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Mostrando entradas de marzo, 2024

NO NOS EQUIVOQUEMOS

  Marcos 6:7 “Entonces llamó* a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos…” Una de las cosas que los pastores ignoramos no se si a propósito o porque nadie nos lo ha enseñado, es que cuando Jesús nos envía a pregonar su Palabra y a cuidar su rebaño, debemos tener en cuenta varios aspectos.  Uno de ellos es nuestra forma de vida. No se trata de ser esenio y apartado de todo. Tampoco se trata de ir mal combinado en la ropa. Tampoco mantener un semblante serio que en vez de dar un buen mensaje da miedo. Mi profesor me enseñó que la belleza del individuo es el equilibrio. En este pasaje en donde Marcos nos habla de la misión a la que Jesús envía a sus discípulos les dice que no lleven muchas cosas en su viaje. Que vayan con lo necesario. No más equipajes inútiles.  Pero lo que me llama la atención de estas instrucciones que, por extensión son para nosotros hoy en día, es que Jesús les dice algo que muchos de nosotros hemos olvid

LO SENCILLO Y LO GRANDE

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  Marcos 4:26-27 “Decía también: El reino de Dios es como un hombre que echa semilla en la tierra, y se acuesta y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece; cómo, él no lo sabe” Esta pequeña parábola sobre el Reino de Dios enseñada por Jesús a sus alumnos es una bofetada a la sociedad actual en donde todos quieren saber cómo suceden las cosas. Hoy más que nunca hay tanta información sobre todos los tópicos que casi nada se escapa al escrutinio de los que buscan una explicación a todo lo que existe. Como los griegos de la antigüedad, andamos en busca de explicaciones sobre la creación. Ellos inventaron los conceptos de los cinco elementos cuando quisieron explicar el misterio de la creación. Allí está el cosmos, el sol, las flores, la vida misma… pero ¿quien y como fue creado todo eso? ¿Sería el fuego? ¿el agua? ¿el viento? ¿la tierra? ¿el éter? Pero nadie preguntó si de “casualidad” hubiera sido el Logos. Juan lo enseñó. No señores, no se quiebren la cabeza. Basta
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  SOLO ELLOS LO NOTARON Marcos 5: 29 “Al instante la fuente de su sangre se secó, y sintió…” Marcos 5: 30 “Y enseguida Jesú s, dándose cuenta…” Fue algo privado. La situación no podía ser pública porque la Ley autorizaba a que esta mujer fuera apedreada hasta morir. Atreverse a tocar a un hombre en la condición que ella se encontraba era tremendamente peligroso. Estaba inmunda a causa del flujo de sangre que llevaba oculto entre sus ropas. Pero esa condición de inmundicia -le habían enseñado sus maestros fariseos-, le vedaba el derecho de vivir entre la gente normal. No podía ir a su casa a besar a sus hijos. No podía tener intimidad con su esposo. No podía cocinar porque los trastos que tocara quedarían inservibles. En suma: era una paria más entre los parias que poblaban Israel del primer siglo. Esta mujer avergonzada y temerosa se acerca a Jesús secretamente, con la confianza de quedar curada de una enfermedad que la humilla desde hace tiempo. Arruinada por los médicos, sola y s