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Mostrando entradas de febrero, 2020

¿SERÀ CIERTO?

2 Crónicas 9:6 “…pero no creí en sus palabras hasta que vine y mis ojos lo han visto” (La Unidad) “¿Serà cierto lo que me han dicho de Salomon? Qué tan cierto serà lo que he escuchado sobre su vida, su conducta, su forma de ser?  ¿Qué tan cierto serà que sus servidores parecen príncipes, que son altamente educados, que saben como comportarse aun en la mesa? ¿Serà cierto que Salomon es un hombre fino en el trato hacia las mujeres y sus ayudantes? Me parece que han exagerado un poco. Así que iré a verlo con mis propios ojos” El Señor y la Maestría me han enseñado a aplicar el aparato crítico a las palabras que se dicen muchas veces en la Biblia. Y una metalectura del texto que encabeza este escrito me ha llevado a hacer esas preguntas en la mente de la Reina de Saba.  Y tomó la decisión de salir de dudas. Así que enfiló hacia Jerusalem a visitar al tan famoso Rey Salomon. Lo que me impacta es la última frase del texto: “se quedó como sin aliento”. Estoy tratando de

EL BESO DEL PADRE

Lucas 15:20b “…su padre lo vio y sintió compasión por él, y corrió, se echó sobre su cuello y lo besó” Al morir, nada material te llevas. El tiempo es el tesoro más valioso que tenemos, porque es limitado. Podemos producir más dinero, pero no más tiempo. Cuando dedicamos tiempo a una persona le estamos entregando una porción de nuestra vida que nunca podremos recuperar. Nuestro tiempo es nuestra vida.  El mejor regalo que puedes dar a alguien es tu tiempo y siempre se regala a la familia o a los buenos amigos.  Es por eso que el padre de este hijo pródigo había pasado noches enteras esperando su llegada. En su corazón aún sangraban -pienso yo-, las heridas de su propia experiencia, cuando fue joven y no tuvo a nadie que lo esperara despierto por las noches cuando en su insensatez se iba de parranda con sus amigos.  Llegaba a casa y no había nadie que lo esperara. Era el invisible de la familia. Cuando joven no tuvo un abrazo de ternura de su padre. No tuvo un beso de b

¿DÒNDE ESTABAS CUANDO TE NECESITÈ?

Juan 11:21 “Y Marta dijo… si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto” Uno de los problemas que encuentro en nuestra sociedad familiar actual es que en los hogares hace falta casi siempre la figura paterna. Los hombres hemos sido mal enseñados. Se nos ha inculcado una cultura de trabajar desde niños para prepararnos en caso nos veamos en la obligación de mantener un hogar y una familia. Incluso los profesionales son encaminados en sus carreras para lograr sus metas, sus proyectos de vida y su autorealizaciòn. Pero todo gira en “su”.  La competencia por ver quién es mejor proveedor para su casa y sus hijos es tremenda. Hombres y también mujeres, que salen de madrugada de sus casas-dormitorios a transitar y competir en medio del tráfico para llegar a sus lugares de trabajo para cumplir -según ellos-, con el deber impuesto. Y eso está bien. Cultural  y bíblicamente, el hombre es responsable de proveer, proteger, cuidar y pastorear su rebaño compuesto por su espos

LA VARA Y LA SERPIENTE

Exodo 4:3 “Y él la echó en tierra y se convirtió en una serpiente; y Moisés huyó de ella.” Un gran hombre. Estadista. Libertador. Excelente guía. Paciente como nadie. Temeroso de Dios. Valiente. Guerrero, defensor de la mujer y muchas virtudes màs. Pero no fue perfecto. Tuvo sus traumas y conflictos personales. Adoptado dos veces. Una por la hija de Faraón y la segunda por Jetro, el sacerdote de Madian. El haberlo echado al agua del rio Nilo lo marcó con un síndrome de abandono materno. Eso afectó muchas áreas de su alma y lo volvió un hombre miedoso y huidizo. Hay persona que nos hablan y ni las escuchamos, que nos hieren y no dejan cicatrices. Pero hay personas que simplemente aparecen en nuestra vida y nos marcan para siempre. Eso sucedió a Moisés. Su paso por el palacio real de Egipto lo marcó de una manera indeleble. Un dìa quiso defender a un  hebreo que estaba siendo ultrajado por un egipcio y se le fue la mano. Lo desnucó y lo mato dejándolo enterrado en la are