LAS CRISIS...
Si no veo y meto mi mano en los agujeros de los clavos en sus manos, si no meto mi mano en su costado, yo no creeré que Jesús está vivo... Más o menos esas fueron las palabras de Tomás, el apóstol que no estaba cuando Jesús se aparece a alguno de ellos... Le habían contado que Jesús había resucitado. Era algo que rompía su monotonía de fe. Es cierto, Tomás había visto milagros. Había participado en muchos de ellos... pero eso a que un muerto bien muerto como Jesús que anda por allí vivito como si nada... hay mucha diferencia. Tomás está en crisis. Está confundido. Y su confusión lo hace ser pragmático. Directo. Malcriado a veces, pero franco. Frontal pues... Las crisis de fe son necesarias para nuestro crecimiento. Son el martillo que nos moldea en el yunque donde se forma la fe. Las crisis son dolorosas, nos dejan sin familia, sin amigos y sin nadie más que nos comprenda y nos ayude. ¿Qué podían decirle los otros compañeros? ¿Qué palabras pueden ayudar a ...