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Mostrando entradas de marzo, 2023

EN TODAS ESTAS COSAS

  Romanos 8:35  “¿Quién nos separará del amor de Cristo?” Tenemos que comprender que el camino con el Señor no es un camino fácil.  Está lleno de problemas y motivos para “tirar la toalla”.  El camino de la fe consiste en confiar en el Señor para poder superar todos esos problemas y ver cambios radicales en los momentos de crisis de la vida. Romanos 8 nos enseña: “¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?… Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” Pero cuando leemos la Escritura con ojos nuevos nos damos cuenta de detalles que se nos pasan por alto. El camino de la fe no dice “SIN todas estas cosas somos más que vencedores” sino “EN todas estas cosas” ¿Que cosas? Tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro, espada y muerte.  En todas estas cosas somos más que vencedores, no por medio de nuestros propios méritos, sino por los méritos de aquel que nos amó hasta la muerte. Así que

¿POR QUÉ LO HACE?

  Génesis 39:2-4   “Y el SEÑOR estaba con José, que llegó a ser un hombre próspero, y estaba en la casa de su amo el egipcio. Y vio su amo que el SEÑOR estaba con él y que el SEÑOR hacía prosperar en su mano todo lo que él hacía. Así encontró José gracia ante sus ojos y llegó a ser su siervo personal, y lo hizo mayordomo sobre su casa y entregó en su mano todo lo que poseía” Una persona a quien quiero mucho y que conozco desde hace un buen tiempo se me acercó hace poco para decirme que había abandonado el trabajo que tenía porque “era muy cansado”.  En ese trabajo tenía muchas bendiciones, por ejemplo, le daban un vehículo para que se movilizara de su casa a su trabajo sin cobrarle nada, cuando salía de viaje al interior del país, le daban para sus gastos de alimentación. Sus patrones le trataban con dignidad y mucho aprecio porque ese muchacho es muy cortés, humilde y educado.  Pero haragán.   Desde que lo conocí, este hombre se quejaba siempre de sus trabajos. Siempre andaba en b

¡OH, ALMAS ADÚLTERAS...!

Romanos 1:16  “Porque no me avergüenzo del evangelio…” La Iglesia le está fallando a Dios y a su pueblo.  Los predicadores le estamos fallando a Dios y a los hombres. Estamos siendo los culpables de que la gente que se reúne a escuchar una plática de unos treinta minutos cada domingo salgan de los templos tal como entraron, solo que con un poco más de retos y desafíos para hacer dinero, para alcanzar sus metas y sueños de tener puestos de más importancia dentro del sistema del mundo. Pero cada vez más lejos del conocimiento de la Verdad. Estamos siendo culpables que el pecado de ignorar la Palabra de Dios no penetre en los corazones de las personas que se saben de memoria los cantos, los coritos e incluso, los versos de los salmos que se leen de memoria. Pero no estamos enseñando el verdadero Evangelio de Cristo.  Estamos enseñando nuestro propio evangelio. A lo malo le estamos llamando bueno y viceversa.  Ya no hablamos del pecado, ahora le llamamos enfermedad. Ahora le llamamos

LA RESPONSABILIDAD DE SER PADRES

Génesis 12:1 “Y el SEÑOR dijo a Abram: Vete de tu tierra, de entre tus parientes y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré” Bueno, estamos en la era de la pérdida de los valores familiares. Pero no se asusten, lectores, que eso ya sucedió mucho antes que todos nosotros naciéramos o siquiera pensáramos en nacer.  Claro, eso no es pretexto para repetir la historia. El hecho que ya haya sucedido lo que estamos viendo y viviendo hoy en día no es excusa para que no pongamos las barbas en remojo. Especialmente los hombres. Si, los hombres que se casan, tienen buenos empleos, abundancia de títulos académicos y buenos sueldos, tienen hijos y no saben como ser lo que sus hijos los llaman: papá.  Siempre se ha escuchado decir que nadie nos enseña a ser padres. Pero eso es mentira. Porque para eso existe el espejo que se llama Biblia. El problema es que nadie la lee antes de ser padre. Incluyéndome a mi por supuesto. Ahora que peino canas, que transito por la que llaman la “t

¿SE PUEDE O NO?

Génesis 6:9  “Noé era un hombre justo, perfecto entre sus contemporáneos; Noé andaba con Dios” ¿Noe era justo realmente? Según los estudiosos, comparado con la conducta pecaminosa de la generación de su tiempo, Noe era justo. Y lo era por una razón: Caminaba con Dios. Pero, ¿qué significa que caminaba con Dios?  Aquí está el quid de la cuestión. No era fácil. No era asunto solo de oración y consagración. No era asunto de esconderse en una iglesia todo el domingo para aparatarse de la sociedad corrupta de su tiempo. Y, para que Dios dijera que Noe era justo delante de Él, es porque lo era. Dios nunca adorna la conducta de sus santos. Lo negro lo llama negro y lo blanco blanco. De manera que cuando Dios dice que su siervo era justo es porque lo era. Disculpen la repetición, pero debo dejar claro que ser justo no significa lo que nosotros creemos. Es lo que Dios dice y punto. Para que seamos claros, el texto dice en el verso 7: “porque he visto que solo tú eres justo delante de mí

NUESTRA HISTORIA

  Génesis 37:1-2 “Esta es la historia de las generaciones de Jacob: José, cuando tenía diecisiete años…” La Biblia tiene una manera muy particular de contarnos sus historias. Dios es -con el debido respeto-,  tan Multifacético que si no estudiamos bien su Palabra, nos vamos a quedar a oscuras sin conocer la verdad oculta dentro de sus páginas. Ella, la Escritura, declara que es gloria de Dios encubrir un asunto, pero gloria del rey escudriñarla. ¿Qué significa esto? Que a Él le complace cuando uno de sus reyes investiga, escarba y se esmera en buscar la perla que está escondida en ese vasto océano que es la Biblia. Cuando nos esmeramos en escudriñar en ese magma inmenso que es la Palabra de Dios, Él nos abre su buen tesoro y nos regala sus revelaciones.  Por supuesto, hay quienes se niegan a aceptar que Dios aún revela cosas ocultas en su Palabra. Académicamente hablando, hay quienes dicen que ya todo está revelado, que ya no hay más que aprender, pero personalmente soy un testim

LO QUE NO DEBE HACERSE

  Génesis 34:7  “Y aquellos hombres se entristecieron y se irritaron en gran manera porque Siquem había cometido una infamia en Israel acostándose con la hija de Jacob, pues tal cosa no debe hacerse” ¿Que es lo que hoy no debe hacerse entre el pueblo de Dios?  Lo mismo que no debió hacerse en el pasado en el pueblo de Israel.  Ya vimos en un escrito anterior que Dina salió a visitar a las “hijas de la tierra” y después de una relación -no sabemos de cuanto tiempo-, Siquem se enamoró de ella y “se acostó” con ella  y la violó. Bueno, aquí está lo que no debió hacerse: No era pecado que un hombre se enamorara de una mujer. Es lo más normal y aceptable. -Por supuesto, vamos a dejar de lado las costumbres culturales y sociales que también tienen mucho que ver-, pero lo que vamos a examinar aquí es lo que no debió hacerse en aquella época, y por extensión, lo que no debe hacerse hoy en día.  Pero sucede, mis hermanos, vergonzosamente sucede.  Vamos por partes: Siquem se enamora de

¿LAS MANDRÁGORAS O DIOS?

  Génesis 30:15   “Y Raquel dijo: Que él duerma, pues, contigo esta noche a cambio de las mandrágoras de tu hijo” ¿Una hija de Dios utilizando afrodisíacos para lograr el amor de su esposo?  ¿O viceversa? ¿Es necesario utilizar esas pastillas azules para poder cumplir con el compromiso matrimonial? Me parece que lo que descubrieron los laboratorios para “ayudar” a los hombres cincuentones a seguir teniendo el vigor que ya perdieron por la edad, no es nada nuevo. Raquel ya lo había utilizado. La Biblia no dice que las mandrágoras hicieron efecto en Raquel cuando ésta las tomó a cambio de que Jacob durmiera con su hermana Lea. Ella esperaba que después que él se llegara a ella quedaría embarazada de su primer hijo. Cosa que no sucedió.  La Biblia no narra los sucesos en las vidas de sus gentes de forma continua. Deja espacios entre uno y otro para que nos demos a la tarea de averiguar qué sucede entre esos espacios de silencio. ¿Las mandrágoras hicieron efecto o no? No, no lo hic

¿COMO FUE POSIBLE?

Lucas 12:32   “No temáis, manada pequeña; porque al Padre ha placido daros el reino” A mi me ha sucedido, no tengo empacho en confesarlo. Negarlo sería mentirles sobre mi propia naturaleza pecaminosa y de falta de fe. La fe es algo que se pierde fácilmente. Aunque llevo años viviendo de la Misericordiosa Mano proveedora del Señor, aún lucho contra esa inclinación al mal que me invade a veces provocando miedo e inseguridad cuando las cosas se ponen lentas, especialmente en materia financiera. ¿Por qué será que las finanzas nos importan tanto? La respuesta es sencilla: El dinero sirve para todo. Con él se cancelan los recibos mensuales, se paga el apartamento y los gastos fijos de cada hogar. Sin el dinero es difícil quedarse tranquilos. Y eso Dios lo sabe. Es por eso que nos prueba de cuando en cuando para ver si corremos al banco, a la tarjeta aunque ya no tengamos fondos o a alguien para que nos saque del apuro. Otros, más valientes, se aventuran a irse al norte atravesando ríos,

LA RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES

  Génesis 27:33   “Y tembló Isaac con estremecimiento muy grande, y dijo: ¿Quién fue entonces el que trajo caza, antes de que tú vinieras, y me la trajo y yo comí de todo, y lo bendije?” Génesis 27:46 “Y Rebeca dijo a Isaac: Estoy cansada de vivir a causa de las hijas de Het…” El padre asustado y la madre cansada de vivir.   Ambos amaban a sus hijos. ¿Qué padre o madre no lo hace?   El problema es cuando de tanto amarlos cubrimos sus conductas erróneas creyendo que no tendrán consecuencias dolorosas en el futuro.   Y, lo que es peor, es que olvidamos que no son nuestros, son hijos de Dios y un día tendremos que dar cuenta de lo que hicimos con ellos. Cómo los formamos. Cómo los guiamos hacia la Presencia y servicio de Dios. De tanto amarlos y pasar por alto sus pecados y errores le fallamos tanto a ellos como a Dios ya que no fuimos buenos administradores de su herencia que son los hijos precisamente. Eso sucedió en esta pareja formada por Isaac y Rebeca. Isaac amaba y excusaba a