Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2020

¿QUIEN ES ESTE HOMBRE...?

Mateo 8:27 “Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Quién es éste hombre…? Perder nuestra identidad es lo peor que nos puede pasar a los hombres. Cuando la sociedad nos masifica, cuando la cultura nos castra, cuando permitimos que la moda dicte como debemos vestirnos, peinarnos y cortarnos el cabello, entonces estamos perdiendo nuestra identidad. Jesus no nos salvó para que sigamos viviendo según digan los demás. Èl nos ha dado nuevas pautas de conducta. Nos ha dado su código de vida. Mandamientos y preceptos que debemos seguir para vivir realmente vidas que impacten a los demás y que les hagan ver que hay una clase de hombres y mujeres que somos diferentes. Diferentes en todo. El problema es que la religión no ha permitido que se enseñe y se transforme al hombre como ha sido el deseo de Dios. Son pocos los hombres que no se han dejado llevar por la corriente de este mundo, como dijo el Apóstol Pablo.  Son pocos los hombres y los pastores que no han permitido m

DISCULPE... ¿NOS CONOCEMOS?

Cantares 2:14 “…déjame ver tu semblante, déjame oír tu voz…” El título de este escrito puede parecer curioso pero si lee a continuación verà porque. La cultura en la que vivimos hoy a provocado que muchos matrimonios en realidad no se conocen íntimamente. Es decir, saben qué lunares tiene el cuerpo del cónyuge y donde los tiene. Sabe si ronca al dormir y cuánto se mueve en la cama. Pero no se conocen.  Porque realmente no saben con quién están viviendo. Y el virus ha venido para abrir cajas de Pandora en muchos hogares. Porque resulta que hoy, las parejas se conocen en los clubs, en los restaurantes y se relacionan en el café o en el bar los viernes por la noche. Ya no se estila que vayan a la casa de los padres a visitar a la novia quien se moviliza al lugar donde tiene la cita con su novio que en poco tiempo se convertirá en su esposo y en el padre de sus hijos. La mayor parte de su noviazgo lo transcurren entre cafetería y cafetería. Comparten los gustos, los ga

ESTRELLA O ARENA

    Gènesis 22:17 “…de cierto te bendeciré grandemente, y multiplicaré en gran manera tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena en la orilla del mar…” Esta frase es de Johan W. von Goethe: “Trata a un hombre tal como es, y seguirá siendo lo que es; trátalo como puede y debe ser, y se convertirá en lo que puede y debe ser”. Y me vino a la memoria porque me asombra cuantas personas que se dicen ser hijos de Dios no viven como tales. Mantienen una especie de síndrome de “borrego” porque viven, hacen y se comportan como los demás. Han permitido que la sociedad los masifique. No han encontrado su verdadera identidad en Cristo que desea que seamos luminarias en medio de las tinieblas que rodean nuestro entorno. Muy pocos son verdaderamente cristianos de influencia. No hay una conciencia de que somos mensajeros silenciosos del Reino de Dios y que a través de nosotros el Señor quiere impactar las vidas de los que no lo conocen. Pero, ¿como lograrlo si no

¡LLEGÒ LA HORA!

   Salmo 4:8 “En paz me acostaré y así también dormiré; porque sólo tú, SEÑOR, me haces habitar seguro” Sì, es cierto: El Señor nos rompe todos los paradigmas. No importa cuánto dinero usted tenga -dijo nuestro Presidente-, no importa la clase social a la que pertenezca. No importa nuestro apellido o la zona donde vivimos. Aunque vivamos en la zona màs rica de la ciudad, también Dios nos ha alcanzado a todos. Lo que no esperábamos nos llegó. No esperábamos que este virus nos pusiera en la disyuntiva aun de saludarnos de mano o de beso. Nadie esperaba ver los estantes de los supermercados casi vacíos. Las calles sin tráfico en dìas laborales. Las empresas enviando a sus trabajadores a sus casas, los cines cerrados, bares y restaurantes. Es decir, no importa quién sea usted o yo. No hay mesas donde sentarnos a comer las deliciosas pupusas de siempre. “Solo para llevar” nos dicen en cualquier parte  donde vayamos.  Ah, y por favor, si tiene tos, cùbrase la boca entre

LINAJE REAL

1 Pedro 2:9 “Pero vosotros sois linaje escogido…” Bueno, para empezar tenemos que comprender esta palabra que no está en nuestro vocabulario: “linaje”. Según la RAE significa “Ascendencia ilustre de una persona” Lo lamentable del caso es que a nosotros los evangélicos nunca se nos ha enseñado el significado de este cambio de estatus cuando venimos a los Pies de Jesus y lo declaramos nuestro Salvador y Señor. En consecuencia seguimos viviendo nuestro propio estilo de vida mundano, carnal y común y corriente. Como que el síndrome de “oveja” social está tan pegado a nuestro carácter que no nos damos cuenta que cuando el Señor nos cambia de lugar posicional continuamos con nuestro viejo estilo de vida. Y eso es lo que da vergüenza. Vergüenza ante el Señor y ante la sociedad que nos ve como personas comunes y corrientes. Creo que hay cierto orgullo mezquino en nosotros mismos como para parecer personas “normales”, para que no nos vean “raros” y nos juzguen. Y eso nos roba el privileg

¡ME QUITAN MIS HIJOS...!

2 Reyes, 4:1 “…y ha venido el acreedor a tomar a mis dos hijos para esclavos suyos. Y Eliseo le dijo: ¿Qué puedo hacer por ti? Dime qué tienes en casa” Hay que ser padres muy desalmados para que no les importe cuando un hijo o hija se va de la casa llevado por sus impulsos de libertad mal concebida o por la mala influencia de sus amigos. Y de eso tenemos bastante en nuestra sociedad salvadoreña. Cientos o miles de jóvenes dejan su casa por ir a la calle a buscar lo que debieran encontrar dentro de sus hogares, al lado de sus padres y madres que los trajeron al mundo.  La figura del padre en la paràbola del hijo que se va de casa es impresionante: El hombre queda con màs preguntas que respuestas, hasta que pasado el tiempo se da cuenta de lo que su hijo querido ha ido a buscar a la pocilga: Abrazos. Palabras de afirmación. Alguien que lo hiciera sentir importante. Alguien que le celebrara sus buenas obras. Es por eso que el padre, cuando lo ve aparecer en lontananza, co