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Mostrando entradas de julio, 2019

¿TANTO "NO"?

Deuteronomio 5:17 “No matarás. No cometerás adulterio. No hurtarás. No dirás falso testimonio…” (Y la lista sigue) Con mucho dolor tuve que escuchar a un viejo amigo de mi congregación que después de estar con nosotros varios años desde nuestra fundación como Iglesia Visiòn de Fe, y cuando ya tenía dos hijos, me dijo de pronto: “pastor, el Señor me habló y me voy de la congregación a otra”.  Cuando le pregunté por qué se iba con su familia, su respuesta me dejó un poco frío: “porque aquí todo es no”.  ¿Qué había pasado en el corazón de este hermano tan apreciado? Como pastores, a veces las ovejas nos dejan con más preguntas que respuestas. Es difícil discernir sus comportamientos. Mientras permaneció soltero fue un líder admirable. Trabajador, dócil, obediente y (supuestamente) muy espiritual. Pero al contraer matrimonio y tener ya dos hijos todo cambió. De pronto resulta que Dios le habla y le dice que abandone la congregación a la que perteneció por tanto tiempo. ¿La raz

¿COMO CRIARLOS?

Jueces 13:12 “¿cómo debe ser la manera de vivir del niño, y qué debemos hacer con él?” Soy fruto de la generación Baby boom. Crecí estudiando lo que verdaderamente se estudiaba: Las capitales del mundo. Los ríos del mundo. Los lagos del mundo. Los volcanes. La sintaxis y la prosodia. Los verbos y los sustantivos.  Pero también crecí escuchando a Chubby Checker, el rey del Twist. Disfrute escuchando a Elvis Presley y su rock de la càrcel. A Brenda Lee, A the Left Bank y muchos otros. Todos ellos dejaron una huella imborrable en mi interior. Hoy, a mis setenta y dos años aun recuerdo cuando en la radio suena una canción de los sesentas me disparo hacia aquellos años juveniles en los que todavía no existían los celulares, el Facebook ni el twiter y mucho menos el chat. Todo era personal. Los juegos con los amigos de la cuadra eran el yo yo, el trompo y el capirucho.  Muy pocas veces escuchábamos una mala palabra. Las mamás de mis amigos y la mía siempre salían a la puer

HIJO DE REY

Jueces 8:18 “Como tú, así eran ellos; cada uno parecía hijo de rey” Es un reto muy grande para los lìderes de hoy en que el mundo se ha infiltrado a nuestras congregaciones. ¿En que momento permitimos que eso sucediera? Cuando examinamos la conducta, la vida y la forma de conducirse de los antiguos pastores y lìderes de la Iglesia vemos hombres dignos, que caminaban conforme su llamado y su ministerio. Realmente parecían “hijos de rey”.  Hablo de los que estamos  guiando a la nueva generación de jóvenes que necesitan un modelo a seguir. Y ese modelo debe ser su líder. Sin embargo, con mucha pena debemos reconocer que no estamos mostrando la imagen del siervo como lo pide el mandato de Tito en  2:7: “muéstrate en todo como ejemplo de buenas obras, con pureza de doctrina, con dignidad” Con dignidad. Esa es la clave. Con dignidad. Con linaje. Con abolengo pues. Vestimentas flojas. Camisetas fuera del pantalón. Leyendas absurdas que no tienen nada que ver con la Palabra.

RAQUEL Y LOS ÌDOLOS

                                                  Gènesis 31:34 “Pero tomó Raquel los ídolos y los puso en una albarda de un camello, y se sentó sobre ellos; No nos quejemos, padres, cuando nuestros hijos adoren lo que nosotros adoramos. Y escribo para padres e hijos que se dicen cristianos. Incluyendo lìderes y hombres y mujeres de Biblia. Hombres y mujeres que predican y que en sus púlpitos exhiben una santa apariencia. No es lo mismo decir que adoramos al Unico y Verdadero Dios en público pero en privado adoramos otras cosas. Porque es fácil hablar de las cosas espirituales, hasta los demonios lo hacen, pero lo difícil es vivir en la intimidad lo que decimos en público. Y nuestros hijos no se dejan engañar. Porque ellos aprenden de lo que ven en los hogares, no lo que solamente escuchan en la Iglesia. ¿Acaso no dijo Jesus: Nada hace el hijo sino lo que ve hacer al padre? Esa es una de las razones del por qué hay tantos problemas con hijos de pastores y lìderes de

LAS EXIGENCIAS DE UNA ESPOSA

Gènesis 30:2 “Dame un hijo o me muero” El ser humano casi nunca está satisfecho con lo que tiene. Siempre quiere más. Hay una tendencia a ver lo que tiene el otro para querer lo mismo aunque no le sirva para mucho o para nada. Una membresía a un club exclusivo. Un rancho en la playa. Una noche de hotel en un lujoso centro deportivo. Carro nuevo. Trajes de tantos dólares y corbatas de seda de ultima generación. O que decir de la última tarjeta de crédito negra que le abrirá puertas que nunca cruzará.  Son las cosas que atrapan el alma insatisfecha. El problema es que para lograrlo hay que endeudar el alma, cuerpo y corazón. No importa el costo. Yo lo quiero y qué. Ademas es mi “pisto” y puedo tener lo que quiera. Craso error, lectores, craso error.  Eso fue lo que sucedió con nuestro amigo Jacob. El hijo de Isaac y Rebeca. Siempre había crecido en un hogar en donde vio todo eso en su madre. Indudablemente era el pan de cada dìa ver como Rebeca lograba sus “cositas” qu