BORRON Y CUENTA NUEVA...
En mi computadora, en el extremo izquierdo hay una tecla muy importante. Está al final del teclado. No tiene ningún dibujo. No tiene nada resaltado. Solo tiene una palabra escrita en inglés: DELETE. Significa borrar. Es bastante útil para los que escribimos porque nos ayuda a borrar alguna palabra o idea que no expresa realmente lo que quisimos poner.
En lo personal la utilizo con mucha frecuencia porque me equivoco continuamente. Y usted que me lee no se da cuenta de mis errores. Todo gracias a esa tecla.
Claro, usarla es volitivo. Yo puedo dejar los errores allí. Muchos se darían cuenta de ellos. Así que tocarla o no, es decisión mía. Nadie puede hacerlo por mi...
¿Vio el símil? No es demasiado difícil hacer la relación. Escoger el perdón es como presionar la tecla para borrar en la computadora, y retroceder por encima de los accidentes y las acciones inaceptables que se escribieron en las páginas de nuestra vida. Perdonar significa tomar la decisión de seguir adelante y de crear los próximos capítulos sin tener que incorporar el residuo estropeado de los últimos.
Presionar la tecla para borrar es una decision. Una decisión contundente y única, seguida de una serie de decisiones más pequeñas, pero igualmente importantes, de seguir borrando, liberando el deseo de aferrarnos a lo que nos hicieron.
Si decido no borrar el error ortográfico que cometí, el resto del capítulo quedará marcado por ese descuido. Todo mi trabajo se echará a perder gracias al error evidente que dejé allí. Al no completar la tarea deliberada de quitarlo de la pantalla, no podré expresar en verdad lo que quería decir con mis palabras. No borrarlo permite que un incidente incorrecto permanezca y cause problemas.
Así, que, le insto a apropiarse de esta pequeña analogía.
El botón de borrar.
Ya sabe a qué me refiero. Perdonar. Terminar con el asunto. Y usted sabe que es lo correcto, aunque sea lo último que quiera hacer...
En lo personal la utilizo con mucha frecuencia porque me equivoco continuamente. Y usted que me lee no se da cuenta de mis errores. Todo gracias a esa tecla.
Claro, usarla es volitivo. Yo puedo dejar los errores allí. Muchos se darían cuenta de ellos. Así que tocarla o no, es decisión mía. Nadie puede hacerlo por mi...
¿Vio el símil? No es demasiado difícil hacer la relación. Escoger el perdón es como presionar la tecla para borrar en la computadora, y retroceder por encima de los accidentes y las acciones inaceptables que se escribieron en las páginas de nuestra vida. Perdonar significa tomar la decisión de seguir adelante y de crear los próximos capítulos sin tener que incorporar el residuo estropeado de los últimos.
Presionar la tecla para borrar es una decision. Una decisión contundente y única, seguida de una serie de decisiones más pequeñas, pero igualmente importantes, de seguir borrando, liberando el deseo de aferrarnos a lo que nos hicieron.
Si decido no borrar el error ortográfico que cometí, el resto del capítulo quedará marcado por ese descuido. Todo mi trabajo se echará a perder gracias al error evidente que dejé allí. Al no completar la tarea deliberada de quitarlo de la pantalla, no podré expresar en verdad lo que quería decir con mis palabras. No borrarlo permite que un incidente incorrecto permanezca y cause problemas.
Así, que, le insto a apropiarse de esta pequeña analogía.
El botón de borrar.
Ya sabe a qué me refiero. Perdonar. Terminar con el asunto. Y usted sabe que es lo correcto, aunque sea lo último que quiera hacer...
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