ESCALERA

Estuve una vez en Nuevo México, estado del sur  de Estados Unidos en un viaje que hice por Amtrak, la compañía de trenes que une a toda la nación de frontera a frontera... Me gusta mucho aprender a cualquier lugar que he ido para mi propio conocimiento... No soy un erudito de la historia pero me atrae averiguar qué hace de importante algo que la cultura a dicho que es importante...

Por ejemplo, tuve la oportunidad de entrar a la Iglesia de San Patricio en Nueva York porque me dijeron que allí adentro hay una copia de "La Piedad" de Miguel Angel, cuyo original se encuentra en el Vaticano. Fui a ver qué tan cierto era y de qué se trataba... Quedé maravillado de la originalidad del trabajo de la Virgen Maria con el Cuerpo inerte de Jesus en sus brazos... Realmente es impresionante... Los rasgos de la madre, su nariz perfecta y el rostro, el cuerpo de Jesus, los pliegues de su ropa, todo impresiona de una forma inexplicable... No estoy haciendo una apología de Miguel Angel pero sí reconozco su talento...

Y me viene a la memoria todo esto porque en Nuevo México hay una Capilla que guarda en su historia un milagro que ocurrió hace más de 130 años...

Las Hermanas de Loreto decidieron construir en un terreno una Capilla para su santo. Reunieron el dinero suficiente para su construcción y después de un tiempo, los constructores mexicanos  la entregaron con todos sus ornamentos: Bancos, púlpito, el piso enmaderado, una ventana que deja entrar la luz natural hacia la Capilla y un desván para el coro. Pero faltaba algo. No había escalera para subir al desván. Por lo tanto, el coro no podía entonar sus cantos al Señor... Pasaron muchos meses buscando una solución y al final, después de tanta búsqueda, decidieron subir no al desván sino a un monte a orar... Pasaron nueve días orando porque el Señor les diera la solución a su problema. Sin escalera no había coro. Y sin coro no habría alabanzas. Así que elevaron sus oraciones al Trono de la Gracia para ver qué podía hacer el Señor por ellas...

Cuando bajaron de su montaña, un mexicano barbudo, sin presentarse por nombre, con su melena al aire y sus herramientas en la mano, se ofreció a construir la escalera... Pidió permiso a la monja superiora y como no había nada que perder se lo concedieron... El extraño personaje pasó unos ocho meses trabajando dentro de la Capilla. Nunca pidió sueldo. Nunca pidió descanso. Nunca pidió prebendas. Solo quería cumplir el deseo de las Hermanas de Loreto...

Ocho meses después terminó su escalera. Un detalle que la hace única es que no tiene tubo central que la sostenga. Es una escalera de caracol compuesta totalmente de uniones de madera y pegamento.  No hay nada de metal en ella. No tiene tornillos ni cosa alguna que la sostenga. Treintitres escalones dando tres vueltas perfectas que llevan directamente al desván para el coro... Cuando las monjas buscaron al carpintero para darle las gracias se había ido... Nunca se supo quién era y como se llamaba...

Ese es el milagro de la Capilla. Su escalera. Todo es hermoso, pero lo verdaderamente hermoso es la escalera de caracol que sube sin interrupciones al desván en donde se canta al Señor...

Eso es la oración... Una escalera que sube al Cielo hacia donde se dirigen las lagrimas que derraman los que sufren, las plegarias de los desilusionados, el clamor de los afligidos, la petición de los desamparados...

Si usted ha llevado sus desilusiones a sus hermanos, si se las ha dado a conocer a sus vecinos, si se ha quejado con sus padres o sus amigos y no ha encontrado respuesta, llévelas al Señor... Suba la escalera de la fe para entrar confiadamente al Trono de la Gracia y allí encontrará el socorro que necesita...Yo sé porqué se lo digo. Inténtelo. Solo inténtelo por favor...