BUENAS OBRAS

Estoy convencido de esto, que el que comenzó la buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús. Filipenses 1:6 
¿Usted hace buenas obras? La respuesta depende de lo que entendemos por "bueno".  Tal vez el problema real es que la palabra "bueno" es demasiado amplia. Tenemos que saber lo que Pablo tenía en mente antes de aplicar nuestros puntos de vista a sus palabras. Porque lo que es bueno para nosotros es malo para Dios. Por eso debemos tener cuidado de cómo vivimos, qué comemos, qué vemos y qué hablamos... o escuchamos.
 
Fundamental para el pensamiento hebreo es la relación entre Dios y el bien. "Dios es bueno", expresa la confesión básica del judaísmo. Por lo tanto, lo que es realmente bueno se define únicamente por Dios mismo. Jesús  reconoció esta identidad esencial cuando dijo: "¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno. Buenas obras, es finalmente la obra de Dios, no importa qué o quién es el intermediario.
Ahora podemos responder a la pregunta.
 
¿Hacemos buenas obras? Sólo si nuestras obras reflejan  la maravilla de la mano de Dios. Lo que no muestra la bondad de Dios no es buena obra. Es posible que se quejen: Pero, pastor Carlos,  ¿Significa eso que todo lo que hago que no es espiritual no sirve para nada? La respuesta viene del rabino Hillel: Cuando sus discipulos  le preguntaron a dónde iba, él respondió: voy a cumplir un mandamiento. ¿Cuál?  Le preguntaron. A bañarme, dijo. ¿Es eso un mandamiento?  Preguntaron. Dios hizo  mi cuerpo. Cuando me preocupo por él, yo cumplo su mandamiento de honrar  su imagen en mí. Por lo tanto, comer, beber, bañarse, hacer ejercicio, leer un buen libro - de hecho, todos los actos de cuidado de la imagen de Dios -son buenos, y parte de hacer buenas obras está directamente vinculada a la existencia física. Con un momento de reflexión, usted será capaz de ampliar esta visión a todo tipo de actividades que honran a Dios.
 
Entonces... cuando a usted, hermana, le prohiben arreglarse su cabello, cuando le prohiben vestirse elegantemente, cuando le prohiben ponerse bonita, cuando le prohiben adelgazar, cuando le prohiben disfrutar de una buena compañía... le están prohibiendo que haga buenas obras que glorifiquen la Imagen de Dios en usted...
 
O usted, amable lector... cuando no le permiten disfrutar de una buena lectura, un momento de ocio, una taza de café a solas, cuando le dicen que no orar de rodillas es pecado... le están dañando sus buenas obras y eso no Glorifica al Señor...
 
Piénselo. Dios quiere que usted y yo vivamos a plenitud. Y eso solo se logra cuando yo permito que Dios haga en mí lo que es bueno para Él... Al fin y al cabo somos de Él. ¿Cierto?

 



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