¿DONDE DEBEMOS ESTAR ENTONCES? (Jn. 12:26)
Decir que soy cristiano es una cosa. Ser evangélico otra.
Como siempre he dicho: evangélicos hay por montón. Cristianos son pocos. Los que se atreven a ser confrontados con su verdad. Los aguantadores. Los que bajan la frente ante la Presencia del Señor cuando les señala su pecado. Cristianos son los que aceptan su condición y no la niegan. Al contrario, trabajan fuertemente para arreglar lo que está mal. Para coser lo descocido pues...
Jesús es pragmático. No tiene pelos en la lengua a la hora de decir la Verdad. ¿Acaso Él no es la Verdad? Por lo tanto lo que habla es Verdad. Innegablemente. No se puede contradecir... a menos que usted sea de los evangélicos que a todo le encuentra excusa... para vivir a su manera. On my Way, cantó Sinatra. Y los evangélicos también. Es su himno bandera.
Pero los cristianos son otra cosa. Ellos entienden perfectamente lo que quiso decir Jesús cuando expresó ese pensamiento: Si alguno me sirve, que me siga. Y donde yo estoy allí estará mi servidor.
¡Ah! Menuda sorpresa...
Porque... ¿Donde está Jesús? ¿En los billares del barrio? ¿En la cantina, acaso? ¿Bebiendo cerveza los sábados con sus amigotes? ¿En el concierto de Ricky? ¿Pegándole a una mujer? ¿Sometiéndola a insultos y ultrajes? ¿Insultando a la suegra? ¿Despreciando a sus padres? ¿Burlándose de la ley, acaso?
Yo creo que Jesús está en el hospital visitando a los enfermos. Está en la esquina pidiendo una limosna a los que pasan por allí. Está en la casa de la viuda que no tiene qué comer y nadie se ocupa de ella. Jesús está en el Bloom cuidando a la bebita que dejaron abandonada anoche en la colonia Olímpica. Jesús está llorando con los que lloran. Está sufriendo por la matanza de estudiantes aquí en El Salvador... Allí está Jesús. Con los que sufren. Con las divorciadas. Con los abandonados por la familia...
Yo no creo que los que quieran seguir a Jesús lo busquen en los clubes nocturnos de la ciudad. Yo no creo que los que quieren seguir a Jesús puedan estar en los burdeles. Yo no muy creo que alguien que dice que es servidor de Jesús hable palabras obscenas, que vea con lujuria a una mujer, que le diga piropos abusivos cuando pasa. Yo no creo que una servidora que dice que sigue a Jesús se vista mostrando sus piernas a los hombres, que se vista como a ella le gusta y no como le gusta a Jesús. Yo no creo que una mujer que se considere una dama hable con palabrotas vulgares, que se ría a carcajadas delante de la gente, que no sepa ni como sentarse correctamente...
A Jesús no le tiembla el pulso cuando pone las condiciones para los que querramos servirle y seguirle. Si yo digo que soy servidor de Jesús... debo estar donde Él está. No donde yo creo que debe estar...
Madre Teresa supo donde estuvo Jesús durante su vida. Jesús y ella, su servidora, estaban cuidando leprosos en Calcuta... ¿Y nosotros...?
Como siempre he dicho: evangélicos hay por montón. Cristianos son pocos. Los que se atreven a ser confrontados con su verdad. Los aguantadores. Los que bajan la frente ante la Presencia del Señor cuando les señala su pecado. Cristianos son los que aceptan su condición y no la niegan. Al contrario, trabajan fuertemente para arreglar lo que está mal. Para coser lo descocido pues...
Jesús es pragmático. No tiene pelos en la lengua a la hora de decir la Verdad. ¿Acaso Él no es la Verdad? Por lo tanto lo que habla es Verdad. Innegablemente. No se puede contradecir... a menos que usted sea de los evangélicos que a todo le encuentra excusa... para vivir a su manera. On my Way, cantó Sinatra. Y los evangélicos también. Es su himno bandera.
Pero los cristianos son otra cosa. Ellos entienden perfectamente lo que quiso decir Jesús cuando expresó ese pensamiento: Si alguno me sirve, que me siga. Y donde yo estoy allí estará mi servidor.
¡Ah! Menuda sorpresa...
Porque... ¿Donde está Jesús? ¿En los billares del barrio? ¿En la cantina, acaso? ¿Bebiendo cerveza los sábados con sus amigotes? ¿En el concierto de Ricky? ¿Pegándole a una mujer? ¿Sometiéndola a insultos y ultrajes? ¿Insultando a la suegra? ¿Despreciando a sus padres? ¿Burlándose de la ley, acaso?
Yo creo que Jesús está en el hospital visitando a los enfermos. Está en la esquina pidiendo una limosna a los que pasan por allí. Está en la casa de la viuda que no tiene qué comer y nadie se ocupa de ella. Jesús está en el Bloom cuidando a la bebita que dejaron abandonada anoche en la colonia Olímpica. Jesús está llorando con los que lloran. Está sufriendo por la matanza de estudiantes aquí en El Salvador... Allí está Jesús. Con los que sufren. Con las divorciadas. Con los abandonados por la familia...
Yo no creo que los que quieran seguir a Jesús lo busquen en los clubes nocturnos de la ciudad. Yo no creo que los que quieren seguir a Jesús puedan estar en los burdeles. Yo no muy creo que alguien que dice que es servidor de Jesús hable palabras obscenas, que vea con lujuria a una mujer, que le diga piropos abusivos cuando pasa. Yo no creo que una servidora que dice que sigue a Jesús se vista mostrando sus piernas a los hombres, que se vista como a ella le gusta y no como le gusta a Jesús. Yo no creo que una mujer que se considere una dama hable con palabrotas vulgares, que se ría a carcajadas delante de la gente, que no sepa ni como sentarse correctamente...
A Jesús no le tiembla el pulso cuando pone las condiciones para los que querramos servirle y seguirle. Si yo digo que soy servidor de Jesús... debo estar donde Él está. No donde yo creo que debe estar...
Madre Teresa supo donde estuvo Jesús durante su vida. Jesús y ella, su servidora, estaban cuidando leprosos en Calcuta... ¿Y nosotros...?
Gracias a Dios por este mensaje que ha compartido con nosotros, la verdad es que en lo personal poco a poco voy aprendiendo sobre la autoridad de Dios así como en la iglesia para mi ha sido un cambio grande ya que de donde vengo nadie se interesaba por las ovejas, por su vida personal y espiritual.Se interesaban nada mas en las actividades como rifas, día del padre, ventas, etc.
ResponderEliminarPara mi se abrió un nuevo panorama al oir palabra nueva que movió mis paradigmas, no ha sido fácil pero le pido a Dios ser obediente, caminar poco a poco pero de la mano de el en su camino. Le pido a Dios me muestre su propósito para mi.
Gracias por su cobertura y disciplina que son tan necesarios para mi.
realmente quiero dejar de ser Evangélica del montón. y quiero realmente pertenecer a Cristo. es mi propósito poco a poco y día a día.
Duele en lo profundo del corazon este mensaje pues es como ver mis imperfecciones frente al espejo, pero eso me permite esforzarme cada dia para que junto al Señor pueda ser agradable.
A veces me siento no comprender un poco las cosas, pero le digo al Señor que no quiero cuestionar solamente obedecer.
Rocio Burgos