¿QUÉ NOS PASÓ...?

El cristianismo empezó en Palestina como un compañerismo, se trasladó a Grecia 
 y se convirtió en una filosofía, se trasladó a Italia y se convirtió en una institución,  se trasladó a Europa y se convirtió en una cultura,  vino a América y 
 se convirtió en una empresa." Rev. Sam Pascoe.
 
Triste, ¿verdad? Porque eso es lo que vemos hoy en día en muchas congregaciones que dicen adorar al Señor. Ya lo dijo el teólogo Samuel Pascoe. Cité sus palabras arriba. Hoy nos hemos vuelto más adoradores de templos que de Dios. Adoramos el culto. El culto al pastor, al hombre, al diezmador. Adoramos el edificio donde nos congregamos. Cuidamos mucho de no manchar sus paredes y sus pisos, aunque los corazones de los que están adentro estén manchados de pecado, lujuria y un sin fin de aberraciones. Cuidamos el programa dominical y esperamos que nadie, ni el  Espíritu Santo lo desordene. Nos regimos más por lo que dicen los estatutos de nuestra institución que por lo que dice la Palabra de Dios. Hemos puesto reglamentos y ordenanzas humanas por sobre los mandamientos y estatutos de Dios.
 
Por lo tanto, al pecado ya no le llamamos pecado. Le llamamos "problema".
Al adulterio no le llamamos pecado. Le llamamos "necesidad sexual".
A la borrachera no le llamamos pecado. Le llamamos "un pequeño gusto".
Al coqueteo no le llamamos pecado. Le llamamos "autoestima".
Al robo no le llamamos pecado. Le llamamos "necesidad".
 
Y es que hemos construido templos tan grandes y caros que necesitamos mantenerlos llenos de gente. ¡Perdón! corrijo: necesitamos el dinero de esa gente. No nos metemos en sus vidas... nos metemos en sus billeteras. No salvamos almas... salvamos edificios. No señalamos pecados... señalamos necesidades. Hoy, la Iglesia ya no da a conocer a Jesucristo. Da a conocer a su pastor. En las pancartas gigantescas y caras que se muestran en las carreteras se publicitan iglesias, pastores y ministerios pero no la Palabra de Dios. Hoy el mensaje es: "Le invitamos a escuchar a tal o cual apóstol..." Pero no les invitamos a escuchar a Jesús. Porque cuando Jesús habla, el mundo tiembla. La gente sale despavorida. Huyen de Su Palabra. No quieren escuchar lo que Él tiene que decir. Mejor es escuchar al ungido que no habla como Jesús. El que suaviza la palabra. El que no ofende con su mensaje. El que no señala al rebelde. El que no condena al pecador...
 
Tuvo razón el reverendo Pascoe. Hoy el evangelio es una empresa. "Corporación" le llaman algunos. "Club de hombres" le llaman otros. "Club de damas" los más atrevidos. "Iglekids" los más sociales. "Punto de encuentro" los más disfrazados...
 
¿Qué encontrará Jesús cuando vuelva? La pregunta que Él hizo sigue flotando en el ambiente: "Cuando el Hijo del Hombre vuelva... ¿hallará amor en la tierra?" Usted... ¿qué dice...?

Comentarios

  1. HNO ES UN GUSTO Y MAYORMENTE UNA GRAN BENDICION PODER CONOCERLE Y RECIBIR SUS ENSEÑANZAS... USTED ES DE GRAN BENDICION JUNTO CON SU ESPOSA DONDE QUIERA QUE VAN SON DE BENDICION... Y AHORA EN EL RETIRO DE LIDERES ACA EN CHALCHUAPA FUE ALGO IMPACTANTE PARA NUESTRAS VIDA... GRACIAS POR COMPARTIE ESA PALABRA

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