¿SOMOS SUS AMIGOS?
Ya nos los llamaré mis siervos, dijo Jesús. Les llamaré mis amigos. Porque Jesús, más que siervos quiere amigos. Porque siervos hay muchos. Abundan por todas partes. Incluso hay quienes se autodenominan "grandes" siervos. "Siervos ungidos". Y muchos títulos más. El problema es que no hacemos lo que Él mandó. La iglesia ha perdido el rumbo a causa de la enseñanza liviana con que hoy se predica la Palabra del Señor. Y Él sigue buscando amigos. Amigos que hablen lo que Él ordena, no lo que la gente quiere oír. Si usted es sincero, notará que hoy lo que la gente quiere oír es cómo hacer dinero. Como alcanzar el éxito. Como vender más. Como acabar con la competencia. Jesús ordenó condenar el pecado pero eso ya no se menciona en los púlpitos. Ahora se vale de todo: adulterios, fornicaciones, libertinaje sexual... divorcios. Estas cosas ya no se condenan como hicieron los primeros verdaderos amigos de Jesús. Pedro, Pablo, Judas (¡Uyyyy) ya no se leen en las iglesias porq...