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Mostrando entradas de septiembre, 2021

POBRES EN ESPÍRITU

  Mateo 5:3  “Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos” ¿Tres veces dichosos los pobres? Ah… entonces hay que ser pobres para ser dichosos.  Eso era lo que enseñaban en aquella iglesia en donde me convertí al Señor hace ya unos cuarenticinco años. Nuestro pastor nos decía que el oro, la plata y el dinero eran del Diablo.  Y nosotros le creímos. Así que cuando alguien llegaba -como yo, recién convertido- con una cadena de oro al cuello, los diáconos se nos quedaban viendo como que llevábamos una serpiente enrollada.  Paso seguido nos la pedían para echarla al infierno.  Nunca supe si en realidad lo hacían o se quedaban con ella. Ahora que tengo otra perspectiva sobre el Evangelio de Cristo me doy cuenta que me engañaron.  Como aquella historia de Juan.  ¿La conocen?  El pobre Juan se convierte a Cristo en una aldea de su ciudad y le dicen que es pecado reírse, porque la risa es del Diablo, que es pecado comer bastante, así que hay que ayun

¿COMO LES QUEDÓ EL OJO?

La Biblia no se anda con rodeos a la hora de honrar a las mujeres.  Sí, a mujeres que en su tiempo (y en el de hoy), han sido ultrajadas, insultadas, rebajadas y humilladas por muchos hombres, incluyendo pastores que predican santidad, consagración y salvación.   Es lamentable que Ministerios que se dicen ser de Jesucristo, tengan a las mujeres como objetos de decoración, de servicio y de sexo.  Fábricas para tener hijos, pues.  Pero la Escritura da un duro golpe al machismo farisaico que aún veo en muchas congregaciones por pastores que hacen gala de títulos académicos y que solo son decorativos en sus paredes de sus oficinas.  Es por eso que me impacta Mateo cuando empieza su Evangelio de una forma magistral honrando a tres mujeres que no tienen nada (a nuestro parecer hipócrita), qué aportarle al linaje Real del Hijo de Dios. "Judá engendró, de Tamar…  ¿Quien fue Tamar? Nada más ni nada menos que la propia nuera de Judá que se disfrazó de ramera con tal de lograr un

UN ADELANTO

  Efesios 1:13-14 “…fuisteis sellados en El con el Espíritu Santo de la promesa, que nos es dado como garantía de nuestra herencia, con miras a la redención de la posesión adquirida de Dios , para alabanza de su gloria” Un anticipo es una muestra o una prueba anticipada. La Biblia lo llama "las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria"  Significa experimentar un sabor del todo antes de tener el todo. Nuestra herencia es Cristo mismo; y el Espíritu Santo nos lleva a su presencia como un anticipo de ser recibidos como su esposa, disfrutando del amor eterno y la comunión con él. Pablo describe que los hijos de Dios hemos sido “sellados con el Espíritu Santo” (Efesios 1:13). Esto habla de un pueblo especialmente marcado por una obra del Espíritu. El Espíritu Santo ha producido en ellos una marca distintiva, una obra interior gloriosa, algo sobrenatural que los ha cambiado para siempre. Ya no son ordinarios. Ya no son

LA CASA PRIMERO

Lucas 8:39 “Vuelve a tu casa…” La historia es harto conocida. Un hombre de pronto empieza a sentir cosas raras dentro de sí. Su familia no sabe como enfrentar esas cosas raras.  Su esposa nota que de pronto tiene arrebatos de violencia verbal, física y emocional. Nunca había visto a su esposo actuar de esa manera. Sus hijos también empiezan a notar sus lagunas mentales.  Su conducta ha cambiado radicalmente.  Ha dejado de bañarse, rasurarse y abandona todos los buenos hábitos que siempre había tenido. A la hora de comer se ha vuelto sucio, descuidado y parece que su razón se está perdiendo poco a poco.  No duerme en paz. Dice que escucha voces dentro de su mente que le empujan a hacer cosas que antes no pensaba hacer.  Su familia sufre el shock de ver a su amado esposo y padre declinar constantemente en su conducta. Ha abandonado el trabajo. Las deudas se acumulan y la esposa tiene que salir a trabajar para sostener el hogar y proveer lo poco que pueda porque su marido ya no ti

DOS MUJERES

  2 Reyes 5:2  “Y habían salido los arameos en bandas y habían tomado cautiva a una muchacha muy joven de la tierra de Israel, y ella estaba al servicio de la mujer de Naamán” Daniel 5:10-11  “La reina, al enterarse de las palabras del rey y de sus nobles, entró en la sala del banquete y tomando la palabra, dijo… Hay un hombre en tu reino en quien está el espíritu de los dioses santos…” ¡Ah… las mujeres! Son tan lindas, tan especiales, tan hermosas y sorprendentemente insoportables cuando se les mete una idea en la cabeza que si el hombre no les hace caso, ellas verán como la llevan a término, aunque eso le cueste más de un disgusto a su esposo. Las mujeres son lo más parecido a Dios. Son tiernas, amables, amorosas aunque también son vengativas como la que más.  No tratemos de engañarla porque no lo soportan. La mujer todo lo cree, todo lo espera y todo lo aceptan, menos la mentira.  Ocúltele un secreto y ya tiene para que peligrosamente le saque los ojos hasta que le confies

DOS ORACIONES, DOS TIEMPOS

Daniel 9:21-22 “…todavía estaba yo hablando en oración, cuando Gabriel, el hombre a quien había visto en la visión al principio, se me acercó, estando yo muy cansado, como a la hora de la ofrenda de la tarde. Me instruyó, habló conmigo y dijo: Daniel, he salido ahora para darte sabiduría y entendimiento” Daniel 10:12-13 “Entonces me dijo: No temas, Daniel, porque desde el primer día en que te propusiste en tu corazón entender y humillarte delante de tu Dios, fueron oídas tus palabras, y a causa de tus palabras he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso por veintiún días, pero he aquí, Miguel, uno de los primeros príncipes, vino en mi ayuda, ya que yo había sido dejado allí con los reyes de Persia” Tenemos dos tiempos. No se trata del Eclesiastés, sino de los tiempos del Señor para responder.  A veces nosotros los cristianos queremos respuestas rápidas, sin tomar en cuenta ciertos factores que interfieren en nuestras oraciones y sus respuestas. Sabemos que el Señor

ADULAM

1 Sam. 22:1  1 Samuel 22:1-2  “David se fue de allí y se refugió en la cueva de Adulam. Cuando sus hermanos y toda la casa de su padre lo supieron, descendieron a él allá.  Todo el que estaba en apuros, todo el que estaba endeudado y todo el que estaba descontento se unió a él, y él vino a ser jefe sobre ellos. Y había con él unos cuatrocientos hombres” Cansado, agotado, con la fe por los suelos.  Todo su mundo estaba hecho añicos. Sus esperanzas de una vida tranquila como la que tenía allá en Belén se habían esfumado. Solo y sin amigos, este matador de gigantes ahora se siente el ser más vulnerable de la tierra.  No tiene fuerzas ya para seguir luchando. Necesita aislarse para encontrarle sentido a su vida. Necesita un descanso de todas sus vicisitudes con que la vida le ha sorprendido. La visita de Samuel hacía unos años le ha causado, sin saberlo, que tenga que pasar por momentos críticos al haberlo ungido como el escogido por Dios. No sabe aún para qué le ungió Samuel. Solo

CENTINELA

Ezequiel 33:7 “Y a ti, hijo de hombre, te he puesto por centinela…” En este pasaje de la Escritura hay una tremenda responsabilidad para nosotros los pastores. No es para los evangelistas ni para los predicadores itinerantes sino solo para los pastores.  Lamentablemente, una pobre interpretación de la Palabra de Dios ha provocado que muchos pastores no sean los centinelas de su congregación. Ezequiel ha escrito: Yo -dice Jehová-, te he puesto por centinela del pueblo. Si el centinela ve venir al enemigo, toca la trompeta para avisar y nadie hace caso, todos los que mueran por la espada, su sangre caerá sobre ellos porque fueron avisados y no hicieron caso. Y tú salvarás tu vida.  Pero si tú, el centinela ves venir al enemigo y no tocas la trompeta, todos los que mueran por no haber sido avisados serán salvos, pero tú, por no haber tocado la trompeta serás responsable de su sangre de ellos  y perderás tu vida. Bien.  ¿Cuantos pastores no tocan la trompeta a los padres de familia

DOS REYES, UNA DIFERENCIA

1 Sam. 9:2 “Y tenía un hijo que se llamaba Saúl, favorecido y hermoso” 1 Sam. 16:1  “Llena tu cuerno de aceite y ve; te enviaré a Isaí, el de Belén, porque de entre sus hijos he escogido un rey para mí” Bueno, tenemos que aprender de esta historia. Hay un adagio que me enseñaron desde pequeño: O aprendes de tu propia historia, o aprendes de la historia. En muchas ocasiones tuve que aprender haciendo mi propia historia. Ahora que soy adulto, trato, solo trato de aprender de la historia de los demás. Por eso evito involucrarme en relacionarme con mujeres porque me conozco.  Conozco mi historia a ese respecto y de los golpes emocionales que sufrí y que provoqué.  Prefiero entonces caminar como sobre vidrios para no cortarme con algún pedazo que se me atraviese en el alma. Dos reyes. Ambos ungidos por el mismo profeta Samuel. Ambos puestos por Dios para que gobernaran el pueblo de Israel. Ambos ungidos por el mismo aceite y por la misma redoma.  Uno tuvo miedo de la gente. En d

¡¡ INCREÍBLE !!

Lucas 8:37 “Entonces toda la gente de la región alrededor de los gadarenos le pidió a Jesús que se alejara de ellos…” Si, es increíble como pueden haber personas que no quieren ser sanos. Por ejemplo. Prefieren las grandes comilonas a pesar de todo lo que saben con respecto al colesterol alto, a los triglicéridos que provocan enfermedades del corazón. Pero no toman precauciones a la hora de escoger qué comen.   Personas que prefieren un litro de Coca Cola antes de tomar agua pura sabiendo el riesgo que tienen de dañar sus riñones que recibe esa cantidad de colorantes y que tiene que blanquear el líquido quedando taponados sufriendo daños irreversibles. Hay personas así.  Gentes que se emborrachan sabiendo que su hígado sufrirá algún día de cirrosis y que eso les provocará la muerte por daños renales. Pero no se les puede evitar el sufrimiento.  Porque es algo que ellos escogieron desde siempre. Fumadores empedernidos.  Iracundos al grado de hacerle daño a sus seres queridos. Pa

CUARENTICINCO CENTÍMETROS

  Mateo 6:21 “…porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón” Hay sucesos en la vida que nos producen cierto grado de negatividad. O sea que aunque estemos viviendo una realidad que no nos agrada o que no esperábamos, hay un espacio en nuestro interior que se llama “estado de negatividad”.  Por ejemplo, es el primer paso cuando se muere un  ser querido. Un padre, una madre o un hijo. Hay algo en nuestro interior que se niega a aceptarlo. Es por eso que muchos no lloran. No lloran no porque no hayan amado a su difunto sino porque se niegan a creer que está muerto.  Mientras vean el cuerpo en el ataúd esperan que suceda un milagro para que despierte, porque para su mente y sus emociones, seguramente solo está dormido. Sin embargo, cuando llegan al cementerio y empiezan a echar tierra sobre el ataúd, allí se desarman porque entienden que ya no hay vuelta a atrás.  Que con esa tierra se están enterrando también sus esperanzas de que pueda vivir y regresar a casa.  ¿Q