TU HIJA HA MUERTO, NO MOLESTES MÁS...
En Lucas 8:49-50 se nos enseña algo que sucede muy a menudo en nuestras vidas.Creemos que Jesús es capaz de todo. Pero cuando alguien viene a nuestro lado y nos dice que Él, en este caso, ya no es capaz de hacer algo, que ya no pidamos, no nos escuchará. Y, si nos escucha, nos dirá que ya es demasiado tarde... Ya no hay nada qué hacer. Se acabo. El banco ya firmó el desalojo. El hospital ya dio su última palabra. Se murió. El licenciado firmó la sentencia de embargo. La policía ya emitió orden de arresto. Es demasiado tarde. Jesús ya no puede hacer nada. Conformarse al resultado es lo mejor y preparar el funeral... Jairo está en esa incertidumbre. Sus amigos llegan a donde él está esperando a Jesús quien está atendiendo a una señora que se le cruzó en el camino. Había pedido que fuera a su casa a sanar a su hija pero se entretuvo con esa mujer. Y las noticias no pueden ser más negras para Jairo. "Tu hija ha muerto, no molestes más al Maestro". Son palabras lapidarias. Penetran dolorosamente en el corazón de ese padre que ha luchado contra todo pronóstico. Ha dejado de lado su orgullo fariseo y se ha humillado ante un ex carpintero que hace milagros. Cierto, ha hecho milagros pero el que él necesitaba no se hizo. Quizá Jesús tiene preferidos. Quizá Jesús puede sanar pero no a todos, incluyendo su querida hija. Quizá Jesús no ama a los fariseos. ¿Cuántos pensamientos cruzaron la mente de Jairo? Él era un principal de la sinagoga del pueblo, merecía cierto respeto. Merecía más atención. Su puesto lo exige, por eso creyó que Jesús iría inmediatamente a su casa. Pero prefirió a una mujer que a él. Posiblemente Jesús sea feminista y ame más a las mujeres que a los importantes...
Pero no. Nada de esto es cierto con Jesús. Jesús nos ama a todos. Jesús no es ni feminista ni machista. Él es Amor. Él es Dios. Él no tiene preferidos ni escogidos. Porque de tal manera amó Dios al mundo que lo envió a Él, a Jesús, a enseñarnos el camino al Padre... Y Jairo no sabe pero Jesús se ha detenido pensando en Jairo precisamente. ¿Como así? ¡Sencillo! Si Jesús hubiera llegado antes de que la niña muriera el milagro habría sido solo de sanidad... Pero Jesús piensa en grande. Jesús piensa en un milagro más poderoso. Como pensó con Lázaro. Llegó cuando el cementerio estaba lleno de dolientes. Quería hacer un impacto más fuerte y grande del Poder de su Padre. Pero Jairo no lo sabe. El solo sabe que su hija ha muerto, que su esposa debe estar lamentándose, que su hija se está enfriando, que hay que preparar el entierro...
Pero Jesús, atento al dolor y necesidad de Jairo levanta la vista y le dice..."Ten ánimo, Jairo, Yo iré a tu casa...Cree solamente..."
Y es lo mismo que le está diciendo a usted en estos momentos. Ten ánimo, hija, iré a tu casa y llenaré tu refri... No te desalientes, Yo iré y llevaré al mecánico para que arregle tu vehículo. No desmayes, Yo llegaré y pagaré el mes de casa que tienes pendiente. No te aflijas, Yo estaré contigo en la sala del hospital para darte fe y fuerzas, todo saldrá bien. No te preocupes, Yo me encargaré de resucitar tus finanzas. No llores, Yo me encargaré de sanar a tu hijo. No te preocupes, Rocío, Yo sé donde está la solución a tu salud y actuaré en el momento justo, solo cree...
Creo que Jairo no entendió bien la orden de Jesús, pero se quedó. Él ya no podía hacer nada, pero en el fondo de su corazón había una pequeña llama de esperanza que le dijo que se quedara, que Jesús podía hacer algo más grande que sanar a su hija. Esa esperanza evitó que Jairo se fuera. Que abandonara la lucha. Que se diera por vencido. Y esperó a que Jesús terminara con aquella mujer. Se llenó de paciencia y esperó... Y vio el resultado en su casa... Horas después su hija estaba en la mesa comiendo, su esposa sonriendo y Jesús disfrutando al ver sus sonrisas llenando sus rostros...
Como espera ver el suyo: sorprendida de gozo cuando el médico diga: Todo va mejorando, sigamos adelante, todo va mejorando... ¿Verdad Rocío? ¿Verdad Elsy? ¿No es así hermana Norma...?
siempre me ha llamdo la atención esta frase. Pero, desmenuzado por decirlo asi, de esta manera, de verdad que esta frase se convierte en un poderoso mensaje que nos toca a todos en algún área de nuestra vida y cual Jairo, aunque muchas veces la ignoremos, es la esperanza de que si puede suceder algo mas grande lo que nos ha mantenido allí.
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