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Mostrando entradas de julio, 2021

¿QUE HAY EN SU CANASTO?

  Juan 6:9 “Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero ¿qué es esto para tantos?” Bueno, la historia que precede a estas frases es apasionante desde varios puntos. Alrededor de Jesus hay una gran multitud de personas escuchando su mensaje. Han pasado varios días arrobados por la Palabra que el Señor les ha hablado. No han comido nada durante varios días y tienen hambre. Los discípulos se dan cuenta de eso y van con Jesus para decirle que qué piensa hacer para alimentarlos. Son muchos. Tienen poco dinero que no alcanzaría para comprar suficiente pan. Uno de ellos hace un comentario que demuestra la poca fe que tienen en sus recursos. Otros solo se quedan viendo a ver que pasa. En alguna ocasión, hace algunos años, en mi congregación pasamos por una estación de sequía financiera. Teníamos un departamento de contabilidad que se encargaba de hacer los pagos que el edificio exigía: Renta, luz, agua y otros servicios. Desde nuestra fundación de nuest

ENFERMOS

Juan 11:1 “Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro…” Marta y María le mandan a avisar a Jesus -su amigo del alma-, que su hermanito está enfermo.  Y en esta historia suceden cosas que a simple vista no se entienden. Por ejemplo, cuando Jesus no llega cuando lo llaman. Cuando espera que pasen cuatro días desde la muerte para hacer acto de presencia. Cuando llora por su amigo que esta sufriendo la oscuridad de la tumba. Pero hay un detalle muy importante en esta historia: Jesus llegó. No importa si ya habían pasado cuatro días, cuatro semanas o cuatro años.  Mi esposa lleva esperando por un milagro desde hace 15 años y todavía no ha perdido la fe y la esperanza de recibirlo.  ¿Por qué Jesus se ha tardado tanto tiempo en responder? No lo se. No me lo pregunten porque esa respuesta no la tengo. Como Marta y María tampoco tenían la respuesta a la tardanza de Jesus. Él decía amarlas a ellas, decía amar a su hermano Lázaro, pero resulta que cuando le avisan que está enfermo no llegó

LEJOS DE...

  LEJOS DE… Mateo 14:24 (NTV) “Mientras tanto, los discípulos se encontraban en problemas lejos de tierra firme…” ¿De casualidad se ha encontrado usted en una situación demasiado “lejos de la solución?  ¿Quizá ha estado vigilando la fiebre de su pequeño durante largas horas nocturnas y siente que aún está “demasiado lejos” de que se le calme? ¿O tal vez ha estado deseando salir de esa deuda que le agobia y le drena la salud y la paz y el banco le dice que aún está “demasiado lejos” de cancelarla? O, permítame ser necio y preguntarle ¿si tal vez usted siente que su matrimonio está “demasiado lejos” de ser lo que soñó al principio y que las cosas van de mal en peor? Usted no está solo. Ya los discípulos lo estuvieron aquella famosa noche en que el Señor Jesus les dijo que se fueran al otro lado y que él les alcanzaría. Pero pasaron los minutos y las horas y el mar se puso embravecido. Las olas amenazaban con hundir la barca junto con ellos y Jesus no llegaba. Empezaron a can

SE ACABÓ EL VINO

Juan 2:3 “Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino” Les bendecimos y les deseamos una “eterna luna de miel”.  Son las palabras huecas y vacías que muchas veces les decimos a los novios cuando están a punto de abandonar el templo donde se hicieron los votos de que se iban a amar hasta que la muerte los separara… Tristemente no fue verdad lo que ambos se dijeron delante de tantos testigos que escucharon sus promesas espurias.  No pudieron soportar las presiones del matrimonio y fracasaron en su intento de querer amar y ser fieles en las buenas y en las malas. Porque la mayoría de matrimonios de hoy no se separan por la muerte física de uno de los dos. Se separan porque se muere el dinero, el respeto, la dignidad, el amor, la pasión y otras cosas.  Según las estadísticas, los matrimonios actuales no durarán más allá de los cinco años. Es decir, pueden estar juntos bajo el mismo techo pero por dentro, allá en lo profundo de sus habitaciones ya están separados

LOS AMIGOS

Proverbios 17:17 “En todo tiempo ama el amigo, y el hermano nace para tiempo de angustia” La amistad, la amistad verdadera, mis amigos, se está perdiendo.  Las redes, el internet y sus complicadas Apps está echando a perder la verdadera amistad. Bueno, hay amistades los viernes por la noche, son amistades de juerga, de cervezas y de drogas. Hay amistades que pervierten, que tuercen las vidas de aquellos que las buscan. Hay amistades que no nos dejan nada bueno, al contrario, son amigos que chupan la sangre, que vampirizan a sus víctimas y los dejan más vacíos que una pila sin agua. Y eso se ha colado en la Iglesia.  Reuniones de jóvenes en donde planean qué hacer al salir del Templo.  Hombres y mujeres que, después de supuestamente recibir una prédica de la Palabra del Señor se alejan con sus amigas y amigos a pervertir sus almas.  Bueno, respeto sus opiniones al creer que eso es tener amigos.  Otros dicen que “tienen” varios cientos de seguidores. Pero nunca han hablado con e

VÍCTIMAS INOCENTES

  Génesis 3:21 “Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió” Todo estaba tranquilo en el huerto. Una suave brisa soplaba entre las ramas de los árboles que adornaban el paisaje. Un riachuelo cristalino y prístino adornaba el ambiente con su suave música al discurrir por el sendero que lo llevaba a formar otros afluentes.  En los árboles, las aves cantaban sus cantos puros y bellos para alegrar el ambiente que reinaba en ese hermoso lugar. Rayos tibios de sol penetraban el follaje y hacía sentir una temperatura agradable que no molestaba en lo más mínimo el ambiente cálido y delicioso que rodeaba el lugar que Dios había escogido para que el hombre, su creación favorita, viviera y se mantuviera en contacto con Él.  De tanto en tanto, Dios se presentaba en ese lugar para platicar con el hombre que había creado para declararle sus misterios y enseñarle cómo debía ser su vida en la tierra que le estaba entregando. Unos corderos pastaban tranquilamente e

QUE ENTRA, QUE SALE

  I maginemos que alguien entra con fuertes dolores a la sala de un hospital. Público o privado. Después de un largo tiempo de exámenes, visitas de los médicos, chequeos, gastar una buena cantidad de dinero en el cuarto donde lo han tenido internado, le han auscultado a más no poder y después de tanto tiempo, el médico le dice que el paciente está listo para irse a su casa.  Que no tema, no pasa nada. ¿El dolor que lo trajo? Aún sigue allí pero que las radiografías no muestran nada, ni los exámenes dan ninguna pista. Posiblemente tenga que acostumbrarse a vivir con ese dolor. Pague en la caja y adiós. Que le vaya bien. ¿Suena lógico? Creo que no. Pero sucede.  Bueno, no solo sucede en los hospitales, también en algunas iglesias. Años de estudiar la conducta de los evangélicos me ha llevado a la conclusión de que muchas personas entran a los templos a aceptar al Señor Jesus como su Salvador personal. Los incluyen en sus listas de pacientes espirituales y les empiezan a hacer un

¿QUE ECHAMOS EN LA OLLA?

2 Reyes 4:38-40 “Eliseo volvió a Gilgal cuando había una grande hambre en la tierra. Y los hijos de los profetas estaban con él, por lo que dijo a su criado: Pon una olla grande, y haz potaje para los hijos de los profetas. Y salió uno al campo a recoger hierbas, y halló una como parra montés, y de ella llenó su falda de calabazas silvestres; y volvió, y las cortó en la olla del potaje, pues no sabía lo que era. Después sirvió para que comieran los hombres; pero sucedió que comiendo ellos de aquel guisado, gritaron diciendo: ¡Varón de Dios, hay muerte en esa olla! Y no lo pudieron comer” Es un hecho que estamos perdiendo a la presente generación.  En vez que los jóvenes de esta generación hablen con sus padres hablan con sus teléfonos. Los padres, afanados buscando entre las piaras del mundo las cosas que necesitan para sobrevivir, se han olvidado de dedicarlos tiempo a sus hijos.  Prefieren llenarlos de celulares de alta gama, juegos interactivos y computadores de última generac

LA SUBASTA

  Juan 3:36 “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no obedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él” Es un hecho que la mayoría de evangélicos andan en busca de las cosas que los gentiles también buscan. La verdad de todo es que no se diferencian en nada de los que no son creyentes en Cristo. La cultura del materialismo se ha metido tanto en la vida de las personas que aún después de haber aceptado que Jesus es proveedor de todo lo que necesitan, siguen afanados buscando el pan y las cosas que el mercado ofrece, como los gentiles que tienen que sacrificar su familia, su vida espiritual y sus hijos con tal de lograr sus metas. Hay como un hedonismo entre los miembros de la iglesia cristiana que ya nadie cree en el Evangelio de Cristo por culpa de aquellos que no hemos entendido que el Reino de los Cielos -si lo buscamos, por supuesto-, traerá las demás cosas que necesitamos para vivir. Ojo, no estoy hablando de pereza laboral. Tenem

LOS NIVELES DE LA VIDA

Salmos 51:11 “No me eches de tu presencia, y no quites de mí tu santo Espíritu” Este David era un hombre que sabía y conocía la Misericordia de su Dios.  No se amilanaba con facilidad a pesar de todos sus pecados y faltas.  Fue un hombre que marcó una jurisprudencia para que nosotros hagamos lo mismo: Pedir una y otra y otra y otra vez que el Señor nos perdone y no nos quite su Misericordia y salvación. La vida, mis amigos, se compone de niveles.  Es decir, de pruebas constantes. Y estas sirven para formar carácter, definición, valor, arrojo y temple.  Hay personas que se enamoraron cuando eran jóvenes, les fue mal y decidieron nunca más creer en el amor. Se quedaron en el nivel uno. Otros se casaron con grandes ilusiones y sueños, pero a la vuelta de la esquina todo se vino abajo. Quedaron fragmentados, hechos pedazos y nunca volvieron a recomponer sus vidas.  No subieron al siguiente nivel. Quedaron derrotados en medio de la nada. Buscaron trabajo y no lograron encontrar nada

LA ESTAFETA (1)

Jueces 2:10 “Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel” Sí, ellos dicen que aman a sus hijos.  Y quizá sea cierto, pero no los aman lo suficiente como para dejarles un legado que les ayude en el desarrollo de sus vidas futuras.  Los aman porque les dan dinero, los juegos de última generación y todas las comodidades del mundo moderno. Pero no los aman en lo espiritual. Porque no les enseñan ni les traspasan el amor a Dios.  No los instruyen en la Palabra ni les enseñan a humillarse ante su Poderosa Mano. En consecuencia, la generación de hoy, la que está creciendo en nuestras iglesias ya no conocen como acercarse al Señor con humildad y respeto. Dan todo por hecho. Han crecido creyendo que Dios tiene la obligación de darles todo lo que quieran como hicieron sus padres terrenales. Y allí está la quiebra moral y espiritual de nuestros tiempos. La Iglesi