¿GRIEGO O HEBREO?
Un hombre se ha casado con una mujer que salió tremendamente mala.
Es inútil, soberbia, necia, rebelde, perezosa, malagradecida e incompetente...
Sin embargo, ese hombre mantiene su pacto. Prometió serle fiel a esa mujer aunque ella no lo sea. Prometió proveerle todo lo necesario aunque ella no lo merezca. Prometió dar su vida por ella aunque ella no lo agradezca...
Esa mujer tenía sus obligaciones. Su obligación era atender a su esposo. Su obligación era amarlo y cuidarlo. Limpiarle su casa. Mantener sus instrucciones al día. Ser obediente y sujeta a su marido. Su obligación era cuidar sus finanzas, era representarlo honorablemente ante la sociedad y el mundo... Su obligación era estar siempre atenta a sus deseos y satisfacer sus demandas...
Pero no fue así. Esa mujer le falló a su esposo. Se fue tras otros amantes. Lo traicionó. Abandonó su casa por irse de fiesta con sus amigotas. Se mezcló con otros hombres y se prostituyó... Le fue infiel hasta lo sumo.
Y su esposo permaneció fiel. La buscó, la encontró sucia, desarrapada y llena de impurezas, pero gracias a su pacto con ella, él trató de llevarla de regreso a casa para honrarla y darle su amor... a pesar de su infidelidad, el amante esposo trató de limpiar el honor de su esposa... pero ella no lo apreció y acabó por desesperarlo.
Y, muy a su pesar... tuvo que buscarse otra esposa.
Los mismos derechos... pero también las mismas obligaciones.
Pero... ¿qué sucedió con esta otra? ¡Resultó peor que la primera! Porque ésta otra esposa también su prostituyó con los hombres de su entorno. En lugar de honrar a Su Esposo, ella buscó su propia honra. En lugar de cuidarse en santidad para su marido, ella se ensució con los placeres del mundo. Defraudó la confianza de su amoroso esposo. Aunque Él ha permanecido Fiel a sus votos matrimoniales hacia ella, ella lo ha traicionado, le ha fallado y le ha mentido...
La Iglesia es ésta infiel que sigue siendo griega en lugar de tomar el lugar de la esposa hebrea... El Señor dejó a un lado a Su Esposa escogida desde siempre, Israel, pero a causa de sus traiciones la dejó por un tiempo y se buscó otra... la gentil... pero la gentil tampoco ha seguido Sus instrucciones, sus mandamientos y decretos. Ha vivido a su manera... Le canta lo que ella quiere, se viste como ella quiere, camina como ella quiere, adora como ella quiere y a quien ella quiere...
Sigue viviendo a su manera griega en lugar de tomar el camino que al Esposo le gusta. Ignora que su Esposo no es griego... es hebreo.
¡Lástima...! ¿verdad?
Es inútil, soberbia, necia, rebelde, perezosa, malagradecida e incompetente...
Sin embargo, ese hombre mantiene su pacto. Prometió serle fiel a esa mujer aunque ella no lo sea. Prometió proveerle todo lo necesario aunque ella no lo merezca. Prometió dar su vida por ella aunque ella no lo agradezca...
Esa mujer tenía sus obligaciones. Su obligación era atender a su esposo. Su obligación era amarlo y cuidarlo. Limpiarle su casa. Mantener sus instrucciones al día. Ser obediente y sujeta a su marido. Su obligación era cuidar sus finanzas, era representarlo honorablemente ante la sociedad y el mundo... Su obligación era estar siempre atenta a sus deseos y satisfacer sus demandas...
Pero no fue así. Esa mujer le falló a su esposo. Se fue tras otros amantes. Lo traicionó. Abandonó su casa por irse de fiesta con sus amigotas. Se mezcló con otros hombres y se prostituyó... Le fue infiel hasta lo sumo.
Y su esposo permaneció fiel. La buscó, la encontró sucia, desarrapada y llena de impurezas, pero gracias a su pacto con ella, él trató de llevarla de regreso a casa para honrarla y darle su amor... a pesar de su infidelidad, el amante esposo trató de limpiar el honor de su esposa... pero ella no lo apreció y acabó por desesperarlo.
Y, muy a su pesar... tuvo que buscarse otra esposa.
Los mismos derechos... pero también las mismas obligaciones.
Pero... ¿qué sucedió con esta otra? ¡Resultó peor que la primera! Porque ésta otra esposa también su prostituyó con los hombres de su entorno. En lugar de honrar a Su Esposo, ella buscó su propia honra. En lugar de cuidarse en santidad para su marido, ella se ensució con los placeres del mundo. Defraudó la confianza de su amoroso esposo. Aunque Él ha permanecido Fiel a sus votos matrimoniales hacia ella, ella lo ha traicionado, le ha fallado y le ha mentido...
La Iglesia es ésta infiel que sigue siendo griega en lugar de tomar el lugar de la esposa hebrea... El Señor dejó a un lado a Su Esposa escogida desde siempre, Israel, pero a causa de sus traiciones la dejó por un tiempo y se buscó otra... la gentil... pero la gentil tampoco ha seguido Sus instrucciones, sus mandamientos y decretos. Ha vivido a su manera... Le canta lo que ella quiere, se viste como ella quiere, camina como ella quiere, adora como ella quiere y a quien ella quiere...
Sigue viviendo a su manera griega en lugar de tomar el camino que al Esposo le gusta. Ignora que su Esposo no es griego... es hebreo.
¡Lástima...! ¿verdad?
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