LOS TEMORES
¿Quien no los ha tenido? ¿Quien no ha sido acosado por esas alimañas que se meten en nuestros corazones y nos hacen temblar? Hasta Jesús tuvo temor. Dice la Escritura que "ofreció oraciones y súplicas con fuerte clamor y lágrimas al que podía salvarlo de la muerte" (Heb. 5:7) Oró tan fuerte y lo más alto que pudo que quedó registrado en su Historia...
Además le pidió a sus amigos que oraran por El...
Y esa es la clave para quitarnos de encima esos escarabajos tan molestos que son los temores.
Temor al rechazo.
Temor financiero.
Temor al desempleo
Temor al divorcio.
Temor al adulterio.
Temores profesionales...
Temores afectivos...
A menos que usted no tenga un lugar donde congregarse, usted tiene que vivir solo con sus temores.
Pero si tiene el privilegio de tener compañeros a su alrededor, amigos en quien confiar, gentes que le puedan echar una mano... verbalice sus temores, háblelos, descúbralos y haga que se los lleve la corriente...
Los temores son algo normal en la vida de los creyentes. Bueno, todos los sufrimos, pero en los creyentes son más frecuentes porque nos ponen en duda. El diablo, como león rugiente anda viendo a quien se devora y utiliza con frecuencia el miedo, el temor y la duda para hacernos tambalear.
¿Hará Dios lo que prometió? Viene el temor y nos dice que posiblemente no.
¿Proveerá Dios lo que dijo que proveería? Viene el miedo y nos dce que mejor hagamos un préstamo.
¿Sanará Dios la enfermedad? Viene la duda y nos dice que mejor compremos un seguro funerario...
¿Donde podemos drenar a esos ingratos y echarlos fuera? En la congregación. Es allí mismo donde están los que han sufrido las mismas cosas que usted y yo. Allí están los compañeros de jornada que han pasado por todo eso y han vencido. Allí están los que han sufrido las mismas pesadillas que usted, las mismas dudas y los mismos miedos...
¡Búsquelos! Hable. Descubra sus miedos. Sáquelos a la luz y verá que, como los vampiros, no soportan estar fuera de la cueva de su corazón. Ellos aman las tinieblas... sáquelos a la luz y se irán. Jesús lo experimentó y salió Victorioso. ¿Que nos hace creer que no será igual para nosotros?
Además le pidió a sus amigos que oraran por El...
Y esa es la clave para quitarnos de encima esos escarabajos tan molestos que son los temores.
Temor al rechazo.
Temor financiero.
Temor al desempleo
Temor al divorcio.
Temor al adulterio.
Temores profesionales...
Temores afectivos...
A menos que usted no tenga un lugar donde congregarse, usted tiene que vivir solo con sus temores.
Pero si tiene el privilegio de tener compañeros a su alrededor, amigos en quien confiar, gentes que le puedan echar una mano... verbalice sus temores, háblelos, descúbralos y haga que se los lleve la corriente...
Los temores son algo normal en la vida de los creyentes. Bueno, todos los sufrimos, pero en los creyentes son más frecuentes porque nos ponen en duda. El diablo, como león rugiente anda viendo a quien se devora y utiliza con frecuencia el miedo, el temor y la duda para hacernos tambalear.
¿Hará Dios lo que prometió? Viene el temor y nos dice que posiblemente no.
¿Proveerá Dios lo que dijo que proveería? Viene el miedo y nos dce que mejor hagamos un préstamo.
¿Sanará Dios la enfermedad? Viene la duda y nos dice que mejor compremos un seguro funerario...
¿Donde podemos drenar a esos ingratos y echarlos fuera? En la congregación. Es allí mismo donde están los que han sufrido las mismas cosas que usted y yo. Allí están los compañeros de jornada que han pasado por todo eso y han vencido. Allí están los que han sufrido las mismas pesadillas que usted, las mismas dudas y los mismos miedos...
¡Búsquelos! Hable. Descubra sus miedos. Sáquelos a la luz y verá que, como los vampiros, no soportan estar fuera de la cueva de su corazón. Ellos aman las tinieblas... sáquelos a la luz y se irán. Jesús lo experimentó y salió Victorioso. ¿Que nos hace creer que no será igual para nosotros?
Comentarios
Publicar un comentario