¿ESCUCHA DIOS LAS ORACIONES?

Normalmente, cuando estamos en aprietos y lanzamos una oracion al Cielo en busca de auxilio... la mayoría de las veces no recibimos respuesta. El cielo se queda callado. Y vienen dos dardos a nuestra mente:
Dios no puede hacerlo, tengo que hacerlo yo.
Dios no va a hacerlo, tengo que hacerlo yo...

¿Puede Dios hacer cualquier cosa? ¡Claro que puede! Por algo El es Dios. Ya lo dijo Daniel: "Hace lo que le parece mejor tanto en el cielo como entre los habitantes de la tierra. Nadie puede oponerse a su poder" (4:35 nbd)

Dios es tan Poderoso que es más poderoso que cualquier gobernante. Es más Rey que cualquier rey. Es tan Noble y Majestuosos como el más noble y majestuoso de los hombres.

Resucita muertos. Da vista a los ciegos. Sana a las mujeres con flujo de sangre. Consuela a los pobres. Alimenta a miles. Platica con mujeres en los pozos de agua. Perdona adúlteras...

¿Qué más pruebas queremos de Su Poder?

Ahora sí. ¿Hará Dios cualquier cosa cuando se la pidamos que la haga?
Una cuestión espinosa. Es el clavo en el zapato. ¿Quiere mi respuesta? No la sé. Tendría que ser Dios para saberla. La respuesta a esa pregunta le pertenece solo a El. Solo El sabe los tiempos y sus tiempos no son los nuestros.

A veces el silencio de Dios es la mejor respuesta.

Grite, chille, lamente, haga berrinche... y le aseguro que Dios se quedará callado. Y es que El es el primero en cumplir Su Palabra que dice: "La blanda respuesta aplaca la ira". Usted sabe donde lo dice. Cuando usted o yo le gritamos, cuando le hablamos enojados, cuando le reclamamos porque no hace lo que le pedimos... ¿como responde? Con silencio. Con la blanda respuesta. ¿Acaso espera usted que El le devuelva los gritos? ¿Acaso espera usted que El le responda con chillidos?

No lo hará. Lo que sí hará es guardar silencio. Al necio, oídos sordos dice el dicho...

Su silencio es la mejor respuesta. Nos está diciendo: "Cálmate y te responderé". "Calmate y verás Mi Poder actuando a tu favor" "Callen y marchen, yo partiré el mar", pero... guarden silencio...

Quizá por eso muchas de las oraciones de los siervos de la Biblia no quedaron escritas con tinta, pero fueron respondidas por Su Poder. Eso debemos hacer nosotros cuando estemos en angustia: Doblar la cerviz, y, como Ana, mover solo los labios aunque no se escuchen nuestras palabras... Dios escuchará nuestros suspiros.

¿No le parece?

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