BÙSQUEDA

No lo podemos evitar ni negar... Todos estamos en la búsqueda de algo o de alguien...

El ser humano es tan complejo que la mayoría de las veces no estamos satisfechos con lo que tenemos o con lo que somos... Fuimos hechos para superar pruebas. Para ganar batallas. Para no quedarnos en medio del camino lamiéndonos nuestras heridas. Fuimos hechos para escribir nuestro propio libro de historias y aventuras...

Fuimos hechos para vencer. La adversidad diaria que nos presenta retos, que nos reta a probar quien es más fuerte o más débil sale siempre a nuestro encuentro cada mañana... Es como la oruga que trata de romper el capullo para convertirse en mariposa y soltar sus alas al viento y dejarse llevar por la aventura de lo desconocido: Todo un reto. Uno de los dos tiene que morir. O muere el capullo o muere el gusano y ya no se transforma en algo bello... Es la belleza de la victoria. La sonrisa de la vida. El color de la aventura. La libertad soñada y esperada...

Todos estamos en una búsqueda de lo que sacia el alma. Algunos hemos encontrado en Jesus todo lo que necesitamos. Otros lo encuentran en los deportes. Aún otros en el sueño. Los versos son un camino delicioso para encontrarse con uno mismo. Los silencios son necesarios para encontrarnos con nuestro verdadero yo. Otros incursionan en el misticismo budista en donde al olor de los aromas de sus inciensos se sumergen en la nada para encontrar su Nirvana...

Todos buscamos algo o alguien... ¿Busca usted algo que le hace falta? Sì, tiene a Jesus, es cierto, pero aún así siente que le falta algo. Algo que se toque. Algo que se sienta. Una respiración tierna y suave al oído íntimo del corazón... ¿Busca usted algo que sienta que necesite llenar en su interior? No hablo de religión. No podemos ser tan espirituales como para decir que ya estamos completos... De otra manera ya no habría matrimonios, ni hijos, ni nietos... Hablo de lo profundo del alma. De esa parte que no se sacia con lo intangible y que necesita ser expresado con un roce de unos dedos suaves y que el tacto desea sentir... Una mirada dulce y serena que calme nuestras tormentas. Una sonrisa que sin ser carcajada nos haga sentir cierta adrenalina que recorra nuestro interior... Ese "algo" que no se sabe explicar, solo sentir, solo vivir, solo respirar...

¿Que busco yo, entonces? Porque yo también estoy en la búsqueda de algo o alguien. Es cierto. No puedo mentir... Aunque soy pastor de una hermosa congregación y soy muy amado y respetado, siempre busco algo... Busco quien lea mis artículos. Busco quien derrame una lágrima de ternura cuando repasa la líneas de mis escritos. Busco un comentario que me haga vibrar de emoción cuando me dicen que mis palabras les hicieron sentir bien. Busco ojos ávidos de lectura, ojos que busquen consuelo, consejo o simple distracción en este mundo convulsionado...

Busco gentes que hagan un alto en sus agendas y abran mi página y que puedan sentir como yo, esa falta, esa necesidad de estar conectados a través de las ondas invisibles del viento y que juntos podamos sentir lo mismo... Algo que sacie nuestra sed. Algo que vibre en nuestro interior. Busco personas tiernas. Que sepan apreciar lo etéreo, lo que flota en cada palabra, en cada sílaba, en cada frase... Personas que crean en Dios y en lo hermoso de la vida. Personas que formen un vínculo conmigo a través de la lectura y compartir juntos momentos de soledad y que los corazones palpiten al unísono cuando algunas palabras enternezcan y fortalezcan nuestra común fe... Eso busco...

Comentarios

  1. Me estaba preguntando por que no habia escrito, me hacia falta su publicacion.

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  2. con mi esposo estamos agradecidos con Dios por su vida!

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  3. Gracias de nuevo Pastor, siempre nos da una perspectiva diferente de las cosas.

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