AFORTUNADOS
Sentirnos afortunados en medio de este mundo caótico no es nada fácil... Evangélicamente hablando diríamos "bendecidos"...
Y es que analizando las cosas desde su justa perspectiva, no podemos decir que vivir en esta época es bastante difícil... Lidiar con la violencia callejera en donde usted es presa fácil de los depredadores que le roban lo que pueden. Lidiar con los vendedores ambiciosos que le cobran precios usureros por una libra de frijol. Lidiar con los buseros que si tiene suerte, le hacen parada en donde usted quiere bajar porque de lo contrario le van a dejar cuadras más adelante...
Este mundo está en caos. La gente ya no anda somnolienta como en los años cincuenta. La gente anda temerosa. Viendo a todos lados antes de salir de casa. Cuidando quien viene detrás de ellas en el centro comercial. Escondìendose en las tiendas y almacenes para dejar pasar a ese "feo" que le viene siguiendo desde hace rato, según usted...
Hay paranoia por todos lados. Hay un estrés horrible de persecución. Síndromes que están matando a todos de miedo y de susto...
Pero en medio de todo esto, debemos sentirnos afortunados... ¿Por què y de què? Hay varias razones para sentirnos afortunados...
Somos afortunados de haber nacido para este tiempo. Es un tiempo para amar a quienes no se dejan por miedo a ser traicionados y poder demostrarles que no somos iguales a los demás... Afortunados de poder ver los diferentes colores del Torogoz, somos afortunados de haber nacido para poder estrechar las manos de un amigo, somos afortunados de tener algo que leer que nos haga enternecernos de amor y compañía, somos afortunados de poder escuchar una buena canción romántica que a muchos les parece mundana pero a nuestro corazón le vibran las cuerdas emocionadas del pasado, somos afortunados de tener emociones y poder ver una hermosa y radiante sonrisa de dientes blancos, somos afortunados de vivir en este tiempo porque con un "click" podemos viajar a todas partes, somos afortunados porque podemos ver nacer un canguro sin ir a un zoológico, podemos sentir la piel suave y tierna de un niño recién nacido, sin que nos tenga miedo a que abusemos de èl... Somos afortunados de conocer a Jesus que nos hace sentir la emoción de la Salvación... Somos afortunados de tener amigos como ustedes, lectores ávidos de algo nuevo cada dìa, esperando encontrar en estas líneas una palabra que les haga reír o quizá llorar...
Somos afortunados de estar vivos. De vibrar de emoción cuando llega fin de mes porque habrá sueldo para una hamburguesa con papas fritas. Somos afortunados de estar en este tiempo porque ya no nos dan atol con el dedo con algunas cosas que antes no se entendían... Somos afortunados porque ya no tenemos que creer todo lo que los pastores nos digan y creerlo con los ojos cerrados. Somos afortunados porque podemos decir "no" cuando haya que hacerlo. Somos afortunados porque podemos creer en el amor de los demás... Porque podemos enamorarnos sin pecar. Porque podemos sentir la deliciosa mano de una amiga cuando nos saluda, porque podemos disfrutar de un buen abrazo sin malicia, de un beso en la mejilla sin pensar en el sexo, porque podemos ser nosotros sin tener que fingir nada... Somos afortunados, en verdad que somos afortunados... Gracias a Dios...
Y es que analizando las cosas desde su justa perspectiva, no podemos decir que vivir en esta época es bastante difícil... Lidiar con la violencia callejera en donde usted es presa fácil de los depredadores que le roban lo que pueden. Lidiar con los vendedores ambiciosos que le cobran precios usureros por una libra de frijol. Lidiar con los buseros que si tiene suerte, le hacen parada en donde usted quiere bajar porque de lo contrario le van a dejar cuadras más adelante...
Este mundo está en caos. La gente ya no anda somnolienta como en los años cincuenta. La gente anda temerosa. Viendo a todos lados antes de salir de casa. Cuidando quien viene detrás de ellas en el centro comercial. Escondìendose en las tiendas y almacenes para dejar pasar a ese "feo" que le viene siguiendo desde hace rato, según usted...
Hay paranoia por todos lados. Hay un estrés horrible de persecución. Síndromes que están matando a todos de miedo y de susto...
Pero en medio de todo esto, debemos sentirnos afortunados... ¿Por què y de què? Hay varias razones para sentirnos afortunados...
Somos afortunados de haber nacido para este tiempo. Es un tiempo para amar a quienes no se dejan por miedo a ser traicionados y poder demostrarles que no somos iguales a los demás... Afortunados de poder ver los diferentes colores del Torogoz, somos afortunados de haber nacido para poder estrechar las manos de un amigo, somos afortunados de tener algo que leer que nos haga enternecernos de amor y compañía, somos afortunados de poder escuchar una buena canción romántica que a muchos les parece mundana pero a nuestro corazón le vibran las cuerdas emocionadas del pasado, somos afortunados de tener emociones y poder ver una hermosa y radiante sonrisa de dientes blancos, somos afortunados de vivir en este tiempo porque con un "click" podemos viajar a todas partes, somos afortunados porque podemos ver nacer un canguro sin ir a un zoológico, podemos sentir la piel suave y tierna de un niño recién nacido, sin que nos tenga miedo a que abusemos de èl... Somos afortunados de conocer a Jesus que nos hace sentir la emoción de la Salvación... Somos afortunados de tener amigos como ustedes, lectores ávidos de algo nuevo cada dìa, esperando encontrar en estas líneas una palabra que les haga reír o quizá llorar...
Somos afortunados de estar vivos. De vibrar de emoción cuando llega fin de mes porque habrá sueldo para una hamburguesa con papas fritas. Somos afortunados de estar en este tiempo porque ya no nos dan atol con el dedo con algunas cosas que antes no se entendían... Somos afortunados porque ya no tenemos que creer todo lo que los pastores nos digan y creerlo con los ojos cerrados. Somos afortunados porque podemos decir "no" cuando haya que hacerlo. Somos afortunados porque podemos creer en el amor de los demás... Porque podemos enamorarnos sin pecar. Porque podemos sentir la deliciosa mano de una amiga cuando nos saluda, porque podemos disfrutar de un buen abrazo sin malicia, de un beso en la mejilla sin pensar en el sexo, porque podemos ser nosotros sin tener que fingir nada... Somos afortunados, en verdad que somos afortunados... Gracias a Dios...
Comentarios
Publicar un comentario