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Mostrando entradas de mayo, 2016

HIJOS

Présteme su atención por un momento y ayùdeme a hacerme entender en este escrito... Necesito que me ayude imaginando la siguiente escena... Si un niño que usted no conoce se asoma a la puerta de su casa y le pide pasar la noche con usted, ¿qué haría? Lo más probable es que le preguntaría su nombre, donde vive, procuraría saber por qué anda vagando por las calles y le pondría en contacto con sus padres o con la policía... Por otro lado, si un muchacho desconocido entra a su casa acompañando a su hijo, ese muchacho será recibido con muchas atenciones... Lo mismo sucede con Dios.  Al llegar a ser amigos del Hijo, ganamos el acceso al Padre. Jesus lo prometió: "A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesarè delante de mi Padre que está en los cielos" Mt. 10:32. Debido a que somos amigos de su Hijo, tenemos entrada al salón del trono.  Èl nos conduce a esa gracia en la cual podemos estar firmes y encontrar el socorro que necesitam

¿FELICES?

Bueno, la verdad es que ¿quien no quiere ser feliz? Todos buscamos esa utopía. Es como querer tener la alas de Ìcaro o vivir en el Olimpo, libres de preocupaciones, libres de deudas y de problemas familiares... Queremos huir de las malcriadezas de los hijos. De la impertinencia de la pareja. De los gastos diarios que la casa ocasiona y de las fechas de vencimiento de cada fin de mes... En una palabra: queremos encontrar la felicidad... Y nos fijamos metas personales sobre qué es la felicidad... Si tengo una mejor casa, entonces seré feliz. Si mi esposo cambia seré feliz. Cuando mis hijos crezcan seré feliz. Cuando la economía mejore seré feliz... Mentira.  Algo que nunca lograremos en esta vida... Entonces nos volvemos a Dios. Èl sí nos puede hacer felices. Porque con una pequeña oración Èl hará que nos aumenten el sueldo y entonces seremos felices. Èl hará que el vecino molesto se vaya a otro barrio para que estemos contentos. Èl hará que el gobierno arregle la violencia y ent

ESCUCHAR

Escuchar a Dios es una experiencia de primera mano.  Cuando Dios pide su atención, no quiere que usted envíe a un sustituto: lo quiere a usted. Le invita a usted a tomar de su mesa, a disfrutar de su esplendor.  Le invita a que usted sienta el toque de su mano. Le invita a usted a que disfrute del banquete de su riqueza.  Quiere pasar tiempo con usted.  Y con un poco de práctica, su tiempo con Dios puede ser la mejor parte de su día... Pero no. Enviamos a otros. Le pedimos al pastor que ore por nosotros. Que lea la Biblia por nosotros. Que estudie por nosotros... ¿Y qué dice Dios de eso? Èl no amò al mundo de tal manera que envió a Jesus a morir por otros en mi lugar. No. Èl lo envió a morir por mí. Por mí y por usted. Individualmente. Por cada uno de los que leen este blog... Esa es la tragedia de muchos cristianos hoy en día: Están muy ocupados en cuidar su trabajo que les durará unos cuarenta o cincuenta años y descuidan su relación con Dios que les durará la eternidad.  Envía

FUEGO

Seamos pragmáticos: Hay gente que no quiere hacer nada, pero también hay gente que quiere hacer algo para el Reino de Dios... Gentes que anhelan un llamado de parte de Dios y están esperando que ese llamado llegue con una voz tronante desde el Cielo y que aparezca un rayo de luz que caiga sobre ellos, como las figuras de los santos de la Iglesia Católica... Nada más lejos de la verdad... Eso no existe. Son solo estampitas que alguien tuvo la ocurrencia de mandar a imprimir... Los llamados de Dios son internos y personales. Hay como un fuego que quema por dentro y que urge a la persona que lo está sintiendo a hacer algo a favor del Señor... Es un "algo" que no se sabe explicar pero que está ahí, haciendo sentir intranquilo a quien lo vive. Hasta que hace lo que tiene que hacer. Sentí el llamado a ir a las naciones después de haber predicado en muchos lugares de mi natal Guatemala... Por algunos años había predicado en varios departamentos y muchas iglesias a donde el Señ

PERSPECTIVAS

"Cosas que ojo no vio ni oído oyó, ni han subido a corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman..." 1 Co. 2:9 Érase una vez dos mellizos concebidos en el seno de su madre.  Fueron pasado las semanas,  los mellizos se iban desarrollando.  A medida que crecía su toma de conciencia, se reían gozosos: "¿No es estupendo que fuéramos concebidos? ¿No es estupendo que estemos vivos?" Juntos, los mellizos fueron explorando su mundo.  Cuando descubrieron que el cordón umbilical dejaba pasar la vida de su madre hacia ellos, cantaron de alegría: "Qué grande es el amor de nuestra madre, que comparte su vida con nosotros". A media que las semanas se fueron convirtiendo en meses, los mellizos se dieron cuenta de lo mucho que cambiaba cada uno... ¿Qué significa esto? preguntó uno de ellos. -Quiere decir que nuestra permanencia en este mundo se acerca a su fin- dijo el otro. -Pero yo no me quiero ir. Quiero quedarme aquí para siempre. -No ten

CARPE DIEM

Todos conocemos lo que se dice acerca de los que Dios llama: "Dios no llama a los calificados, sino que califica a los que llama".  Si no creemos esto, nunca estaremos listos para recibir su llamado pues nos sentiremos inútiles si no estudiamos teología, filosofía y ciencias religiosas... Usted no debe permitir que Satanàs le convenza de lo contrario.  Èl lo intentará.  Le dirá que Dios pide un coeficiente intelectual altísimo para aquellos que deseen servirlo. Craso error... Èl le dirá también que solo emplea a especialistas, expertos, personas de alto perfil e influyentes... Nada más lejos de la verdad.  Cuando el Diablo susurre estas mentiras, rechácele con esta verdad: Dios impacto a la sociedad del primer siglo con caballos salvajes, indomables a simple vista y no con caballos pura sangre.  Antes que Jesus viniera, los discípulos eran camioneros, agricultores, recogedores de higos, servidores de vino, meseros y hasta miedosos que se escondían en lo más profundo de los

TRABAJO

Ladrillo a ladrillo. Vida a vida. Hombre a hombre. Mujer a mujer... Dios está creando un reino, una "casa espiritual" y nos ha confiado a nosotros que participemos de su trabajo... Èl nos ha confiado una tarea clave en el proyecto.  Examine sus herramientas y descubra qué parte de la construcción le toca. Como en la reconstrucción del Templo de Nehemìas. Revele su destino... Muestre qué tiene de parte de Dios para hacer el trabajo que le toca... "Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios. Si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo" (1 P. 4:11). Cuando Dios nos encomienda una tarea, también nos da la capacidad para realizarla.  Entonces, estudie sus capacidades y entenderá cual es su puesto de trabajo en Su Reino... Mìrese detenidamente: Usted tiene una extraña capacidad para las matemáticas. O una irrefrenable curiosidad por la química. Otros ven de reojo ciertos proyectos y b

GENTES

Somos tentados a creer que para cambiar el mundo tiene que nacer cada millón de años una persona que personalice el Non Plus Ultra... Creemos que para producir cambios en nuestra sociedad, en nuestras familias y escuelas tiene que venir algún mesias para impactarnos, para inducirnos a provocar los cambios que se necesitan el día de hoy... Incluso en nuestras iglesias, creemos que necesitamos de gente muy pero muy santa para que las cosas se vean mejor. Es decir, hay que luchar a brazo partido hasta alcanzar el nivel de excelencia y perfecciòn santa para poder tener el valor de demostrar que podemos y queremos hacer lo mejor para nosotros y los demás... Estamos muy equivocados. Nunca lo lograremos si seguimos con esos paradigmas. Somos personas de carne y hueso. Somos humanos con nuestras fortalezas y nuestras debilidades. Y así nos ama Dios. Es màs, Èl espera que así como somos, hagamos nuestro mejor esfuerzo para lograr vivir en un nivel que a Èl le demuestre que queremos cambiar

PLÀTICAS

Hace un tiempo hice un viaje a otro paìs.  El viaje había sido largo y cansado. Había hecho escala en otra ciudad y esperado un buen poco de tiempo para abordar el vuelo que me llevaría a mi destino. En ese avión no dieron nada para comer más que las famosas bolsitas de maní y un vasito de hospital de soda... Así que se imaginarán como andaba de humor. Mi humor se pone un poco difícil cuando tengo hambre y en ese viaje estaba hambriento. En consecuencia mi humor también estaba alterado...A esto agréguele que quienes diseñaron el avión fueron ingenieros enanos ya que la distancia entre los asientos era para esa clase de personas (sin afán de ofender), así que cuando bajé en la terminal tenía las piernas tullidas después de tres horas de estar doblado en dos ya que mis rodillas me llegaban a la barbilla... Ya en la terminal, aprovechando la fila para chequearme en migración, aproveché para estirar las piernas y hacer que la sangre circulara por todas mis extremidades inferiores... Hamb

VENENO

El pecado es algo horrible... Nos destruye por dentro como carcoma... Nuestros huesos se envejecen no por la edad sino por lo corrosivo del pecado... ¿Sabe usted como trabaja Satanàs con nuestras vidas para hacernos caer? Las serpientes venenosas no tienen la capacidad que tiene la anaconda, por ejemplo, de ser serpientes constrictoras. Ellas no tienen ni el cuerpo ni la fuerza para matar a su presa asfixiándola y luego alimentarse... Las serpientes venenosas tienen eso, precisamente, veneno y lo saben utilizar... Cuando encuentran una presa lo que hacen es estar preparadas para saltar sobre ellas en cuanto se descuidan, le dan un mordisco y en un par de segundos le inoculan su veneno el cual empieza a hacer su efecto dentro del cuerpo del animal que mordió... este sigue su camino como si nada, pero no sabe que por dentro se está empezando a morir por las toxinas que le fueron inoculadas... La serpiente solo hace una cosa: A través de su olfato sigue el rastro de su víctima que no

RESPUESTAS

Todos las necesitamos. Todos las buscamos. Todos investigamos para tenerlas. Queremos Respuestas... Necesitamos conocer las respuestas a las preguntas que hace nuestra alma, preguntas, como por ejemplo: ¿Quién soy? ¿De donde vengo? ¿A donde voy? Si las busco en la ciencia ella no me puede responder la verdad porque no la tiene. Si las busco en mis amigos estaré peor porque ellos también las andan buscando... ¿En el cine, entonces? Peor. Es pura fantasía... ¿En donde entonces están las respuestas que necesito? En el único lugar en donde existe la Verdad... En el cielo. Y para llegar al cielo solo necesito doblar mis rodillas, o sentarme en un banco de un parque, o en la orilla de mi cama, o en un sillón de la sala de mi casa, cerrar un momento mis ojos... y hablar con Dios... Yo hablo y Èl escucha y cuando El escucha, el cielo responde... Usted puede invocar a Dios porque Dios escucha. Su voz importa en los cielos. Èl lo toma muy en serio. Cuando usted entra en su presencia, los áng

ESCALERA

Estuve una vez en Nuevo México, estado del sur  de Estados Unidos en un viaje que hice por Amtrak, la compañía de trenes que une a toda la nación de frontera a frontera... Me gusta mucho aprender a cualquier lugar que he ido para mi propio conocimiento... No soy un erudito de la historia pero me atrae averiguar qué hace de importante algo que la cultura a dicho que es importante... Por ejemplo, tuve la oportunidad de entrar a la Iglesia de San Patricio en Nueva York porque me dijeron que allí adentro hay una copia de "La Piedad" de Miguel Angel, cuyo original se encuentra en el Vaticano. Fui a ver qué tan cierto era y de qué se trataba... Quedé maravillado de la originalidad del trabajo de la Virgen Maria con el Cuerpo inerte de Jesus en sus brazos... Realmente es impresionante... Los rasgos de la madre, su nariz perfecta y el rostro, el cuerpo de Jesus, los pliegues de su ropa, todo impresiona de una forma inexplicable... No estoy haciendo una apología de Miguel Angel pero

ORACION

Cuando mis hijos eran pequeños, para ir a la iglesia utilizábamos el bus. Para ese entonces no teníamos vehículo, así que teníamos que viajar por ese medio... Para mí, era rutina hacerlo, pero para ellos era una aventura de cada día. Nuevas caras que pasaban por las aceras del trayecto, nuevas personas que subían al bus y otras que se sentaban en los asientos vecinos... Yo compraba los pasajes, llevaba las Biblias y seleccionaba el bus que nos tocaba tomar para llegar a nuestro destino... Mi única petición de su parte era esta: "Quédense a mi lado". ¿Por qué? Porque yo sabía la clase de personas que podrían subirse al bus y quería asegurarme de que mis hijos y yo no termináramos separados. Quería que ellos permanecieran a mi lado para no perderlos de vista. Incluso cuando no hallábamos asientos libres, nos íbamos parados todo el trayecto, pero siempre juntos... Nuestro Padre nos hace el mismo pedido: "Permanezcan a mi lado, no se alejen. Háblenme. Háganme sus petic