Entradas

SEGUIMOS CON LOS NIÑOS (parte 2)

Mateo 18:1-5  “En aquel momento se acercaron los discípulos a Jesús, diciendo: ¿Quién es, entonces, el mayor en el reino de los cielos?   Y Él, llamando a un niño, lo puso en medio de ellos,   y dijo: En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.   Así pues, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos.   Y el que reciba a un niño como este en mi nombre, a mí me recibe” Estamos equivocados, muy equivocados. Como cristianos, no hemos sabido ver la diferencia entre lo que el mundo ve y lo que ve Jesús.  Ciertamente, nuestros criterios no coinciden con los de Jesús.  ¿A quién de nosotros se le ocurre hoy pensar que los hombres y mujeres más importantes son aquellos que viven al servicio de los demás? Para nosotros, importante es el hombre de prestigio, seguro de sí mismo, que ha alcanzado el éxito en algún campo de la vida, que ha logrado sobresalir sobre los demás y ser aplaudido por las

¿DE QUÉ DISCUTIMOS?

Marcos 9:33  “Y llegaron a Capernaúm; y estando ya en la casa, les preguntaba: ¿Qué discutíais por el camino?” Voy a caer mal, lo sé.  Y lo sé porque a nadie le gusta saber la verdad. Incluyéndome a mi. No siempre me gusta que me digan que mi mensaje no le gustó a alguna persona, por eso cuando llego a dar alguno a su congregación, no llega. Porque sencillamente no le gusta lo que predico. Y mi ego se lastima. Porque, como cualquier pastor, pienso que debo ser monedita de oro para caerle bien a todos. Cosa imposible. Pero así es la vida. Resulta que hay entre nosotros los pastores algunos grupos que se reúnen a comer juntos. O a tomarse un café en grupo. Claro, eso no es pecado de ninguna manera. Es un buen pretexto para reunirse en el mismo sentir y compartir un buen rato en compañía de hombres que profesan la misma fe.  El problema es que ¿de qué discuten mientras comen? Allí está el meollo del asunto. Normalmente -y eso lo sé porque he tenido la mala fortuna de estar en alguno

NO NOS EQUIVOQUEMOS

  Marcos 6:7 “Entonces llamó* a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos…” Una de las cosas que los pastores ignoramos no se si a propósito o porque nadie nos lo ha enseñado, es que cuando Jesús nos envía a pregonar su Palabra y a cuidar su rebaño, debemos tener en cuenta varios aspectos.  Uno de ellos es nuestra forma de vida. No se trata de ser esenio y apartado de todo. Tampoco se trata de ir mal combinado en la ropa. Tampoco mantener un semblante serio que en vez de dar un buen mensaje da miedo. Mi profesor me enseñó que la belleza del individuo es el equilibrio. En este pasaje en donde Marcos nos habla de la misión a la que Jesús envía a sus discípulos les dice que no lleven muchas cosas en su viaje. Que vayan con lo necesario. No más equipajes inútiles.  Pero lo que me llama la atención de estas instrucciones que, por extensión son para nosotros hoy en día, es que Jesús les dice algo que muchos de nosotros hemos olvid

LO SENCILLO Y LO GRANDE

Imagen
  Marcos 4:26-27 “Decía también: El reino de Dios es como un hombre que echa semilla en la tierra, y se acuesta y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece; cómo, él no lo sabe” Esta pequeña parábola sobre el Reino de Dios enseñada por Jesús a sus alumnos es una bofetada a la sociedad actual en donde todos quieren saber cómo suceden las cosas. Hoy más que nunca hay tanta información sobre todos los tópicos que casi nada se escapa al escrutinio de los que buscan una explicación a todo lo que existe. Como los griegos de la antigüedad, andamos en busca de explicaciones sobre la creación. Ellos inventaron los conceptos de los cinco elementos cuando quisieron explicar el misterio de la creación. Allí está el cosmos, el sol, las flores, la vida misma… pero ¿quien y como fue creado todo eso? ¿Sería el fuego? ¿el agua? ¿el viento? ¿la tierra? ¿el éter? Pero nadie preguntó si de “casualidad” hubiera sido el Logos. Juan lo enseñó. No señores, no se quiebren la cabeza. Basta