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Mostrando entradas de junio, 2017

ESE SOY YO...

Es madrugada... estoy inclinando mi cabeza y mi cuerpo en actitud de oración... Estoy dando gracias al Señor por tanta bondad, por tanta misericordia y protección sobre mi vida. Me siento arrobado por su Grandeza. No encuentro palabras para darle "gracias". Alguien cantó alguna vez que no hay palabras para agradecerle al Dios de Bondad por tanto amor derramado. Se termina el vocabulario y no hay más que decir: solo "gracias..." Pero, ¿cómo es que una palabra tan pequeña dice tanto? ¿Cómo es que una expresión de siete letras puede expresar tanto? ¿o puede significar la lìnea entre el ser agradecido y el ingrato? Sin embargo, si usted que me lee tiene esos momentos íntimos ante la Majestad del Cielo y le dedica algunos minutos en privado, a solas en su cuarto de guerra o de oración y se ha encontrado con ese dilema de cómo agradecerle al Dios Misericordioso por todo lo que ha hecho en usted, usted sabe de lo que estoy hablando... Y es cuando el Amable Amigo, e

VASTI

¡Un aplauso para Vasti...! Es la historia menos comprendida por muchos pastores. La han acusado de rebelde. De insujeta. De malcriada y de otras cosas que no se ajustan a su verdad... Bueno, usted conoce la historia pero le haré una pequeña sinopsis: Asuero está de fiesta desde hace unos días. El vino corre a granel y el rey y sus hombres han estado disfrutando de sus chistes verdes y vulgaridades propias de los borrachos... La música y la lascivia embotan los sentidos y de pronto al rey se le ocurre una idea. Como todos los vulgares, cuando ya están sin los cinco sentidos en su lugar empiezan a querer cosas que no deben tener. No hay nada más vulgar que un hombre necio. Un hombre que se cree dueño de la vida de todos, incluyendo la de su esposa a quien debe honrar y respetar por sobre todo... Pero Asuero ha perdido el juicio y le envía una orden: "Ven, reina Vasti y muéstranos tu belleza..." Estas palabras parecen inocentes. Es cierto, la reina Vasti es la mujer más

AFORTUNADOS

Sentirnos afortunados en medio de este mundo caótico no es nada fácil... Evangélicamente hablando diríamos "bendecidos"... Y es que analizando las cosas desde su justa perspectiva, no podemos decir que vivir en esta época es bastante difícil... Lidiar con la violencia callejera en donde usted es presa fácil de los depredadores que le roban lo que pueden. Lidiar con los vendedores ambiciosos que le cobran precios usureros por una libra de frijol. Lidiar con los buseros que si tiene suerte, le hacen parada en donde usted quiere bajar porque de lo contrario le van a dejar cuadras más adelante... Este mundo está en caos. La gente ya no anda somnolienta como en los años cincuenta. La gente anda temerosa. Viendo a todos lados antes de salir de casa. Cuidando quien viene detrás de ellas en el centro comercial. Escondìendose en las tiendas y almacenes para dejar pasar a ese "feo" que le viene siguiendo desde hace rato, según usted... Hay paranoia por todos lados. Hay

BÙSQUEDA

No lo podemos evitar ni negar... Todos estamos en la búsqueda de algo o de alguien... El ser humano es tan complejo que la mayoría de las veces no estamos satisfechos con lo que tenemos o con lo que somos... Fuimos hechos para superar pruebas. Para ganar batallas. Para no quedarnos en medio del camino lamiéndonos nuestras heridas. Fuimos hechos para escribir nuestro propio libro de historias y aventuras... Fuimos hechos para vencer. La adversidad diaria que nos presenta retos, que nos reta a probar quien es más fuerte o más débil sale siempre a nuestro encuentro cada mañana... Es como la oruga que trata de romper el capullo para convertirse en mariposa y soltar sus alas al viento y dejarse llevar por la aventura de lo desconocido: Todo un reto. Uno de los dos tiene que morir. O muere el capullo o muere el gusano y ya no se transforma en algo bello... Es la belleza de la victoria. La sonrisa de la vida. El color de la aventura. La libertad soñada y esperada... Todos estamos en una