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Mostrando entradas de septiembre, 2012

¡S O R P R E N D E N T E¡

...Los directivos de una casa publicadora tratan de averiguar por qué nadie notó que uno de sus empleados llevaba cinco días muerto sentado en su escritorio, sin que nadie se acercara a preguntarle si se sentía bien. George Smith de 51 años, quien había sido empleado durane treinta años como corrector de pruebas en una empresa de Nueva York, tuvo un ataque al corazón en la oficina abierta que compartía con otros 30 empleados. El hombre falleció silenciosamente el lunes pero nadie lo notó hasta el sábado por la mañana cuando un encargado de la limpieza le preguntó porque seguía trabajando el fin de semana... El suceso genera dos preguntas: ¿Podría realmente suceder algo así? ¿Acaso un muerto podría pasar por un vivo? En segundo lugar: ¿Podría sucederle a cualquiera de nosotros? ¿Podría nuestra existencia carecer de vida, emoción y alegría a tal punto que podríamos morir y nadie se percataría? Cuando veo a alguien en la bocacalle pidiendo que lo dejen entrar al carril de la aveni

¿CUAL ES SU PARTE?

Les voy a contar un recuerdo de mi niñez. Fue hace muchos, muchos años... Como dicen en el norte... Once upon a time. Érase una vez... Yo tendría unos nueve años. Estudiaba la primaria en la ciudad de Poptún, Petén  en donde vivía mi familia. Mi padre adoptivo fue militar y estaba de servicio en la Base Militar y nosotros estudiábamos en la escuela del pueblo. Como actividad escolar, nos tocó en una oportunidad presentar una obra de teatro. Todos los niños (en aquel entonces yo formaba parte de ese grupo), estábamos estudiando nuestro papel. Mi maestra me dio la página en donde estaba el párrafo que yo tenía que aprenderme para la noche de gala. Lo estudié a conciencia. Mi papá me examinaba todas las noches para saber si me sabía mi parte de memoria. No podía fallar. Toda mi familia estaba expectante para saber cómo iba a salir yo de la prueba teatral... Décadas después sigo recordando aquella inolvidable experiencia. Cuando terminamos nuestra presentación todos nos sentíamos com

PUERTAS CERRADAS

En una ocasión me sucedió lo impensable. Salí a caminar con mi perro como acostumbro todas las mañanas. Cuando regresé me dí cuenta del error. No saqué la llave para entrar a la casa. Y la puerta, lógicamente, estaba cerrada. A cal y canto. Y mi esposa estaba ocupada en ese momento. ¿Qué hacer? ¿Esperar un buen tiempo y estarme en la acera viendo pasar gente? ¿Llamar a gritos a mi esposa? ¿Tocar el timbre so pena de que ella no lo escuchara? Un sin fin de preguntas llegaron a mi mente. Hasta que el Señor se condolió de mi error y me envió ayuda. El guardia que cuidaba la cuadra se ofreció para saltarse la pared y abrirme el portón. ¡Uff! qué alivio... ¿Cómo pudo sucederme esto? Siempre llevo la llave conmigo... ¿Qué me pasó? Quizá usted tampoco entienda lo que le sucede cuando se cierran las puertas. Una tras otra. Todo se pone oscuro. Cerrado. Con llaves y sin guardias a la vista. Nadie contesta su solicitud de empleo. Ningún colegio le acepta a sus hijos. La embajada dice no a su

ANTES Y DESPUES...

Los soldados no le pegaron. El consejo de sacerdotes no lo acusó ni le reprochó nada. Los romanos no amenazaron con enviarlo a Siberia. Sus amigos no lo empujaron a hacerlo... No, solamente una humilde sirvienta escuchó su acento y dijo que él conocía a Jesús. Y Pedro entró en pánico. No solo negó a su Señor, sino que descartó de plano la idea de conocerlo. "Y (Pedro) comenzó a echar maldiciones y les juró: "A ese hombre ni lo conozco". Mat. 26:74. Sin embargo hay que verlo en el día de Pentecostés, predicándole a una multitud. Se disparó un mensaje tan poderoso que se convirtieron ese día como cinco mil personas. No tenía pelos en la lengua y les habló tan claro como el agua. La misma multitud que pidió que crucificaran a su Maestro podría pedir lo mismo para él... pero no le importó. De pusilánime a valiente guerrero en cincuenta días.  ¿Qué ocurrió? ¡Cómo quisiéramos saberlo! Admiramos al Pedro de Pentecostés, sin embargo nos identificamos con el de la Pas

LOS CHALECOS DE TENNESSEE

Me enteré que el Estado de Tennessee otorga a los conductores ebrios ropa nueva: Tiene un regalo especial para aquellas personas procesadas por conducir bajo los efectos del alcohol. Un chaleco naranja luminoso. Los infractores están obligados a usar el chaleco en público por ocho horas durante tres días mientras recogen la basura a los lados de las autopistas. Pero eso no es todo. En la espalda tienen impresas, con letras de molde y bien legibles, el letrero: "Soy un conductor ebrio". Indudablemente merecen el castigo. Dada la amenaza que representan en las carreteras, tienen merecido el castigo. Me gustaría que en nuestros países hicieran lo mismo. Pero aunque en nuestras tierras no se usan chalecos color naranja con esa inscripción, me pregunto: ¿Por qué nos vestimos con nuestros errores y nos arropamos con nuestras malas decisiones? ¿No es cierto? Abrimos nuestros roperos, revisamos nuestros remordimientos y rebeliones, y por alguna razón nos vestimos con ellos. &qu

PRUEBA DE ESFUERZO

Desde hace unos seis años he estado bajo chequeo médico para cuidar mi salud arterial. El cardiólogo que me cuida es un Doctor muy exigente. Gómez Hecht. Cuando se acerca el mes de septiembre empiezo a sentir ansiedad. Se acerca mi cita anual con la caminadora de banda sin fin. Una vez al año me somete a pruebas de esfuerzo. Me saca el jugo, como decimos en Guatemala. No se anda con miramientos ni con misericordias. No, Carlos, tengo que llevarlo al máximo para asegurarme que su corazón están en perfectas condiciones, así que prepárese... Le veré sus arterias y su sistema respiratorio. Paso el año preparándome para esa media hora del mes de septiembre. Camino todos los días, hago ejercicios y como lo mejor que puedo. No debo pasar de ciertas libras de peso porque ya sé lo que me dirá: Está obeso, Carlos, está obeso... Esa palabrita duele. Así que me preparo. Me conectan a una serie de cables y éstos a su vez, están conectados a una computadora que me tomará el tiempo y la resistenc

UNA HISTORIA MUY CONOCIDA...

Es un fugitivo de su hogar. No nos dan su nombre, solo su clase social: era rico. Nadaba en la riqueza. Siempre se dio todos los gustos, tenía un yate, una fundación, antepasados aristócratas. Pero en vez de aprender el negocio de la familia, despreció el cariño de su padre, vendió sus acciones y se marchó en su Mercedes... Sin amigos, sin fondos, sin idea de qué hacer. Su vida era una porquería y terminó con los puercos. Tuvo que alimentar a los cerdos, dormir en el barro y aguantar hambre, tanto que deseó comer lo que comían los puercos. Solo entonces se acordó que tenía un hogar. Recordó los manjares y las risas alrededor de la mesa. Su cama tibia, los pijamas limpios y las pantuflas suaves. Extrañaba el rostro amable de su padre y anhelaba oír su voz... Los cerdos resoplaban, las moscas zumbaban. Los miró y tomó una decisión. "Voy a convertir esta porqueriza en un hogar". Pidió un préstamo al banco y remodeló el lugar. Cubrió el barro con una alfombra. Colocó un sil

CAMBIEMOS LA HISTORIA...

El 12 de este mes escribí algo sobre el nacimiento de Jesús. Hablé de la poca visión del mesonero al negarles, según la Escritura, un lugar cómodo a José y María para que naciera el Niño. Concluí pensando que lo mismo hacen con nosotros, sus herederos. Nos ven de menos. Nos menosprecian y nos ponen en el último lugar de la cadena alimenticia. Si no me cree, vaya a un banco y pida un préstamo sin más recomendación que su Biblia. Fruncirán el ceño y lo sentarán en una silla de espera para eterna memoria... O vaya a pedir visa para ir a ver a sus familiares del otro lado de la frontera. De seguro que le dirán la consabida frase "usted no aplica para que le demos visa". Ahora quiero darle vuelta a la historia... ¿Y si José y María hubieran llegado envueltos en pieles, en una limusina, rodeados de oropeles y con los honores de un jefe de estado? ¿Y si Dios hubiera adornado Belen como Hollywood la noche de entrega de los Premios Óscares, con alfombra roja, luces deslumbrantes

TITO...

"Pero Dios, que consuela a los abatidos, nos consoló con la llegada de Tito". 2 Cor. 7:6 Vivimos en Babilonia. En una cultura de egoísmo, egocentrismo y en donde la persona más importante del universo es el "yo". Vivimos en una sociedad consumista. Todos nos consumen. Nos agotan con sus demandas, pero muy pocos están dispuestos a dar... Todos viven para sí mismos. Ya quedan pocos que comparten su pan con el hambriento. Y no hablo del que está en las esquinas pidiendo una migaja de lo que le sobra a los demás... estoy hablando de los hambriento de calor, de amor, de ternura y compañerismo... En nuestros templos abunda gente así. Están sentados en las sillas viendo como se desarrolla el culto pero secos por dentro. Secos de cariño, esperando que alguien se olvide por un momento de sus necesidades y comparta con ellos no sus sobras sino su plenitud... Mientras que encontrar un instructor profesional para ayudarnos a mejorar nuestra vida puede no ser al

PIENSE EN ESTO...

Alguien dijo alguna vez que el lugar más oscuro de un faro es siempre su base... Lo mismo puede decirse de nuestras familias. Un pastor o un líder cristiano proyectan un resplandeciente haz de luz al horizonte, advirtiendo a los barcos que pasan sobre aguas peligrosas... mientras que la basura se acumula en la casa, mientras el techo gotea cada invierno, mientras la esposa se cansa de esperar a que la inviten a tomar un café, mientras la hija cumple quince años y se busca un compañero de hogar... Así es con usted, mi amigo pastor o líder, a menos que luche por mantener su luz encendida en su propia vida y su hogar. Luche tan ferozmente como Nehemías instó a sus hombres a luchar cuando los enemigos de Dios y de Israel buscaron destruir la obra de reconstrucción de la nación... ¿Por qué escribo esto? Yo también soy pastor de una vibrante y preciosa congregación, pero un día, luego de años de ministerio diré adios, empacaré mis valijas y con muchas lágrimas saldré de la iglesia.

EL DOLOR...

Nuestras vidas son como cuadernos. Algunas se viven como páginas en blanco, no hay nada escrito en ellas. Otras, están llenas de experiencias, pero una vez que se las anota, nunca se vuelven a leer. Las mejores vidas son como cuadernos cuyas anotaciones se leen de nuevo y se reflexiona sobre ellas. De ella, se extraen lecciones y el futuro se replantea. Aprendemos de los que sufren y lloran y nos permiten leer en sus vidas cómo lograron salir adelante... El axioma: Si él pudo, yo también. Si ella venció, yo venceré... La experiencia por sí sola no nos hará más sabios. Cuando repetimos un error, la experiencia únicamente nos recuerda que hemos cometido ese error garrafal antes. Pero la experiencia sumada a la reflexión nos dará comprensión, y eso nos ayudará a crecer y a cambiar de actitud y de conducta. El dolor es inevitable. La tristeza no. Permítame explicarme... El dolor es el resultado  de amar profundamente y de vivir en plenitud. Duele amar. Duele entregar confianza y

¿Y SU FAMILIA...? ESTO VA A DOLER...

 Doloroso. Penoso. Quizá hasta vergonzoso. Pero así es la Biblia. No esconde los errores de sus héroes. Y ella misma dice que es para enseñarnos y advertirnos lo que vendrá sobre nosotros si hacemos lo que los antiguos hicieron... Esto va a doler. Y yo no me escaparé de sentir un cosquilleo en mis entrañas por lo que voy a escribir. Talvéz escribiré de mí mismo. Bien dicen los expertos: Cuando uno escribe, siempre hay algo de uno que se pone en tinta. De alguna manera escribimos nuestra propia historia, solo que en tercera persona... Allí les va. "El rey David era ya viejo, entrado en días y lo cubrían de ropas pero no entraba en calor. Entonces sus siervos le dijeron: Que se busque para mi señor el rey una doncella para que atienda al rey y sea quien lo cuide, que ella se acueste en su seno y entrará en calor mi señor el rey". 1 Reyes, 1:1-2 Podríamos decir que la intención de sus siervos es muy loable. Aman a su rey, lo cuidan y están tratando de que sus últimos día

LA PARED...

Tarde o temprano, cada corredor de larga distancia se encuentra con la pared.  No importa que tan bien entrenado esté el atleta, se encontrará con ella un día... y la encontrará de frente. La pared es el término para el momento invisible cerca de la marca de los treinta kilómetros de un maratón, cuando el cuerpo está agobiado por la fatiga y una aparentemente infranqueable barrera fisiológica detiene al corredor en la pista de carrera. El maratón es una carrera de cuarenta y un kilómetros. Cuando el corredor se queda sin energías, el cuerpo hace un cambio y comienza a conectarse con las reservas de grasa como fuente de energía. Mientras los experimentados corredores de larga distancia pueden sentirse, momentáneamente, sin energía, los corredores sin experiencia sufrirán problemas físicos, entre ellos, calambres musculares y deshidratación. Se encontraron con la pared. Esa cosa invisible que hace que muchos abandonen la carrera a pocos kilómetros de la meta. Lo mismo aplica pa

EL PATO...

Quien no me conozca, creerá que escribo sobre la naturaleza animal. Pero quien me lee constantemente sabe que escribo sobre la naturaleza humana... ¿Ha visto usted a los patos cuando flotan sobre el agua? Se ven tranquilos por fuera. Mantienen la cabeza erguida, no mueven el cuerpo, mantienen una imagen de calma que impresiona a cualquiera que los observa en su estanque... Se ven tan gallardos, tan flemáticos y tranquilos... Pero muchos que estamos fuera del estanque no nos damos cuenta que debajo de la superficie hay movimiento... Están chapoteando con sus patas debajo del agua. De otra manera no podrían flotar ni mantener esa imagen imperturbable... Esa imagen que hace creer que no hay problemas.  Que el matrimonio marcha bien. Que Dios está contento con ellos.  Que los hijos son una maravilla.  Que las deudas están todas al día.  Que no hay pagos pendientes.  Que duermen a sus anchas, sin sobresaltos. Que la presión arterial está en su punto óptimo.  Que el páncreas y el h

LAS DENOMINACIONES...

Nací y crecí espiritualmente en una congregación donde se nos enseñaba que solo allí había salvación. Que fuera de esa denominación todos eran del Diablo... Que solo nosotros éramos hijos de Dios. Los otros... ¡A saber, usted...! Claro, le hablo de hace 35 años atrás. Hoy las cosas han cambiado. Aunque no mucho. Todavía quedan por allí congregaciones y hermanitos que nos ven raros a los que nos vestimos con prendas que ellos no usan... Aunque me sospecho que desean hacerlo pero su religión no se los permite. ¿Donde nació esta separación? No fue en Guatemala, gracias al Señor. Ni aquí en El Salvador, menos mal... Leamos lo que dicen los discípulos de Jesús en Lucas 9:49... "Y Juan contestó y dijo: Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo porque no nos sigue a nosotros" ¿Lo ve? Allí nacieron las denominaciones cristianas. ¿Quién cumple con nuestros dogmas? ¿Quién cumple con nuestras doctrinas? Ellos son de los nuestros.

ESTE ES EL DIA...

"Este es el día en que el Señor actúo, regocijémonos y alegrémonos en él" Sal. 118:24 NVI. Días buenos. Todos son buenos. Los que no somos buenos somos nosotros. Porque calificamos nuestros días de acuerdo a nuestros deseos y actitudes. Porque queremos que todos los días sean llenos de luz, de gozo, de alegría, sin problemas, sin gritos en la casa, sin que los niños molesten a la hora de levantarlos, cuando hay que ir a dejarlos al colegio, no queremos que el jefe nos hable fuerte, que no nos regañen, que nuestro cónyuge amanezca con la sonrisa tatuada en sus labios... Queremos días sin cobradores, sin reclamos, sin palabras de "mejor divorciemonos", "no te aguanto más", "ya no te soporto"... Queremos días en los cuales le caemos bien a todo el mundo. Que el chofer del bus nos ceda el paso. La camioneta que va delante de nosotros no eche humo negro en nuestras ventanillas.  El semáforo nos está esperando para darnos el verde. Alguien qu

¡CON HERMANITOS ASI...!

Lucas 15... La Biblia es tan perfecta que no esconde nada de nuestras más bajas pasiones. Todo lo trae a la luz para mostrar qué somos y quienes somos. Dos hijos. Una misma casa. Una misma enseñanza. Padres y bienes. Todo es de los dos. Pero uno de ellos pide su parte y se la dan a los dos. El pequeño... ¡Cuándo no los pequeños! se va a la calle y disfruta a su manera lo que su padre le dio obligado por el berrinche que le hizo su hijo. Abandonó la casa y todo lo que significaba disciplina, enseñanza y obligaciones. Ya no más barrer su cuarto. Ya no más recoger su ropa sucia. Ya no más poner la mesa antes de cada comida. El otro se queda. Aunque quizá hubiera sido mejor que también se fuera a vomitar toda su hipocresía y amargura a la calle. Porque eso era y un poco más... Escuchemos primero al padre: "...Salió su padre y le rogaba que entrara" Pero el malcriadote de su hijo le responde con varios argumentos: "Por tantos años te he servido" -le echa e

UN PEQUEÑO DIALOGO...

Se abre el telón... José: Toca la puerta del mesón. Espera con impaciencia a que el mesonero le habra para pedirle una habitación para su esposa María quien está a punto de dar a luz. El mesonero: No hay cuartos. Todos están llenos. El censo ha provocado este abarrotamiento y el lugar está topado. No hay lugar para ustedes... José: Pero mi esposa está a punto de alumbrar y en su vientre lleva al Hijo de Dios, por eso necesitamos con urgencia una habitación. El mesonero: Ya sé que para lograr algo, la gente se inventa cada cosa... José: Estoy hablando en serio. Ella fue fecundada por un ángel y quedó encinta del Espíritu Santo. El mesonero: ¿No les digo pues? ¡A otro con ese cuento...! Y váyanse porque no tengo tiempo de estar escuchando historias de otro mundo. José: Le digo que es cierto. Mi esposa está lista para el alumbramiento y usted tiene que tener algo que ofrecerle. El mesonero: Bueno, si es Hijo de Dios o suyo no me importa. Lo único que tengo es un establo.

NUESTROS BECERROS...

El pueblo de Israel está a los piés del Monte Sinaí... Han visto hasta ahora, una serie de milagros a cuales más portentosos... El mar Rojo abierto para que pasaran en seco... Los egipcios ahogados por ese mismo mar para que los dejaran salir... El agua de Mara endulzada por un tronco... Milagro tras milagro. Favor tras favor. Protección. Cuidado amoroso de parte del Padre Dios. Comida. Agua. Sombra y luz... Amor en una palabra... Y ahora están a los piés del Monte Sinaí donde Moisés sube a traer las Tablas de los Mandamientos. Se reunirá con ese Dios que hasta ahora los ha protegido de sus enemigos y los ha alimentado de su propia Mano. Sube Moisés y se tarda más de lo que el pueblo esperaba. Se tarda cuarenta días... Y ellos se desesperan. Nunca se había  separado de ellos por tanto tiempo. Cuando Moisés oraba por ellos,  Dios les respondía rápidamente. Se acostumbraron a lo rápido, a lo desechable, a lo inmediato. Y ahora que Moisés no baja, ellos toman una decisión: Desec

¿ILUSION O REALIDAD?

Un restaurante. En la mesa de al lado una pareja se dispone a empezar su almuerzo. Se acerca el mesero  y les toma la órden. Ordenan sus cosas, se sonríen cada uno y empieza a suceder algo que no debiera suceder... Sacan sus Blackberrys... Y empiezan a adentrarse en un mundo de ficción. En un mundo de ilusión. Cada uno de ellos incursiona en una experiencia falsa de realidad... Es la mentira del "chat". Porque ellos creen que están comunicandose con las personas con quienes chatean. Creen que están uniendo lazos de amistad y compañerismo, pero no es cierto. Sencillamente están intercambiando palabras. Pensamientos y verbos y sustantivos... Pero no hay interrelación. Porque no se ven. No se tocan. No se sienten. Todo es ficción. Están allí pero no están. Lo irónico es que esta pareja de casados supuestamente se reunieron en el restaurante para almorzar juntos. Y si, están juntos, pero no unidos. Cada uno tiene puesta su mente y sus pensamientos en lo que están escribien

EL RECHAZO DE DIOS...

No quiero ser ave de mal agüero, pero debo ser sincero. Hay gente a quienes Dios rechaza. Lo que sucede es que estamos mal enseñados porque se nos ha dicho que Dios es amor. Y claro que lo es. De otra manera nunca lo hubiéramos conocido a traves de Jesucristo. Pero el verso no termina allí. Porque también dice que es fuego consumidor. Y esa es la parte que no nos dicen los predicadores del amor de Dios. Y eso ha creado una cultura de evangélicos mediocres, pecadores, salvos siempre salvos que no respetan el Sacrificio expiatorio de Cristo. Si peco, Dios me perdona y qué... Al fin y al cabo soy hijo de Dios... Ajá... ¿Y lo que sigue qué? "Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento. Por cuanto tú has rechazado el conocimiento, yo también te rechazaré para que no seas mi sacerdote, como has olvidado la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos" Oseas 4:6 Lapidarias palabras, ¿no le parece? Y lea bien. Él no se olvidará solo de usted sino también de sus

SOMOS CONSTRUCTORES

"Por tanto, alentaos los unos a los otros, y edificaos el uno al otro, tal como lo estáis haciendo" 1a. Tes. 5:11 Cada uno de nosotros està en el negocio de la construcción.  Pero eso no significa que usted y yo estamos fabricando nuestro propio edificio. Estamos construyendo las casas de los demás. Somos piedras vivas, eso dice Pedro, por lo tanto, alguien està construyendo mi casa. Y ese alguien es otro a quien están construyendo también.  Eso es lo hermoso de la congregación. Por eso dice Pablo que no dejemos de congregarnos, porque al hacerlo estamos dejando de construìr a alguien... Y lo estamos dejando a medias. Porque el hombre se afila con el hombre... Si alguien no se congrega, està construyendo su casa por sì solo. Y eso es imposible. Nos necesitamos unos a otros. Nadie puede construìr su casa sin ayuda de alguien. ¿Se lo demuestro? ¿Quièn hará el trabajo de drenajes de aguas sucias? Un hombre que sabe de drenajes. ¿Quièn hará el trabajo eléctrico? Solo

CONOCIMIENTO vs. ENCUENTRO...

Dios comienza el proceso de rendimiento a Él derribándonos de nuestro pedestal. Esto le sucedió a Pablo.  Él estaba en camino hacia Damasco, seguro de sí mismo, cuando una luz cegadora vino el cielo.  Pablo fue derribado al suelo, temblando.  Luego una voz habló desde el cielo diciendo: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?" Hechos 9:4. Pablo sabía que algo le faltaba a su vida.  Pablo tenía un conocimiento de Dios, pero no tenía una revelación personal de parte de Él. Ahora de rodillas, él escuchó estas palabras del cielo: "Yo soy Jesús, a quien tú persigues". Estas palabras volcaron el mundo de Pablo de arriba a abajo. De allí en adelante, la vida de Saulo ya no volvió a ser la misma. Aquel arrogante evangélico, asistente a la iglesia, cantante de coritos y servidor en el diaconado pero ignorante de quién es realmente el Señor, ya no volvió a ser el mismo... ¿Se imagina? ¿Un Saulo que decía ser temeroso de Dios, respetuoso de las normas bíblicas, el que hab

¿POR QUE SUFRIMOS?

"Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento.  Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?" Juan 9:1-2 !Alguien tiene que tener la culpa¡ Mi vida no está como quiero que esté.  Alguien tiene la culpa... Señor, esto no es justo. Yo no merezco esto. ¿Quién hizo que esto me suceda a mí? Todo ser humano vivo ha tenido un pensamiento como éste. ¿Quién pecó? Yo no, Señor, le reclamamos en la oración. Tiene que ser alguien más. Solo dime para saber a quién culpar... Los discípulos, como nosotros, viven en una suposición falsa.  Es una suposición que impregna el pensamiento religioso.  Todos sabemos que el pecado trae consecuencias.  Cuando alguien peca, suceden cosas malas.  Tenemos la experiencia personal para verificar esta ecuación.  Cuando perdemos el paso, la Biblia nos dice que inevitablemente se produce la tragedia.  De hecho, uno de los principios fundamentales de la visión hebrea del pecado es que l

EL COMPROMISO

Después de la luna de miel, pasan cosas en algunos matrimonios. Vienen los hijos. Vienen las obligaciones financieras. Vienen los vehículos para cada uno de los dos. Vienen las compras del súper. Vienen problemas y dificultades... normales en todo matrimonio. Y es donde, si no estamos preparados, la barca empieza a hacer agua. Los agujeros morales y espirituales de la pareja empiezan a mostrar puntos vulnerables y las tormentas del divorcio, el cansancio, el hastío y la depresión sentimental amenazan con hacer naufragar el barco. No nos prepararon para los momentos malos. Nos guste o no, siempre habrá en nuestro caminar un día malo. Lo dice la Biblia y si ella lo dice es cierto. Yo lo sé por experiencia... El asunto no es el día malo. El asunto es cómo lo enfrentamos... ¿Nos quedamos o nos vamos? ¿Nos apoyamos o abandonamos a su suerte a quien se quede? Muchos, tristemente, se van... Esto nos lleva a preguntarnos: si así es como se comportan las personas casadas, ¿qué sig