BASURA
No me vaya a malinterpretar por lo que va a leer...
Vivimos en un mundo lleno de basura. Desde Génesis hasta el día de hoy y hasta que Cristo vuelva por sus hijos, estaremos viviendo en medio de la basura. Basura moral. Vicios. Divorcios. Hijos bastardos. Abandonados por los padres. Tirados a la basura como bolsas llenas de sobras para que las ratas los devoren... Basura en los hogares cristianos en donde el padre habla palabras blasfemas porque cree que allí Dios no lo escucha. Madres que maldicen a sus hijos cuando le piden pan y ella no tiene nada que darles... Basura sexual en las oficinas en donde el jefe se aprovecha de su empleada necesitada de un cheque mensual para llevar el pan a la mesa de sus padres sin trabajo...
El diablo fue experto en engañar a Adán y Eva. Les prometió una cosa y les dio otra. El Señor les había dado un huerto lleno de alimentos, buenas cosas para que vivieran en limpieza. Para que vivieran de acuerdo a su linaje y abolengo. Que como sus hijos, vivieran en el orden y la belleza que Èl deseaba que tuvieran... Pero todo se vino al traste cuando le creyeron las mentiras al Diablo. Mas adelante Dios quería que ellos vivieran como en Gosèn, libres de plagas. Ni moscas, ni zancudos, ni muerte... Pero una vez más, el hombre se alejo de Dios y buscó el ambiente sucio y repugnante del basurero.
Pregùntele al hijo pródigo qué andaba buscando cuando se fue de la casa del Padre en donde todo olía a perfume, a aromas agradables al olfato y prefirió el hedor de la porqueriza. En vez de quedarse al lado del Padre en donde todo era orden y limpieza, él prefirió lo apestoso de los cerdos y sus algarrobas...
En vez de adorar al Señor de los Cielos, el hombre prefiere adorar al Señor de las moscas. A Baal...
La basura nos sale al encuentro cada día que amanece. ¿No le ha tocado un saco lleno de infortunios y angustias? Por puesto que sí. ¿Puedo hacerle una pregunta? ¿qué piensa hacer con eso? Usted tiene varias alternativas. Puede esconderla. Puede tomar la bolsa de basura y esconderla debajo de su ropa y meterla debajo del vestido y decir que no está allí. Pero usted y yo sabemos que eso no engaña a nadie. Tarde o temprano empezarà a apestar. O puede disfrazarla. Pintarla de verde, ponerla en el patio y decirle a todo el mundo que se trata de un árbol. De nuevo, nadie se lo creerá y pronto va a apestar... Entonces, ¿qué va a hacer? Si sigue el ejemplo de Cristo, aprenderà a ver los tiempos malos en forma diferente. Recuerde: Dios le ama tal como usted es, pero rehusa dejarlo de esa manera. Èl quiere que tenga un corazón lleno de esperanza... como Jesus.
¡No le gustaría tener un corazón lleno de esperanza? ¿No le gustaría ver el mundo con los ojos de Jesus? Aunque las respuestas a sus oraciones tarden, como Jesus, usted puede tener la esperanza que llegarán... Jesus también caminò en medio de la basura, pero hubo una diferencia en Èl: En medio del caos y el fracaso del hombre, Èl vio al Padre. Vio la Presencia limpia y santa del Padre cuidándolo que su pie no tropezara en ninguna piedra del camino... Y usted puede hacer lo mismo. No puede evitar la basura del mundo, pero puede evitar mancharse con su hedor y suciedad... Para eso necesita poner su mirada en las cosas del Cielo. Al fin al cabo para allá vamos... ¿No es cierto...?
Vivimos en un mundo lleno de basura. Desde Génesis hasta el día de hoy y hasta que Cristo vuelva por sus hijos, estaremos viviendo en medio de la basura. Basura moral. Vicios. Divorcios. Hijos bastardos. Abandonados por los padres. Tirados a la basura como bolsas llenas de sobras para que las ratas los devoren... Basura en los hogares cristianos en donde el padre habla palabras blasfemas porque cree que allí Dios no lo escucha. Madres que maldicen a sus hijos cuando le piden pan y ella no tiene nada que darles... Basura sexual en las oficinas en donde el jefe se aprovecha de su empleada necesitada de un cheque mensual para llevar el pan a la mesa de sus padres sin trabajo...
El diablo fue experto en engañar a Adán y Eva. Les prometió una cosa y les dio otra. El Señor les había dado un huerto lleno de alimentos, buenas cosas para que vivieran en limpieza. Para que vivieran de acuerdo a su linaje y abolengo. Que como sus hijos, vivieran en el orden y la belleza que Èl deseaba que tuvieran... Pero todo se vino al traste cuando le creyeron las mentiras al Diablo. Mas adelante Dios quería que ellos vivieran como en Gosèn, libres de plagas. Ni moscas, ni zancudos, ni muerte... Pero una vez más, el hombre se alejo de Dios y buscó el ambiente sucio y repugnante del basurero.
Pregùntele al hijo pródigo qué andaba buscando cuando se fue de la casa del Padre en donde todo olía a perfume, a aromas agradables al olfato y prefirió el hedor de la porqueriza. En vez de quedarse al lado del Padre en donde todo era orden y limpieza, él prefirió lo apestoso de los cerdos y sus algarrobas...
En vez de adorar al Señor de los Cielos, el hombre prefiere adorar al Señor de las moscas. A Baal...
La basura nos sale al encuentro cada día que amanece. ¿No le ha tocado un saco lleno de infortunios y angustias? Por puesto que sí. ¿Puedo hacerle una pregunta? ¿qué piensa hacer con eso? Usted tiene varias alternativas. Puede esconderla. Puede tomar la bolsa de basura y esconderla debajo de su ropa y meterla debajo del vestido y decir que no está allí. Pero usted y yo sabemos que eso no engaña a nadie. Tarde o temprano empezarà a apestar. O puede disfrazarla. Pintarla de verde, ponerla en el patio y decirle a todo el mundo que se trata de un árbol. De nuevo, nadie se lo creerá y pronto va a apestar... Entonces, ¿qué va a hacer? Si sigue el ejemplo de Cristo, aprenderà a ver los tiempos malos en forma diferente. Recuerde: Dios le ama tal como usted es, pero rehusa dejarlo de esa manera. Èl quiere que tenga un corazón lleno de esperanza... como Jesus.
¡No le gustaría tener un corazón lleno de esperanza? ¿No le gustaría ver el mundo con los ojos de Jesus? Aunque las respuestas a sus oraciones tarden, como Jesus, usted puede tener la esperanza que llegarán... Jesus también caminò en medio de la basura, pero hubo una diferencia en Èl: En medio del caos y el fracaso del hombre, Èl vio al Padre. Vio la Presencia limpia y santa del Padre cuidándolo que su pie no tropezara en ninguna piedra del camino... Y usted puede hacer lo mismo. No puede evitar la basura del mundo, pero puede evitar mancharse con su hedor y suciedad... Para eso necesita poner su mirada en las cosas del Cielo. Al fin al cabo para allá vamos... ¿No es cierto...?
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