CAMISAS

Dios es tan buen Padre que cuando nos creó, creò todo lo que íbamos a necesitar... No solo creó la tierra y lo que la rodea, sino también creó el cielo para nosotros...

Como un buen Padre, Dios hace lo que cualquier padre haría: Proveernos un lugar mejor para descansar.  Un lugar que Èl ha preparado para nosotros.  El cielo no es algo que se produce en masa, se hace a la medida. Y las cosas a la medida no estorban, no dañan, no se  arruinan tan rápido, no quedan mal. Se hacen a la medida... Como mis camisas...

Encontré un lugar que andaba buscando desde hace unos años. Un lugar en donde hacen camisas a la media. Siempre ha sido mi gusto vestir ropa hecha para mí. Disculpe si le parezco petulante, pero no me gusta mucho eso de ponerme ropa que se hace a granel. Soy de esos hombres raros que son selectivos a la hora de mis gustos personales... Por eso escribo sobre el cielo. El cielo es para personas selectivas. Para las que han sabido elegir entre el infierno y el cielo. Yo he escogido el cielo porque el cielo fue hecho a mi medida...

Cuando voy a la tienda en donde me hacen mis camisas selecciono la tela, los botones los colores y el hilo. Pido que me borden mis iniciales incluso. El sastre me toma las medidas. Varias semanas después recibo mis camisas hechas especialmente para mi. Hay una gran diferencia entre estas camisas y las otras que están en los almacenes. Las camisas que me hace el sastre las hace pensando en mí. Las otras fueron hechas para cientos de miles de hombres con medidas similares a las mías.  Pero no las que me hacen. Son hechas especialmente para mi cuerpo.  Como resultado, visten a la perfección. No se pandean. No se arrugan. No sofocan.  Son hechas a mi medida.

Así es la promesa del cielo. Fue hecho pensando en nosotros. En usted y en mí. Lo dijo Jesus: "Recibid el reino que se os ha preparado desde la creación del mundo".  Mat. 25:34. También dijo: "En la Casa de mi Padre muchas moradas hay, voy, pues, a preparar morada para vosotros..."

Este mundo tiene un problema: es que no queda bien con nosotros. Bueno, nos sirve por el momento, pero no está hecho a nuestra medida. Nosotros fuimos creados para vivir con Dios, pero en la tierra vivimos por fe. Fuimos hechos para vivir para siempre, pero sobre esta tierra vivimos solo un momento. Fuimos hechos para vivir en santidad, pero este mundo está arrugado, sofocado, apretado y muchas cosas más por el pecado...

Este mundo es como usar una camisa del montón. El cielo, sin duda, será como una camisa hecha a nuestra medida...

¿Qué le parece la idea...?