BURLAS
Siempre han habido burladores. Gentes que se gozan con burlarse de otros. El sistema es especialista en eso. Cobran el agua que no les sirven. Cobran más de la cuenta en el recibo de la luz. Le hacen esperar largas filas de gente para atenderlo pero ¡ay! de usted si no paga su cuota a tiempo. Le ofrecen un aparato a crédito pero no le dicen que lo ahorcarán con los intereses...
Burlas. Están por todos lados. En los colegios y escuelas se llama bullyng. Lo sufren los niños de ambos sexos sin distinción de edad. Lo sufren los adultos. Se sufre en las iglesias y en los parques en donde otros niños se burlan del suyo...
Esto no es nuevo. Siempre ha existido. Para el pueblo de Israel eran los madianitas, un pueblo nómada disperso en diferentes lugares, eran personas del desierto que descendían de la segunda esposa de Abraham, Cetura. (Gen. 25:2). Siempre tuvieron conflictos con Israel. ¿Sabe de alguien empeñado en hacerle la vida imposible a alguien? ¿Alguna vez tuvo que entregar todo su sueldo y sustento a otro que se creía más fuerte? Ese era Gedeòn. Cuando esta horda de hombres rudos llegaban a su aldea todos temblaban. Les quitaban su trigo, sus animales y sus propiedades. Pero no solo les quitaban sus cosas materiales también sus cosas íntimas. Su dignidad. Su hambre. Su orgullo. Sus sueños. No solo les quitaban su alimento pero también les quitaban las ganas de trabajar. Los madianitas no eran bienvenidos. Eran personas non gratas para Israel, no eran huéspedes ni bien recibidos... La pregunta que flotaba en el ambiente era: ¿Por qué no hay nada que haga algo? ¿Es que siempre debemos estar así? ¿Habrá algún valiente que nos defienda...? ¿Alguien que cambie esto? Sì. Es Dios. Y Dios entra en escena. El problema es que entra en escena con un hombre que está más decepcionado que la misma decepción. Está escondiendo su grano. En una cueva. Tenía más miedo de lo que se tarda en analizar qué es el miedo.
Nosotros también tenemos miedo. A la soledad. Al divorcio. A la muerte. Al desalojo. A que no nos alcance el sueldo. Miedo al miedo. Satanàs hace con nosotros lo que los madianitas hacían con Israel. Nos roba la esperanza. el gozo. destruye nuestras ilusiones y se apodera de nuestra paz. Nos endeuda y luego nos mete miedo con que no podremos pagar. Nos enferma y afecta nuestra fe. Empaña nuestra visión y entorpece el cerebro. No nos deja pensar. Hay algo que él no quiere que usted sepa: Que hay Alguien que sí puede cambiar las burlas por paz...
Y Gedeòn se siente rabioso por las burlas de los madianitas. Se siente enojado e impotente. Como usted y como yo que muchas veces enfrentamos gigantes que nos hacen ver pequeños, como la crisis financiera, la depresión, la ansiedad y la culpa.
Así que el ángel le habla a Gedeòn. Escuche sus palabras: "Y el ángel del Señor se le apareció, y le dijo: El Señor está contigo, valiente guerrero". Jueces 6:12. ¿Valiente? ¿Guerrero? ¿De donde saca el ángel esa idea si lo que se ve es a un agricultor inculto y miedoso escondiendo su trigo? ¿Se estará burlando de Gedeòn? ¿Estará siguiendo la tónica de los madianitas y se está riendo de él? No. No es así...
Porque Dios ve lo que nosotros no vemos. Nosotros vemos en el espejo a un cobarde y temeroso. Dios ve un valiente que está pasando una crisis. Por eso también dice: "El Señor está contigo..." Si Dios con nosotros, ¿quien contra nosotros? Este escrito es para aquellos que están cansados de las burlas de Satanas. De los que ya no quieren seguir escondiendo su fe, sus sueños y sus esperanzas. Para aquellas mujeres que ya están cansadas de estar escondiendo sus virtudes y su libertad de ser mujeres, de ser hijas e hijos de Dios... Adelante, valientes guerreros. Adelante valientes guerreras...El Señor está con ustedes...
Burlas. Están por todos lados. En los colegios y escuelas se llama bullyng. Lo sufren los niños de ambos sexos sin distinción de edad. Lo sufren los adultos. Se sufre en las iglesias y en los parques en donde otros niños se burlan del suyo...
Esto no es nuevo. Siempre ha existido. Para el pueblo de Israel eran los madianitas, un pueblo nómada disperso en diferentes lugares, eran personas del desierto que descendían de la segunda esposa de Abraham, Cetura. (Gen. 25:2). Siempre tuvieron conflictos con Israel. ¿Sabe de alguien empeñado en hacerle la vida imposible a alguien? ¿Alguna vez tuvo que entregar todo su sueldo y sustento a otro que se creía más fuerte? Ese era Gedeòn. Cuando esta horda de hombres rudos llegaban a su aldea todos temblaban. Les quitaban su trigo, sus animales y sus propiedades. Pero no solo les quitaban sus cosas materiales también sus cosas íntimas. Su dignidad. Su hambre. Su orgullo. Sus sueños. No solo les quitaban su alimento pero también les quitaban las ganas de trabajar. Los madianitas no eran bienvenidos. Eran personas non gratas para Israel, no eran huéspedes ni bien recibidos... La pregunta que flotaba en el ambiente era: ¿Por qué no hay nada que haga algo? ¿Es que siempre debemos estar así? ¿Habrá algún valiente que nos defienda...? ¿Alguien que cambie esto? Sì. Es Dios. Y Dios entra en escena. El problema es que entra en escena con un hombre que está más decepcionado que la misma decepción. Está escondiendo su grano. En una cueva. Tenía más miedo de lo que se tarda en analizar qué es el miedo.
Nosotros también tenemos miedo. A la soledad. Al divorcio. A la muerte. Al desalojo. A que no nos alcance el sueldo. Miedo al miedo. Satanàs hace con nosotros lo que los madianitas hacían con Israel. Nos roba la esperanza. el gozo. destruye nuestras ilusiones y se apodera de nuestra paz. Nos endeuda y luego nos mete miedo con que no podremos pagar. Nos enferma y afecta nuestra fe. Empaña nuestra visión y entorpece el cerebro. No nos deja pensar. Hay algo que él no quiere que usted sepa: Que hay Alguien que sí puede cambiar las burlas por paz...
Y Gedeòn se siente rabioso por las burlas de los madianitas. Se siente enojado e impotente. Como usted y como yo que muchas veces enfrentamos gigantes que nos hacen ver pequeños, como la crisis financiera, la depresión, la ansiedad y la culpa.
Así que el ángel le habla a Gedeòn. Escuche sus palabras: "Y el ángel del Señor se le apareció, y le dijo: El Señor está contigo, valiente guerrero". Jueces 6:12. ¿Valiente? ¿Guerrero? ¿De donde saca el ángel esa idea si lo que se ve es a un agricultor inculto y miedoso escondiendo su trigo? ¿Se estará burlando de Gedeòn? ¿Estará siguiendo la tónica de los madianitas y se está riendo de él? No. No es así...
Porque Dios ve lo que nosotros no vemos. Nosotros vemos en el espejo a un cobarde y temeroso. Dios ve un valiente que está pasando una crisis. Por eso también dice: "El Señor está contigo..." Si Dios con nosotros, ¿quien contra nosotros? Este escrito es para aquellos que están cansados de las burlas de Satanas. De los que ya no quieren seguir escondiendo su fe, sus sueños y sus esperanzas. Para aquellas mujeres que ya están cansadas de estar escondiendo sus virtudes y su libertad de ser mujeres, de ser hijas e hijos de Dios... Adelante, valientes guerreros. Adelante valientes guerreras...El Señor está con ustedes...
Comentarios
Publicar un comentario