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Mostrando entradas de septiembre, 2011

¿QUÉ HACEMOS? PORQUE ESTE HOMBRE... (Jn. 11:47)

Si usted se siente acosado por su pareja y no le entiende su nuevo estilo de vida despues de haber encontrado a Jesús... no se preocupe. Preocúpese si su cónyuge no ve cambios en usted. Eso pone en duda su nuevo nacimiento... Pero si le acusan de "santo". Si le dicen: "hazme un milagro, pues...". Si se burlan de usted a causa de su nueva vida. Si le dicen con sorna: "cómo no, el santurrón..." ¡Alégrese! Están viendo a Jesús en usted. Están empezando a ver a otra Persona en usted. El Espíritu Santo ha empezado a cincelar en usted el carácter de Cristo. Eso tiene sus bemoles. Por eso es que muchos se retiran en cuanto empiezan los cambios. Porque la gente a su alrededor no soporta que otra persona que antes maldecía ahora bendice. Que antes tomaba licor, ahora sea abstemia. Que antes insultaba con palabras soeces, ahora hable con palabras sanas. Que antes se fumaba sus paquetes de cigarrillos diarios, ahora se olvide de esos vicios. No soportan a aquell

¿DONDE DEBEMOS ESTAR ENTONCES? (Jn. 12:26)

Decir que soy cristiano es una cosa. Ser evangélico otra. Como siempre he dicho: evangélicos hay por montón. Cristianos son pocos. Los que se atreven a ser confrontados con su verdad. Los aguantadores. Los que bajan la frente ante la Presencia del Señor cuando les señala su pecado. Cristianos son los que aceptan su condición y no la niegan. Al contrario, trabajan fuertemente para arreglar lo que está mal. Para coser lo descocido pues...   Jesús es pragmático. No tiene pelos en la lengua a la hora de decir la Verdad. ¿Acaso Él no es la Verdad? Por lo tanto lo que habla es Verdad. Innegablemente. No se puede contradecir... a menos que usted sea de los evangélicos que a todo le encuentra excusa... para vivir a su manera. On my Way, cantó Sinatra. Y los evangélicos también. Es su himno bandera. Pero los cristianos son otra cosa. Ellos entienden perfectamente lo que quiso decir Jesús cuando expresó ese pensamiento: Si alguno me sirve, que me siga. Y donde yo estoy allí estará mi servidor.

...YO ERA CIEGO... (Jn. 9:25)

¡Qué problemón el que se le armó a este ex ciego. Pareciera que cuando Jesús hace un milagro, habrá gente que, en lugar de alegrarse se enojarán. Y atacarán. Afilarán sus lenguas como espadas para decir un montón de tonterías e ignorancias... Que si fue el diablo, que si fue el primo que vive en los USA, que si tenía herencia, que si esto... que si lo otro. Menos Jesús. Jesús no es capaz de hacer ver a los ciegos. No es capaz de cancelar la matrícula para la universidad. No es capaz de vencer el cáncer. No puede hacer lo que Él dice. Son supersticiones, hermano, puras supersticiones... Mejor vaya con el sobador. Mejor con el brujo. Deje de orar y vaya con la señora que fuma el puro...   ¡No!, mil veces no.   El ciego era ciego de nacimiento. Así que no hay remedio. Porque si hubiera sido ciego por accidente pués es más fácil operarlo y volverle la vista. O por lo menos, ponerle lentes... Pero ciego de nacimiento es otra cosa. Y Jesús hace lo imposible más imposible todavía... Porque n

¿GRIEGO O HEBREO?

Un hombre se ha casado con una mujer que salió tremendamente mala. Es inútil, soberbia, necia, rebelde, perezosa, malagradecida e incompetente... Sin embargo, ese hombre mantiene su pacto. Prometió serle fiel a esa mujer aunque ella no lo sea. Prometió proveerle todo lo necesario aunque ella no lo merezca. Prometió dar su vida por ella aunque ella no lo agradezca... Esa mujer tenía sus obligaciones. Su obligación era atender a su esposo. Su obligación era amarlo y cuidarlo. Limpiarle su casa. Mantener sus instrucciones al día. Ser obediente y sujeta a su marido. Su obligación era cuidar sus finanzas, era representarlo honorablemente ante la sociedad y el mundo... Su obligación era estar siempre atenta a sus deseos y satisfacer sus demandas...   Pero no fue así. Esa mujer le falló a su esposo. Se fue tras otros amantes. Lo traicionó. Abandonó su casa por irse de fiesta con sus amigotas. Se mezcló con otros hombres y se prostituyó... Le fue infiel hasta lo sumo.   Y su esposo permaneció

BUENAS OBRAS

Estoy convencido de esto, que el que comenzó la buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús. Filipenses 1:6  ¿Usted hace buenas obras? La respuesta depende de lo que entendemos por "bueno".   Tal vez el problema real es que la palabra "bueno" es demasiado amplia. Tenemos que saber lo que Pablo tenía en mente antes de aplicar nuestros puntos de vista a sus palabras. Porque lo que es bueno para nosotros es malo para Dios. Por eso debemos tener cuidado de cómo vivimos, qué comemos, qué vemos y qué hablamos... o escuchamos.   Fundamental para el pensamiento hebreo es la relación entre Dios y el bien. "Dios es bueno", expresa la confesión básica del judaísmo. Por lo tanto, lo que es realmente bueno se define únicamente por Dios mismo. Jesús  reconoció esta identidad esencial cuando dijo: "¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno. Buenas obras, es finalmente la obra de Dios, no importa qué o quién es el intermediario. Ahor

PADRE NUESTRO...

En mi niñez fue un rezo...   Lo aprendí en mis clases de catecismo en la parroquia de mi colonia. Mi papá, como buen militar de aquellos tiempos, nos obligaba a mi hermano y a mí a visitar la Iglesia de nuestra niñez para cumplir con los ritos de ella. Allí dí mis primeros pininos con la religión de mis padres. Mi mamá fue una excelente rezadora del barrio. La llamaban para dirigir los rezos en cualquier ocasión: velorios, día de difuntos, cuaresma y otras más.   Y nosotros, sus pequeños, íbamos a donde ella iba... Crecimos rezando. Aprendimos viendo. De manera que cuando ya fui joven, siempre recé. Me supe de memoria todo el libro de rezos de mi religión... Y, cuando tenía problemas... rezaba. Cuando pecaba... rezaba. Cuando me involucré en rebeldía... rezaba. Cuando engañé... recé.   Pero conocí a Jesús en Persona. Y dejé el rezo. Ahora... oro. Y eso cambió mis paradigmas. Cambió mi vida. Cambió mis expectativas. Cambió mi presente y mi futuro... Ahora oro. Ya no repito, ahora plati

LOS CUERVOS...

Según me contó mi maestro y mentor Dr. Otoniel Ríos, de grata recordación en Guatemala, los cuervos que salieron del Arca de Noé a ver si el diluvio ya había pasado, fueron la misma especie que le llevó carne al profeta Elías cuando éste se escondió en la cueva de Querit...   Los cuervos de Noé ya no regresaron. Por una obvia razón. Eran animales carroñeros. Se pusieron felices porque después de pasar cuarenta días comiendo paja en el Arca, al fin había carne qué comer. ¡Al fin pudieron darse un festín porque toda la tierra estaba llena de cadáveres de animales ahogados!  Es decir, que lo que a nosotros nos parece asqueroso... para ellos es un manjar. ¿Se imagina? Disculpe el comentario, pero... ¿a qué olerían sus picos? ¿A qué olerían sus plumas después de esa comilona? ¿A qué olerían sus patas después de pararse en cada cadáver? Bueno, no sigo porque estoy escribiendo esto antes de mi desayuno y no quiero arruinármelo...   Pero es una verdad ineludible que esos an

LAS CUEVAS...

Si usted es como yo... las cuevas le deben dar ñañaras... No me gustan porque son incómodas. Son oscuras, húmedas, mantienen una colonia de bichos que para qué le cuento. Pero también es cierto que el Señor a veces tiene que meternos en una cueva para tratar con nosotros. Con nuestras realidades humanas. Esas cosas feas que nos dañan no solo a nosotros sino también a la Imagen de Jesús. Al fin y al cabo para eso aceptamos a Jesús: para que se formara Su Imagen en nosotros, ¿cierto? Nos guste o no tenemos que llegar al día en que nos parezcamos a Él. No hay prisa para el Señor, así que mejor nos ponemos contentos cuando nos envíe a alguna cueva para realizar su Propósito. Punto.   Eso fue lo que hizo con Elías. El gran profeta que hizo descender fuego del Cielo y le cortó la cabeza a un montón de profetas falsos. Después de esa victoria, el hombre cayó en depresión porque una mujer algo chiflada se le ocurrió amenazarlo con matarlo. El siervo del Señor entra en páni

¿FUE A LA IGLESIA EL DOMINGO PASADO?

En el libro de Hechos 2:41-47 se nos enseña cómo era la iglesia naciente. Era una congregación en donde se recibía a los nuevos convertidos con muchas muestras de amor. Como al convertirse al Señor se quedaban sin familia, sin sustento e incluso sin casa, la asamblea los recogía con amor, con calor y con suficiente provisión para que no les faltara nada. Dice el libro que todos tenían las cosas en común. Compartían sus cosas entre todos. Bueno, en una palabra, no había egoístas. Tampoco vividores. Al leer detenidamente el libro de los Hechos nos damos cuenta de que se daba una vida muy interesada en los otros, muy interesada en que los demás tuvieran lo necesario y que además el amor de Cristo se manifestara de manera real y vivencial entre la comunidad que ellos generaban. ¡Cómo honraban el nombre de Iglesia, pues era de manera concreta la "Asamblea de Afuera" o de los de afuera, y asumían el privilegio de ser el cuerpo de Cristo, interactuando, apoyándose

EDIPO...

Una tragedia escrita por el griego Sófocles sobre la vida de un desventurado príncipe de Tebas, hijo de Layo y de Yocasta. Según la tragedia, este príncipe va huyendo de su destino. Un oráculo había profetizado que sería el asesino de su padre y esposo de su madre. Lo admirable de esta tragedia es que, el joven, para huir de su sino, cada vez que llegaba a una intersección de caminos, daba vueltas sobre el centro del vértice y hacia donde quedara su vista para allí iría, dejando al mismo destino que lo dirigiera hacia donde debía cumplir la profecía. La historia sigue y se cumple lo predicho: En el camino mata a Layo su padre y al llegar a la ciudad se enamora y se casa con Yocasta su mamá. Cumple su destino...   ¿Y nosotros? No vivimos tragedias griegas. Tampoco nos vamos a la esquina a ver hacia donde caminamos para cumplir nuestro destino o para alejarnos de él. Pero sí estamos sujetos a una Voluntad: La Perfecta y Buena Voluntad de Dios. No podemos huir de ella. El

ODRES VIEJOS... ODRES NUEVOS

Reposado ha estado Moab desde su juventud, ha estado tranquilo sobre su sedimento; no ha sido vaciado de odre en odre, ni ha ido al destierro; por eso retiene su sabor, y su aroma no ha cambiado. Jeremías 48:11 ¿Cómo cambiamos entonces? ¿Cómo dejaremos de ser las mismas personas que llegamos a la Iglesia hace ya tantos años? ¿Cómo hacer para dejar aquellos viejos hábitos que nos avergüenzan y humillan ¿Cómo predicar sin palabras? ¿Cómo impactar otras vidas sin que nos vean aún con barro en los pies? ¡Ahhhh! Ese es el meollo del asunto...   No cambiamos porque no permitimos ser vaciados de odre en odre. ¿Cómo funciona esto? Jesús dijo: No se puede echar vino nuevo en odres viejos. Para echar vino nuevo en un odre, éste tiene que ser nuevo. Pero para ser odre nuevo, tengo de dejar las cosas viejas. El odre viejo no puede recibir el vino nuevo. No podemos tener lo nuevo en odres viejos. Así de simple. O permito que el  Señor me cambie a un odre nuevo... o tendré que

TU HIJA HA MUERTO, NO MOLESTES MÁS...

En Lucas 8:49-50 se nos enseña algo que sucede muy a menudo en nuestras vidas.Creemos que Jesús es capaz de todo. Pero cuando alguien viene a nuestro lado y nos dice que Él, en este caso, ya no es capaz de hacer algo, que ya no pidamos, no nos escuchará. Y, si nos escucha, nos dirá que ya es demasiado tarde... Ya no hay nada qué hacer. Se acabo. El banco ya firmó el desalojo. El hospital ya dio su última palabra. Se murió. El licenciado firmó la sentencia de embargo. La policía ya emitió orden de arresto. Es demasiado tarde. Jesús ya no puede hacer nada. Conformarse al resultado es lo mejor y preparar el funeral... Jairo está en esa incertidumbre. Sus amigos llegan a donde él está esperando a Jesús quien está atendiendo a una señora que se le cruzó en el camino. Había pedido que fuera a su casa a sanar a su hija pero se entretuvo con esa mujer. Y las noticias no pueden ser más negras para Jairo. "Tu hija ha muerto, no molestes más al Maestro". Son palabras lapid

¿QUÉ NOS PASÓ...?

El cristianismo empezó en Palestina como un compañerismo, se trasladó a Grecia 
 y se convirtió en una filosofía, se trasladó a Italia y se convirtió en una institución,  se trasladó a Europa y se convirtió en una cultura,  vino a América y 
 se convirtió en una empresa." Rev. Sam Pascoe.   Triste, ¿verdad? Porque eso es lo que vemos hoy en día en muchas congregaciones que dicen adorar al Señor. Ya lo dijo el teólogo Samuel Pascoe. Cité sus palabras arriba. Hoy nos hemos vuelto más adoradores de templos que de Dios. Adoramos el culto. El culto al pastor, al hombre, al diezmador. Adoramos el edificio donde nos congregamos. Cuidamos mucho de no manchar sus paredes y sus pisos, aunque los corazones de los que están adentro estén manchados de pecado, lujuria y un sin fin de aberraciones. Cuidamos el programa dominical y esperamos que nadie, ni el  Espíritu Santo lo desordene. Nos regimos más por lo que dicen los estatutos de nuestra institución que por lo que dice l