ABIGAÌL
Vivió en la época de David en la tierra de los filisteos, y estaba casada con Nabal, que significa tonto en hebreo y su vida cumplía con esa definición. Piense en él como el tirano de su época. Poseía ganado y estaba orgulloso de su propia vida. Mantenía su bar repleto de licor, sus días calientes, manejaba una limusina más larga que una calle y tenía privilegios que muy pocos se podían pagar. En el hangar de su patio tenía parqueado un jet Lear y era visitante asiduo a los casinos de las Vegas los fines de semana. Media docena de guardias de seguridad más grandes que una caja para muertos le acompañaba a donde quiera que iba... Pero era tonto... ¿Es así su mundo, querido amigo? ¿Sus posesiones lo definen? ¿Los pronombres posesivos dominan el lenguaje de su círculo social? Mi carrera, Mis cosas, Mi carro, Mi casa, Mi tiempo, Mis gustos... Mi dios? Si es así, usted conoce a ese gigante llamado egolatría. Es uno de los sinónimos del nombre Goliat. Lo tiene atado a ...