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Mostrando entradas de julio, 2012

EL MATRIMONIO... otra vez

La mayoría de nosotros – si es que no lo estamos aún – terminaremos casándonos en algún momento.  Las relaciones que tenemos determinan en gran medida la cantidad de felicidad que disfrutamos en la vida. Con quién nos casaremos es quizás la decisión más importante que haremos para determinar nuestra felicidad y la felicidad de nuestros hijos e incluso la felicidad de nuestros padres. No podemos escoger donde nacer ni donde morir. Pero podemos escoger con quien vamos a vivir el resto de nuestra vida aquí en la tierra. Entrenamos y certificamos a la gente para casi todo lo que podemos imaginar: doctores, abogados, plomeros, cocineros, diseñadores de interior – todos tienen que probar ser competentes antes de que nos animemos a contratarlos. Pero para los grandes temas de la vida, para las cosas que realmente importan, no hay ningún entrenamiento – no hay diplomado en paternidad, escuelas para la felicidad ni doctorados en relaciones personales. La mayoría de nosotros aborda los t

SER SEXY ¿ES TENER "PODER"?

Un artículo que apareció recientemente en un diario americano  hizo que se me desgarrara el cuello por todos los vigorosos asentimientos que hice en señal de aprobación. En la pieza, la autora Jennifer Moses se lamentaba de que tantas madres de su generación le permitieran a sus hijas adolescentes y preadolescentes vestirse – utilizando sus palabras – “como prostitutas”. Cada cierta cantidad de meses sale nueva ropa inapropiada para la edad, y los publicistas no tienen ningún problema para conseguir modelos que posen con esa ropa, niñas de doce o quince años vistiendo ese tipo de ropa sensual, robándoles el privilegio de ser niñas. Pero... ¿Y los padres que lo permiten...? Como pastores de una vibrante congregación, hacemos, mi esposa y yo, un énfasis especial en la forma en que las familias están educando a sus hijos e hijas. Estamos preocupados por la siguiente generación. Ellos serán los líderes de esta nación llegado el momento y las niñas serán las futuras esposas de algú

UN PEQUEÑO EXAMEN...

Hace unos días escribí algo sobre los divorciados. Y dejé pendiente la otra parte de mi escrito para saber si el hombre que te está frecuentando, divorciado, con hijos y que dice que te ama... es el hombre que Dios tiene para ti. Hay reglas que se deben obedecer para que esta segunda vez sea la definitiva. Y para eso, debemos escarbar en la conducta del dichoso hombre. Aunque debo ser claro en algo: esto también aplica a la mujer divorciada. 1.- ¿Dice que es cristiano evangélico? Veamos sus frutos. Porque del dicho al hecho hay mucho trecho. Si él o ella te quiere llevar a la cama antes de cualquier otra cosa, lo que busca es tu cuerpo, no tu alma. Con eso ya empezaron mal las cosas. Mándalo o mandala a volar. No sirve. 2.- Pero si no hace ese tipo de avances sino que quiere ser honesto y demostrar que realmente quiere hacer bien las cosas, entonces veamoslo como se comporta en la Iglesia. ¿Adora a tu mismo Dios? ¿Participa en la alabanza y la adoración a Dios? ¿Diezma? ¿Ofrend

SE NECESITAN...

Nuestra generación necesita de manera urgente que se levanten hombres valientes. Necesitamos hombres que no se dejen influenciar por la cultura ni teman las críticas.  hombres decididos a liderar su familia a toda costa, que enseñen la pureza sexual a sus hijos para que no haya más niños que lleguen al mundo sin padres casados.  Necesitamos hombres que se aferren a sus votos matrimoniales y clamen por la ayuda de Dios para amar a su esposa en lugar de darse por vencidos en los momentos de dificultad... Se necesitan hombres que se nieguen a sacrificar a su familia a costa de un ascenso en el trabajo.  Nombres que no permitan que el esparcimiento consuma su tiempo e insensibilice su conciencia, que se manifiesten en contra de las leyes y filosofías que destruyen la familia.  Hombres que perdonen a sus  padres, que rompan las cadenas del pasado y establezcan nuevos principios, que oren por sus pastores y por un avivamiento en  sus iglesias, y que tomen decisiones que fortalecerán a la p

ENAMORADA DE UN DIVORCIADO...

A menudo, en el ministerio de consejería en la Iglesia me encuentro con este tipo de preguntas: "Me enamoré de un hombre divorciado que tiene hijos. ¿me conviene esa relación? Nunca me he casado" A Jesús le hicieron la misma pregunta: "¿Es lícito que un hombre se divorcie de su esposa por cualquier motivo?" Lea Mateo 19:3-9, allí hay algo que llama poderosamente la atención. Jesús termina su sentencia diciendo algo que Moisés no había notado. En el principio no había divorcio. Pero Moisés lo autorizó por la "dureza del corazón del hombre". Lea bien: La dureza del corazón del hombre... El hombre, en cuanto se trata de su hombría, después de ser el más tierno, el más servicial y sencillo hombre de hogar, en cuanto le tocan su "hombría", endurece su corazón y abandona a la mujer de su juventud. A menos, claro está, que tenga a Cristo en su corazón y sea verdaderamente un hombre rendido a Dios. Así de sencillo. La sociedad de hoy en día jue

LOS SUEGROS...

Los suegros... ¡Ah! los suegros. Especialmente la suegra. Todos hacen chistes de ella. O de ellos. Durante años han sido el blanco de las risitas de los yernos. ¿No será también que ellos hacen chistes de los yernos? ¿O de las nueras? A veces es verdad. Puede ser difícil llevarse bien con los suegros. Y cuando estamos en desacuerdo con nuestros suegros, no es algo de lo qué reírse. Son cosas serias... A ellos no podemos cambiarlos, pero podemos cambiar la forma de verlos. Hay tres pasos prácticos para ponerlos en marcha y verá que todo irá mejor: -Enfoque. Para cambiar nuestra actitud hacia alguien cambio mi enfoque. Dejo de fijarme en lo que no me gusta y en su lugar busco entre los rincones de su alma y las ranuras de su personalidad una cualidad digna de mi atención. Y casi siempre encuentro mucho en qué fijarme. Siempre tienen cosas dignas de ser mencionadas... Eso dijo Pablo. ¿Son generosos? ¿Ella es una gran cocinera? ¿El es muy sociable? Le pregunto al Señor: ¿Qué amas

LA SEPARACION...

El romance comienza  con corazones blandos... Manos agarradas dulcemente... Cuerpos pegaditos y miradas penetrantes que lo dicen todo. Utilizamos nombres de mascotas para llamarnos entre nosotros. Pedimos perdón, aceptamos la culpa cuando llegamos tarde y compartimos los momentos difíciles. Pero deje que  que pasen unos cuantos años, que vengan unos cuantos niños y la calcificación cardíaca se empiece a manifestar... Hay desacuerdos. Momentos en que cada quien quiere hacer lo que cree que es mejor. El se sienta en un extremo del sofá y ella en el otro. El piensa: "no pediré perdón, yo no". Ella dice para sí misma: "Si cree que me voy a humillar está loco". Es un momento crucial. ¿Tomará alguno el camino correcto y honrará los votos matrimoniales? ¡Están en un mal momento y lo prometieron! ¿O ambos amarán más el orgullo que a la otra persona y se propondrán herir más el corazón que dice que necesita para vivir? A veces el corazón de uno de los dos se

EL DESANIMO...

No lo podemos negar. El desánimo nos llega a todos en algún momento. Cuando el sueldo no cubre todo lo que necesitamos. Cuando el pastor no predica como esperamos. Cuando la esposa no cocina como queríamos esa vez... cuando las noticias del desempleo nos invaden la mente. El desánimo. En muchas casas el desánimo es el idioma que todo el mundo habla.  El hogar es un campo de batalla, y los guerreros tiene apodos como "estúpido", 'idiota", "bobo", "pesado..." y otros más que para qué mencionarlos... Las palabras hirientes cubren sus vidas. Las heridas llenan el horizonte.  Viven con cicatrices y tratan sus heridas abiertas. En otros hogares las familias obedecen el espíritu del silencio. Allí rara vez se oye una palabra descorazonadora.  Las personas esconden sus heridas con sonrisas en la cara. Maquillan su dolor.  Quizá la razón por la que se oye poco desánimo es porque se oyen pocas palabras... El silencio es de muerte. Para qué hablar

EL EQUILIBRIO

Este es un llamado de advertencia: Vivir satisfechos con lo que Dios ya nos dio puede parecer una derrota admitida, resignarse al estatu quo, a una vida mediocre. Quizá le parezca a usted que contentarse es lo mismo que reprimir sus deseos y silenciar sus futuras aspiraciones, dejar de anhelar más. Pero eso no es así. El contentamiento es el equilibrio entre  disfrutar de la vida actual y anticipar lo que vendrá.  Evita que nuestros deseos se salgan de su cauce.  Es la clave para liberarnos de la esclavitud de los anhelos desenfrenados que crecen en el corazón y que, inevitablemente, comienzan a controlar nuestra vida, esclavizándonos a lo que no tenemos en lugar de participar con plenitud de lo que sí poseemos.  Es creer con fe que lo que Dios nos ha otorgado ahora es digno de nuestra gratitud y valoración, no solo porque es suficiente, sino también porque es bueno. Al escoger contentarnos, no arrojamos por la borda nuestros deseos, simplemente esperamos que se ajusten a una po

¿QUIEN MANEJA EL DINERO: EL O ELLA?

Espero que este artículo le abra el entendimiento a muchos hombres que creen que solo ellos son buenos contadores... del dinero. Con pena debo reconocer que  muchos hombres son tan machistas y desconfiados con su esposa que ellos se encargan de comprar todo porque piensan que ellas no están calificadas para hacerlo.  Y eso provoca que su esposa se sienta inútil, se sienta rebajada y aislada del mantenimiento propio de su hogar. La desconfianza mata. Mata la autoestima. Mata el valor. Ellos aducen algo: Son la cabeza de su hogar. Eso les dice la Biblia y ellos lo toman al pie de la letra. Que ellos son los únicos autorizados por Dios para decidir como y en qué se debe gastar el dinero... Pero están equivocados. El nuevo Testamento nos da dos mandamientos a los esposos con respecto a nuestras esposas: Amarlas y liderarlas. Punto. No dice nada sobre quien maneja la chequera. No dice nada sobre que el hombre es el único bueno para manejar los gastos. ¿Qué hay de malo en el esp

INVENTARIO MENTAL...

Usted era adolescente cuando tenía aquellos sueños para su futuro. En esa época usted se había apurado con impaciencia por alcanzar la mayoría de edad. Llegó. En la universidad, cuando era soltera, no veía la hora de estar comprometida y terminar de estudiar para que la vida "empezara de verdad". Se casó. Llegó el momento... Disfrutó los primeros momentos de matrimonio con su pareja, pero había algo que faltaba: Hijos. Cuando empezaron a llegar, las noches se hicieron largas y los días aún más largos y se la pasaba orando para que la hora de ir a dormir llegara más rápido que el día anterior... Estuvo presente todos esos años de su vida como estudiante, esposa y mamá, y, sin embargo, tiene pocos recuerdos, pocos sentimientos que asocie con algunos de esos momentos de la vida. ¿Por qué es así? Porque usted había estado allí, pero en realidad no estuvo... Hoy, que frisa ya los 36 comprende que tampoco había participado de su propia vida. Se acerca a los cuarenta. Las can

LAS GOTERAS...

Están de moda aquí en El Salvador. En muchas viviendas, en estos tiempos abundan las goteras. Son esas molestas gotas de agua que el techo deja pasar por los agujeros en las láminas y que inundan la habitación, el comedor, el baño y hasta sobre la cama... Cuando la gente no tiene recursos para cambiar el techo, se conforman a poner ollas, recipientes y lo que pueden en cada lugar donde hay una gota, por lo menos, para que no se moje el piso. Pero es muy molesto. Especialmente de noche, cuando uno quiere descansar y empieza a llover: ya se sabe que hay que prepararse para escuchar el odioso "tac, tac, tac" de las gotas llenando el trasto... Pero hay una gotera que molesta mucho más. Salomón nos habla de ella: Se trata de la esposa gruñona. En los  Proverbios la compara a un goteo constante y dice que es mejor para un hombre vivir en el tejado o en el desierto que en casa con ella. Cada vez que una esposa reclama, cae una gota. Cada vez que nos critica, cae otra got

CUESTION DE CIMIENTOS...

En nuestra casa empezaron a brotar gotas de agua en una pared del baño.  En un principio observé que ese fenómeno se repetía después que llovía. Creí entonces que era por acumulación de agua en la pared externa... Lo dejé pasar. Cuando ya no llueva -pensé- ya no filtrará el agua. Seguí con mis rutinas el resto del verano. Pero de pronto, sin previo aviso y sin lluvia, de la pared volvió a brotar agua. Le puse un tapón de cemento al agujero que se había abierto y por otro tiempo la situación mejoró. Se detuvo el brote de agua. Gloria a Dios -pensé- se arregló el problema... Pero no. Por tercera vez y ahora en otro lugar, volvió a brotar agua. Ahora sí, mi esposa se puso como debía ponerse por mi negligencia en arreglar ese problema.  Una madrugada que me levanté a usar el baño sentí bajo mis piés un charco de agua. Todo estaba inundado... Claro, ahora que el problema ya era grande, dejé de orar, dejé de ayunar y de hacer vigilias para que el Señor lo arreglara. Ahora me tocaba

HERIDAS INTERNAS...

Dos amigas en un vehículo en plena carretera. De pronto, un terrible accidente provocado por un chofer imprudente las sacó de su camino. El vehículo quedó totalmente destrozado. Las dos amigas, inconscientes, fueron llevadas al hospital. Una de ellas se repuso más rápido que la otra... La que se puso bien, se sentó a la orilla de la cama a cuidar a su amiga. Pasó horas, días y noches esperando que su amiga volviera en sí, que despertara de su letargo... No se despegaba de su lado hasta saber que su amiga iba a estar bien... Oraba junto a la cama de su amiga para que Dios hiciera el milagro de despertarla. Hasta que sucedió. Una mañana, la paciente abrió los ojos, sonrió y apretó la mano de su compañera de infortunio... Todo había pasado ya. Nuevamente se podían ver a los ojos y sonrieron una a la otra. De repente, sin advertencia alguna, la primera mujer que supuestamente estaba sana, se desplomó al suelo. Así nada más. Todo parecía estar bien. Había pasado días desde el ac

¿...Y QUE DE MI...?

Ayer escribí el artículo "Borrón y cuenta nueva" con relación a los demás. Pero pensando en que el "borrón" también debe aplicar a nuestra propia vida, encontré en mis cavilaciones algo que es importante: Es fácil perdonar a quienes nos ofendieron. Pero no es fácil perdonarnos a nosotros mismos... De eso quiero hablarle hoy. Borrar el historial que otros escribieron en nuestra vida es sencillo. El problema es cuando se trata de nosotros mismos. Aunque usted pueda perdonar a otros, no siempre se perdona a si mismo o a si misma. ¡Muy bien, Pastor Berges! ¿Y, cómo se perdona uno a sí mismo? ¿Le gustaría conocer la respuesta? Quizá usted decidió abortar años atrás. Talvez se provocó un terrible accidente. Quizás generó un caos impensado. Talvez perdió una oportunidad que le costó más dinero, angustia y reproches de lo que quiere pensar. Quizá hizo ciertas cosas que le impidieron vivir en armonía con otras personas. Lo recuerdan todo el tiempo. Y, al parecer, no

BORRON Y CUENTA NUEVA...

En mi computadora, en el extremo izquierdo hay una tecla muy importante. Está al final del teclado. No tiene ningún dibujo. No tiene nada resaltado. Solo tiene una palabra escrita en inglés: DELETE. Significa borrar. Es bastante útil para los que escribimos porque nos ayuda a borrar alguna palabra o idea que no expresa realmente lo que quisimos poner. En lo personal la utilizo con mucha frecuencia porque me equivoco continuamente. Y usted que me lee no se da cuenta de mis errores. Todo gracias a esa tecla. Claro, usarla es volitivo. Yo puedo dejar los errores allí. Muchos se darían cuenta de ellos. Así que tocarla o no, es decisión mía. Nadie puede hacerlo por mi... ¿Vio el símil? No es demasiado difícil hacer la relación. Escoger el perdón es como presionar la tecla para borrar en la computadora, y retroceder por encima de los accidentes y las acciones inaceptables que se escribieron en las páginas de nuestra vida.  Perdonar significa tomar la decisión de seguir adelante y de cr

LA LLEGADA A LA CASA...

Soy un observador empedernido. Viendo a la gente aprendo mucho sobre el ser humano y sobre mi mismo. Ciertas actitudes son un reflejo de mi propia naturaleza. Ellos son un espejo para mi. Lo acepto. Necesito crecer. Necesito hacer muchos ajustes en mi vida. Y lo estoy intentando... Escribo esto porque he observado que en los cafés de la ciudad, después de las cinco de la tarde, cuando todos han salido de sus trabajos, pasan a las cafeterías y se toman un café, leen el periódico o simplemente se quedan viendo hacia las ventanas o a las mesas vecinas... No hay citas escondidas. No hay adulterio. Simplemente están pasando el tiempo a solas. Yo me pregunto: ¿por qué están aquí y no en sus casas? ¿Qué hace que muchos hombres o mujeres no quieran llegar a sus hogares? Y, como pastor y consejero familiar conozco algunas historias. Y me respondo yo mismo con algunas de las que he escuchado... Nadie quiere vivir en un campo de batalla. Pero muchos viven en uno. Muchos viven en uno por