tù estès..." Cumpliendo su promesa, empezó a remover escombros para buscar a su hijo. Pasaron horas. Primero doce horas. Luego veinticuatro, después treintiseis... Localizò el lugar en donde había estado el aula de su pequeño y siguió quitando enormes trozos de cemento y columnas... Le dijeron que ya no había esperanza.  Trataron de persuadirlo para que abandonara la búsqueda. Otros padr

CAMISAS

Dios es tan buen Padre que cuando nos creó, creò todo lo que íbamos a necesitar... No solo creó la tierra y lo que la rodea, sino también creó el cielo para nosotros... Como un buen Padre, Dios hace lo que cualquier padre haría: Proveernos un lugar mejor para descansar.  Un lugar que Èl ha preparado para nosotros.  El cielo no es algo que se produce en masa, se hace a la medida. Y las cosas a la medida no estorban, no dañan, no se  arruinan tan rápido, no quedan mal. Se hacen a la medida... Como mis camisas... Encontré un lugar que andaba buscando desde hace unos años. Un lugar en donde hacen camisas a la media. Siempre ha sido mi gusto vestir ropa hecha para mí. Disculpe si le parezco petulante, pero no me gusta mucho eso de ponerme ropa que se hace a granel. Soy de esos hombres raros que son selectivos a la hora de mis gustos personales... Por eso escribo sobre el cielo. El cielo es para personas selectivas. Para las que han sabido elegir entre el infierno y el cielo. Yo he escog

CIELO

La infelicidad terrenal cultiva el hambre del cielo.  Al producir en nosotros una profunda insatisfacción, Dios capta nuestra atención. Suspiramos por nuestra verdadera tierra. La esperanza a veces se esfuma por el tráfago diario que la vida nos hace enfrentar y es entonces cuando nos despertamos a la verdadera fe en que Dios nos está esperando allí, en nuestro verdadero hogar...El mundo nos dice que todo está bien, que no hay pena, que no hay por qué preocuparse, pero nosotros sabemos que no es así. Nada está bien mientras no estemos en los Brazos del Padre amoroso que nos envió a su hijo para salvarnos precisamente de este mundo... No somos felices aquí porque este no es nuestro hogar. No somos felices aquí porquero se supone que no seamos felices en este lugar. Somos "extranjeros  peregrinos en este mundo" (1 Pedro 2:11)... Tome un pez y pongalo sobre la arena. Observe como sus branquias se convulsionan y se le secan las escamas. ¿Esta feliz? No. ¿Como se puede lograr

ESPERANZA

"...Busqué la respuesta del por qué el examen de mis pulmones estaban correctos. Habían dicho que el cáncer se había convertido en metástasis pero ahora el cuadro clínico había cambiado radicalmente. El médico, sin saber explicar cómo y cuando había sucedido, me enseño los resultados: Cero cáncer... Quise encontrar en vano una explicación tangible. Quería encontrar tendencias que explicaran como había sucedido para poder enseñar a otros... Nunca las encontré. Simplemente que que Dios había hecho algo en mi cuerpo y lo había sanado... Todo lo que tenìa era a Dios y la oración..." Fueron las palabras que me expreso un hermano de una congregación a donde fui a predicar este mes. De la vida a la muerte. En un abrir y cerrar de ojos. Después de preparar a su familia para un funeral ellos se prepararon para una fiesta de fin de año. Todo porque ellos no tuvieron nada más que a Dios y sus oraciones... Quizás lo único que usted tiene es a Dios y la oración. Como Josué, como Moisé