SE NECESITAN...

Nuestra generación necesita de manera urgente que se levanten hombres valientes. Necesitamos hombres que no se dejen influenciar por la cultura ni teman las críticas.  hombres decididos a liderar su familia a toda costa, que enseñen la pureza sexual a sus hijos para que no haya más niños que lleguen al mundo sin padres casados.  Necesitamos hombres que se aferren a sus votos matrimoniales y clamen por la ayuda de Dios para amar a su esposa en lugar de darse por vencidos en los momentos de dificultad...

Se necesitan hombres que se nieguen a sacrificar a su familia a costa de un ascenso en el trabajo.  Nombres que no permitan que el esparcimiento consuma su tiempo e insensibilice su conciencia, que se manifiesten en contra de las leyes y filosofías que destruyen la familia.  Hombres que perdonen a sus  padres, que rompan las cadenas del pasado y establezcan nuevos principios, que oren por sus pastores y por un avivamiento en  sus iglesias, y que tomen decisiones que fortalecerán a la próxima generación...

¡Se necesitan esa clase de hombres!

Actualmente los hombres sienten una intensa presión a su alrededor.  Estamos frente a la oscura depravación de nuestra cultura y las necesidades desesperadas de la generación que sigue. El fracaso de nuestros padres  y el pecado de nuestro propio pasado nos atacan por la retaguardia.  Pueden parecernos oscuras nubes que se ciernen sobre nosotros, presionando para que nos demos por vencidos, que nos rindamos derrotados, nosotros y nuestra familia...

Por eso se necesitan hombres decididos a decir "no" a las debilidades. "No" a la reunión con los amigos en el bar el fin de semana. "No" a la invitación descarada de la compañera de trabajo que nos quiere llevar a una cita de la cual dependerá el futuro de nuestro hogar. "No" al cheque debajo del escritorio donde se cotiza nuestra integridad. "No" al programa de televisión que nos inducirá a la perversión sexual. "No" a ese amigo que solo nos quiere usar para esconder su propia corrupción moral...

Se necesitan hombres que tengan clara su visión y su misión. Fuimos enviados a este mundo para parecernos a Jesús, no para imitar a los iconos vulgares y viciosos de nuestro tiempo...

Se necesitan hombres tiernos, que sepan llorar por su debilidad y ser fuertes para llevar sobre sus hombros la responsabilidad de su hogar...

Se necesitan hombres que dediquen el tiempo necesario para cuidar su viña: su hogar.  Que escarben profundo para encontrar la cizaña que puede llegar a destruir su casa, su honor y su futuro...

Se necesitan hombres que no se dejen castrar por la cultura del presente... Que mantengan frente a ellos la Imagen de nuestro Señor que nos pedirá cuentas al final de los tiempos...

Hombres de verdad. Hombres de una sola mujer.

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