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Mostrando entradas de mayo, 2012

LA IGLESIA... VEALA DE ESTA FORMA...

Difícil entenderla, ¿verdad? Pero si me permite hacer una comparación conocida de todos, quizá usted pueda comprenderla. Y entonces ya no andará buscando la iglesia perfecta. Porque usted descubrirá que no existe. Y se convertirá usted en una columna tal como Dios quiere y no una nube sin agua que anda de un lado para otro... He aquí la idea: La iglesia se parece a una familia que sale de paseo un día de vacaciones. Cargan el carro con todo lo necesario para el viaje y, después de orar, se ponen en camino. Al principio la emoción se yergue y los ánimos son buenos... Pero setenta  u ochenta kilómetros empiezan a cansar... Pedrito ocupa mucho espacio, Elena no comparte su almohada, el papá se niega a parar en medio del camino y mamá tiene que hacer algo que solo ella puede hacer... Lo pies huelen  y la tensión aumenta. El pastel se cayó en la alfombra. La soda se derramó en el asiento y los trastos que van atrás con la comida están empezando a hacer ruido como que algo se está ca

LAS MALAS RACHAS...

Estas pasando una mala racha. Estas en quiebra. Buscas algunas monedas en tus bolsillos y no encuentras nada... Buscas a tus amigos para que te hagan un pequeño préstamo y nadie responde el celular. Buscas a tu familia y todos están ocupados. Nadie te atiende. Estas solo. Estas sola. Te llegó una mala racha. Es como un tzunami que te cayó encima sin previo aviso. No sonaron las sirenas de advertencia.  Cuando sentiste te quedaste pasmado de sorpresa. La mesa está vacía. La refri está más blanca que de costumbre. Tu esposa no tiene deseos ni de peinarse. Tus hijos están sorprendidos... ¿Y tú? Tú no sabes que hacer. Llamas a algún hermano de la congregación y te da el único consejo que sabe darte: Ore, hermano, ore. Ore hermana, ore... ¿Orar? Piensas. Si lo que tú necesitas es algo de dinero para tener sustento en tu casa por lo menos para el día de hoy. No crees que la oración te ayude en algo... Sin embargo, permíteme decirte un par de cosas con respecto a la oración: 1.-

ABUSADOS...

Eras pequeñito. O pequeñita. Inocente. Creías que todos los que se acercaban a tí era con buenas intenciones. No había razón para desconfiar. Creías en todo y en todos. Te dejabas abrazar y besar. Había inocencia en tu corazón. Te abandonabas en los brazos de todos... Hasta que sucedió... Alguien abusó de ti. Rompieron tu pureza. Te hicieron cosas que no sabías qué eran pero en el fondo de tu ser sabías que algo no estaba bien. Lo que te estaban haciendo estaba marcando tu vida para siempre. Te volviste huraña o huraño. Empezaste a desconfiar de todo y de todos. Cualquiera que se acercara significaba un abusador en potencia. Empezaste a rechazar los abrazos, los besos y hasta los saludos. Algo cambió en tu interior... Tu corazón se cerró a lo que todos le llaman Amor. Para tí la palabra Amor significa abuso, toques prohibidos, traición, dolor, verguenza y otras cosas mas de lo que es mejor no hablar... Tu dolor es real. Ningun consuelo ni tarjeta de felicitación va a resolver

PROMESAS ROTAS...

Su jefe le prometió un ascenso en el trabajo. Llegó otra persona y se lo quitó. Usted quedó devastada. Su esposo prometió fidelidad en el Altar. Llegó otra mujer y usted quedó amargada. Su hija que tanto ama y tanto le ha costado quedó embarazada de a saber quién... Usted quedó sumida en la tristeza y la cólera. Usted está dolido. Se olvidaron de usted. Otro se llevó el puesto. Otra se llevó a su esposo. Otro se llevó el corazón de su hija. Su corazón es un caldero hirviendo. Hirviendo de ira, cólera y enojo. Hay dos preguntas en su mente: ¿Apago el fuego o lo avivo? ¿Le doy vuelta a la página o ajusto cuentas? ¿Lo dejo pasar o me lo guardo? ¿Dejo que mis heridas sanen o permito que se convierta en odio? Esta es una buena definición de resentimiento: resentimiento es cuando deja que sus heridas se conviertan en odio. Resentimiento es cuando usted permite que lo que se lo come por dentro se lo coma del todo. Resentimiento es cuando usted le echa leña, alimenta y aviva el fuego,

LOS TEMORES

¿Quien no los ha tenido? ¿Quien no ha sido acosado por esas alimañas que se meten en nuestros corazones y nos hacen temblar? Hasta Jesús tuvo temor. Dice la Escritura que "ofreció oraciones y súplicas con fuerte clamor y lágrimas al que podía salvarlo de la muerte" (Heb. 5:7) Oró tan fuerte y lo más alto que pudo que quedó registrado en su Historia... Además le pidió a sus amigos que oraran por El... Y esa es la clave para quitarnos de encima esos escarabajos tan molestos que son los temores. Temor al rechazo. Temor financiero. Temor al desempleo Temor al divorcio. Temor al adulterio. Temores profesionales... Temores afectivos... A menos que usted no tenga un lugar donde congregarse, usted tiene que vivir solo con sus temores. Pero si tiene el privilegio de tener compañeros a su alrededor, amigos en quien confiar, gentes que le puedan echar una mano... verbalice sus temores, háblelos, descúbralos y haga que se los lleve la corriente... Los temores son algo no

¿ESCUCHA DIOS LAS ORACIONES?

Normalmente, cuando estamos en aprietos y lanzamos una oracion al Cielo en busca de auxilio... la mayoría de las veces no recibimos respuesta. El cielo se queda callado. Y vienen dos dardos a nuestra mente: Dios no puede hacerlo, tengo que hacerlo yo. Dios no va a hacerlo, tengo que hacerlo yo... ¿Puede Dios hacer cualquier cosa? ¡Claro que puede! Por algo El es Dios. Ya lo dijo Daniel: "Hace lo que le parece mejor tanto en el cielo como entre los habitantes de la tierra. Nadie puede oponerse a su poder" (4:35 nbd) Dios es tan Poderoso que es más poderoso que cualquier gobernante. Es más Rey que cualquier rey. Es tan Noble y Majestuosos como el más noble y majestuoso de los hombres. Resucita muertos. Da vista a los ciegos. Sana a las mujeres con flujo de sangre. Consuela a los pobres. Alimenta a miles. Platica con mujeres en los pozos de agua. Perdona adúlteras... ¿Qué más pruebas queremos de Su Poder? Ahora sí. ¿Hará Dios cualquier cosa cuando se la pidamos que l

EL DESIERTO...

¡Ahhh, los desiertos! No son nada agradables. Son secos. Áridos. Inmensos. Soledad por aquí, soledad por allá. Aislamiento continuo. Preguntas sin respuestas. Miradas perdidas. Horizonte sin esperanzas... Jesús estuvo en un desierto por cuarenta días y cuarenta noches. Estuvo dandose duro con Satanás. Taco a taco. Satanás lo tentó para que no fuera a la cruz. Jesús soportó esa tentación... Satanás le atacó el estómago. "No solo de pan vive el hombre, Satanás..." Satanás le atacó el orgullo. "No tentarás a tu Dios, Satanás..." Esos son los desiertos que nos llegan a nuestra vida. Doctor tras doctor. Currículo tras curriculo. Pañal tras pañal. Pena tras pena. Tu calendario se atascó en enero y tú te atascaste en febrero. Te despidieron con la promesa que te volverían a llamar y ya estamos en mayo y nada. Desierto. En el desierto se piensa lo impensable. Jesús lo probó. "¿No hay otra manera, Padre?" "Oren por mí, muchachos, estoy triste esta noc

MATEO Y YO...

El Hombre que se le puso enfrente no era comerciante. Por lo tanto, no pagaba impuestos... El hombre que estaba sentado frente a la mesa con las monedas regadas no era amigo de los no comerciantes... Solo le interesaban los impuestos... Vios sus Manos. Vacías de dinero. Sus Manos estaban extendidas hacia él. No levantó el rostro, solo la vista puesta fijamente en las palmas de sus Manos. No vio dinero. Lo que vio fue mugre, sudor, suciedad. En las líneas que surcaban sus palmas se notaba el polvo del camino mojado por el sudor del calor del día... Sus uñas estaban ennegrecidas también por el tiempo pasado en las calles de la ciudad... Algo había en Aquel Hombre que estaba parado frente a él en su lugar de trabajo. Todos los días armaba su mesa portátil frente a la puerta de la Ciudad para cobrar los impuestos. Él es judío y trabaja para el Imperio romano como cobrador de impuestos. Lo que le interesa es llenar su cuota para empezar a hacerse su propio salario. Mientras más rápido m