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Mostrando entradas de agosto, 2021

TORMENTAS

Marcos 5:1 “Y llegaron al otro lado del mar…” Bueno, para dejar de ser algo místicos y hacerle creer a los demás que todo está bien, voy a escribir sobre las tormentas que llegan a nuestra vida. Hoy es 30 de Agosto. Mañana es el último día del mes. Tiene un significado profundo porque es el día de pago de las facturas, la casa que rentamos, los gastos que hemos acumulado en la tarjeta de crédito y otras cosas. Pasar de un mes al otro no es fácil.  Especialmente para aquellos que vivimos por fe y no por vista. De aquellos que no tenemos un sueldo fijo que salve por lo menos, unos cuantos gastos. No, para nosotros, los que vivimos de la Absoluta Mano del Señor, las cosas son distintas.  Pasar de un mes al otro es bastante difícil porque Dios nunca actúa de la misma manera. Siempre nos pone en situaciones sorpresivas que nos mueven nuestra alfombra de comodidad y nos hamaquea como la barca de los discípulos cuando iban en medio del mar. Jesus les dijo: Pasemos al otro lado. Iban

LLAGAS Y HERIDAS

Juan 20:27 “Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente” Hace poco estuve en la oficina de un pastor que dice que ha alcanzado el éxito en su ministerio.  Lo dice porque su templo, si, su templo y no el del Señor, estaba lleno de gente. Es un edificio muy bonito, con muchas comodidades en las que hace que la gente se sienta tranquila y que por unas dos horas se sumerjan en el ensueño de que están en un pedazo de cielo. En un apartado hay una cafetería en donde se les ofrece pan con café gratis. Tienen una hermosa sala cuna en donde sus niños son atendidos con mucho primor. Y no digamos que el parqueo es la envidia de cualquier centro comercial de nuestra ciudad. Hasta los carros reciben un trato especial. En su oficina pude ver una colección enorme de diplomas y títulos. Placas de bronce bien bruñidas. Diplomas bien enmarcados con sus sellos y firmas legibles. Títulos de logros adquiridos a

LES GUSTE O NO

Proverbios 27:23 “Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas, Y mira con cuidado por tus rebaños” "Asegúrate de saber cómo están tus rebaños; cuida mucho de tus ovejas "  ¿Que es lo que enoja tanto a las personas que van a la Iglesia y el pastor se interesa por ellas? Bueno, hay dos respuestas: Si se preocupa porque no les falte comida, provisión, paz en su matrimonio, educación de sus hijos y que se les ayude a pagar sus compromisos financieros, no hay problema. Pero cuando el pastor se empieza a meter en sus intimidades, a preguntarles por qué no llegaron el domingo pasado, por qué mira rara a su esposa, por qué sus hijos no están sirviendo al Señor, cuando empiezan las correcciones, cuando el pastor empieza con esas preguntas ya no les gusta. Es decir, “métanse en mis necesidades financieras, pero no se metan en mis asuntos íntimos”.  Es cuando se van a otro lugar en donde no les conozcan.  Hay un axioma entre los evangélicos: Cuando el mensaje de la Palabra

PERO, ¿POR QUE SETENTA VECES SIETE?

Mateo 18:21-22  “Entonces se le acercó Pedro, y le dijo: Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí que yo haya de perdonarlo? ¿Hasta siete veces? Jesús le dijo*: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete” La mayoría de personas cristianas no conciben perdonar mucho. Quizá una o dos veces y luego se termina la cosa.  Para que darle tantas vueltas al asunto. No funciona, no funciona y punto. No somos capaces de perdonar cuantas veces sea necesario.  Pero no estoy hablando de perdonar el mismo error o pecado para siempre por supuesto.  A un adúltero,  por ejemplo, no se le puede perdonar siempre. Porque de otra manera no corrige su conducta y obliga a su pareja a soportar humillaciones y desprecios cada vez que quiera irse con otra mujer. Es necesario que tengamos discernimiento de lo que el Señor nos dice con respecto al perdón.  Si mi pareja me falla en asuntos triviales que es lo común, tengo que tener la paciencia que la Palabra me pide para perdonar

INTELIGENCIA EMOCIONAL

  Romanos 12:1-2  “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.  2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” Esto quizá no le guste a algunas esposas o esposos… pero no por eso deja de ser cierto: La Inteligencia Emocional  es un constructo que se refiere a la capacidad de los individuos para reconocer sus propias emociones y las de los demás, discriminar entre diferentes sentimientos y etiquetarlos según sus necesidades emocionales. Me voy a explicar: Cuando uno de los cónyuges trata al otro de la forma antinatural que significa que la creo mejor que yo, cuando le doy un trato que significa que me humille y destruya mi autoestima y tome autoridad aun sobre mis propias emociones, en ese momento estoy decidiendo verla como si

DESAYUNANDO CON JESUS

  En una ocasión cometí un error de conducta.  Lastimé dolorosamente a mi esposa. Su confianza, como el cristal, se rompió y se hizo añicos la creencia de que yo era el esposo ideal, el que nunca la haría llorar. No fue así. Sí la hice llorar. Y mucho. Me costó trabajo pero lo logré. Pasamos un par de días sin poder hablar del tema y darme la oportunidad de levantar mis ojos a sus ojos. Tenía razón. El dolor que le causé fue grande. No tanto como para terminar nuestro matrimonio pero sí algo que le dolió mucho. Una mañana, cuando me levanté para orar, encontré una nota en mi mesa de noche: Te perdono. Sigamos adelante. A partir de ese momento nuestra relación mejoró, yo mejoré, evité en lo posible repetir el problema (aunque he cometido otros, por supuesto), pero todo se había arreglado antes del desayuno.  Cuando llegó la hora, volvimos a desayunar en armonía y compañerismo. Ha sido el desayuno más maravilloso que he tenido.  Fue pura Gracia. No me lo merecía pero mi esposa me

¡ESTO ES AMOR...!

Quiero hablar contigo sobre la palabra “implacable”. Significa sin disminución en intensidad o esfuerzo, sin concesiones. Ser implacable es ceñirse a un rumbo determinado y no dejarse persuadir por argumentos. El amor de nuestro Señor es absolutamente implacable. Nada puede obstaculizar o disminuir Su búsqueda amorosa tanto de los pecadores como de los santos. El salmista lo expresó así: “Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste Tu mano… ¿A dónde me iré de Tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de Tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás Tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí Tú estás” David está hablando de los grandes altibajos que enfrentamos en la vida. Él está diciendo: “Hay momentos en los que soy tan bendecido; me siento lleno de gozo. En otras ocasiones, siento que estoy viviendo en el infierno, condenado e indigno. Pero no importa dónde esté, Señor, no importa cuán bendecido me sienta o cuán baja sea mi condición, Tú estás ahí. No puedo escapar de

DEJANDO MOAB

Rut 1:16-17  “Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos” Convertirse al Señor no es cuestión de emociones ni de leer un panfleto y repetir una oración que alguien más dijo por nosotros. No. Convertirse, ya todos lo sabemos, es darle la vuelta a la vida. Es darle la espalda al mundo y caminar un nuevo camino. Es abandonar todo lo pasado.  Todo lo viejo y conocido para empezar una aventura de fe, en donde todo será por fe y no por vista. La mayoría de evangélicos de esta generación ya no sabe realmente lo que es convertirse al Señor.  Porque sus maestros y evangelistas no han sabido presentarles el verdadero Evangelio de Cristo. Les presentan su propio evangelio. Un evangelio permisivo, uno que les p

CONSECUENCIAS DOLOROSAS

  Génesis 9:20-21  “Entonces Noé comenzó a labrar la tierra, y plantó una viña. Y bebió el vino y se embriagó, y se desnudó en medio de su tienda” La mayoría de las veces no nos ponemos a pensar en las consecuencias que tendrán nuestros actos.  No visualizamos a largo plazo los dolorosos resultados de nuestras acciones presentes. Adulterios que empezaron con un pequeño flirt con una compañera de trabajo o en la misma congregación.  Una palabra amable con matices insinuantes.  Una mirada de soslayo que dijo más que mil palabras.  Un “inocente” toque de manos o de brazo durante un servicio de adoración al Señor dado a la señorita que se sentó a nuestro lado aquel Domingo pero que dejó en ella una sensación erótica que antes no conocía. Vicios que se desarrollan durante la niñez y que en la edad adulta nos es imposible de abandonar por más oraciones y entregas de fe que hagamos en el Altar de Dios. Costumbres que llevamos escondidas durante mucho tiempo dentro de nosotros y que im