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Mostrando entradas de febrero, 2024

DEJEMELOS TRANQUILOS

Marcos 3:3  “Y dijo* al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte aquí en medio” Todo es cuestión de perspectiva.  Y de formatos. De programas. Nada debe salirse del “orden” establecido por nuestros razonamientos teológicos. Lo que para nosotros es desorden, para el Espíritu Santo es orden. ¿Quien tiene la razón en estos casos?  Eso me dijeron en una congregación de cierto barrio de este hermoso país a donde fui invitado para dar un mensaje de sanidad.  El pastor supo que había varios enfermos entre sus ovejas y me pidió que llevara un mensaje de consolación. Pero solo eso. Por favor, pastor Berges, no me vaya a desordenar el culto, me dijo. Déjemelos tranquilos (a las personas). No me los vaya hacer llorar.  Después, durante la comida de las consabidas pupusas, le pregunté por qué para él no era permitido llamar a la gente herida, enferma y llenas de tristeza al frente del Altar para ser ministrados con la Palabra de consuelo que el Señor quería darle al pueblo y que regr

NO ES DE LOS NUESTROS

Marcos 9:38  “Juan le dijo: Maestro, vimos a uno echando fuera demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no nos seguía” Vaya si somos ingratos. Somos egoístas por naturaleza. Nos creemos el Non Plus Ultra. Y, lo peor, confesamos que amamos a Jesus y a nuestro prójimo como a nosotros mismos, sin embargo, a la hora de la hora, nada de eso es cierto. Le cerramos el paso a aquellos que tienen un diferente llamado que el nuestro, solo porque no se congregan con nosotros.  Dios nos ha dado talentos a cada grupo de acuerdo a nuestras capacidades. Si todos fuéramos profetas qué aburrido, si todos fuéramos maestros qué aburrido también. Es por eso que Dios, en su sabiduría nos ha dado a cada uno una porción de las tablas de la Ley que moisés rompió allá en el desierto. No todos tenemos las tablas completas. Todos tenemos una porción, y muy importante, de lo que Dios nos ha encargado.  A él le rendiremos cuentas. Eso fue lo que Juan y sus amigos pensaron de aquel anónimo que

EL PROBLEMA DE JUAN

Mateo 11:2-3  “Y al oír Juan en la cárcel de las obras de Cristo, mandó por medio de sus discípulos a decirle: ¿Eres tú el que ha de venir, o esperaremos a otro?” ¿Por qué Juan no comprendió la misión de Jesús, cuando, estando en la cárcel a punto de ser decapitado, envía a sus discípulos a hacerle esa pregunta a Jesús?  ¿Qué causó que este gran hombre entrara en dudas con respecto a su profecía de lo que haría el “varón” que vendría detrás de él y del que no era digno de desatar la correa de su calzado?  ¿Qué tormentas de dudas se cernieron en su mente? Él había dicho que el “varón” que vendría detrás de él, vendría con un hacha para cortar todo árbol que no diera fruto. Que llevaría en su mano un bieldo para sacudir a Jerusalem y apartar el trigo de la cizaña. Que haría que todos los enemigos que oprimían al pueblo y les quitaban su pan y su vestido serían calcinados con el fuego de su justicia. Había dicho que ese tal Herodes junto con su prohibida mujer iban a ser enviados al f

DESVISTIENDO A JESÚS

Mateo 27:28  “Y desnudándole, le pusieron encima un manto escarlata…” El colmo de la maldad. De la ingratitud. El epítome del orgullo humano. La ignorancia crasa del hombre autosuficiente.  Dele autoridad a un ignorante y será señor incluso del que lo nombra.  Pablo lo advirtió: No pongan en eminencia a un neófito.  Los soldados romanos que llevaron a Jesús al pretorio para que fuera latigado se ensañaron de tal manera que hicieron lo impensable: Lo escupieron en el rostro. ¿Era necesario tal bajeza?  Le pegaron en la cabeza con una caña. ¿Había que golpear a un hombre atado de manos, sin tener ningún atisbo de defenderse?  ¿Era necesaria tanta maldad, tanto encono, tanto desprecio por la vida de aquel Hombre? Luego, lo más doloroso: Las palabras de desprecio y humillación. Esta caterva de servidores del infierno se ensañaron tanto con el Hijo de Dios que no les bastó los golpes físicos. Ahora había que golpear el alma. Verso 29: “¡Salve, Rey de los judíos!” Sabemos que los golpe

COMPRENDIENDO A JESUS

  Marcos 2:18  “Los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando; y vinieron* y le dijeron*: ¿Por qué ayunan los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos, pero tus discípulos no ayunan?” Hay que ser muy ignorante de las Escrituras para cuestionar a Jesus con respecto a sus enseñanzas.  La religión institucional nos ha hecho tanto daño que no aceptamos que el vino nuevo sea echado en odres nuevos.  Seguimos siendo los mismos odres viejos que no permitimos que el Señor nos revele cosas que ojo no vio ni oído oyó.  Y es que a los líderes evangélicos no nos gusta que nos muevan nuestra alfombra de comodidad religiosa. No hay cambios ni en nuestro modo de pensar mucho menos en nuestras conductas. De ninguna manera reflejamos la Imagen del que nos creó para su Gloria. Continuamos reflejando la imagen de nuestros maestros de teología o nuestros mentores.  Nada ni nadie nos mueve de allí. Ni siquiera nos permitimos escuchar algo que pueda venir de Dios. Es mejor ignorar qu

¿NUEVA ENSEÑANZA...?

  Marcos 1:27  “¿Qué es esto? ¡Una enseñanza nueva con autoridad!” Si Jesus hubiera venido a cualquiera de nuestras congregaciones el día de hoy, también hubiera sorprendido no solo al pastor pero también a todas las personas que se congregan entre nosotros. Es más, creo que no se le volvería a invitar a predicar.  Especialmente si pertenecemos a congregaciones serias, en donde todo es pulcritud y orden. En donde no se permiten ciertas manifestaciones que no están en nuestros códigos teológicos. Todo porque no nos gusta lo nuevo. No queremos el vino nuevo porque somos y seguiremos siendo odres viejos. Bien lo dijo nuestro Maestro. El episodio que narra Marcos en este capítulo es sorprendente y sobrecogedor.  Todo ocurre en la sinagoga, el lugar donde se enseña oficialmente la ley, tal como es interpretada por los maestros autorizados.  Sucede en sábado, el día en que los judíos observantes se reúnen para escuchar el comentario de sus dirigentes.  En este marco, comienza Jesus a