EJEMPLO
Ser traicionado y ser agradecido no es común en muchos de nosotros. Cuando nos traicionan nos amargamos, nos peleamos con todos incluso con los inocentes y nos volvemos desconfiados y toscos en el trato con nuestros amigos o congregación. Conozco algunos pastores que se han vuelto desconfiados a causa de las traiciones que han sufrido y los dolores de su corazón se traducen en un alejamiento de quienes les aman y respetan. Hay esposas que les niegan a sus esposos o hijos que mantengan buenas relaciones interpersonales con otros porque ellas fueron traicionadas por alguien y ahora a todos los cortan con la misma tijera. Les evitan a sus familias el privilegio de desenvolverse con sus amistades. Se convierten en personas frías y a veces hasta deshumanizadas... Porque ser traicionado y saber ser agradecido es algo difícil. Pero Jesus nos ha dado un buen ejemplo de como lidiar con esas emociones... Es la noche de la última cena de Jesus con sus discípulos. Al lado de Jesus está Judas...