ZAQUEO
Buscar a Jesús tiene sus riesgos.
No lo digo para que se decepcione de buscarlo o de tratar de conocerlo. No, no malinterprete mis palabras. Pero lo digo con franqueza: Querer conocer a Jesús tiene sus bemoles.
La mayoría de gente lo busca para lograr algún milagro. Otros una sanidad. Otros para que les cancele las tarjetas de crédito para seguir gastando... otros para que les consiga pareja. Eso es todo, Jesús, no necesito más. Dame lo que te pido y good bye... He oído tanto de Ti que quiero conocerte, tenerte en mi casa por un tiempo... quizá si te invito a comer un día de estos podremos platicar un rato y me anotas en tu lista de contactos para cuando yo muera podré buscarte en algún lugar del cielo que ofreces... eso es todo. Eso es todo lo que quiero... Por lo demás, después de charlar un rato contigo y tus ángeles, quiero seguir con mi estilo de vida. No quiero que te sientas comprometido a quedarte todo el tiempo conmigo, solo déjame saber más de Ti y nos vemos. Porque, Tú sabes, yo tengo mi propia agenda. Tengo amigos con quienes compartir, estoy ocupado por los próximos seis meses en asuntos sociales y reuniones financieras que no tendré tiempo de unirme a tus discípulos... Mi agenda está programada para ir a la Iglesia dos domingos al mes y eso que solo a decir "amén" al final porque mi tiempo, Tú, sabes, vale oro. Porque el oro es muy importante para mi. Estudié dos maestrías para conocer los trucos para hacer bastante dinero y a eso me dedico, sin embargo hoy, aunque sea que me tenga que subir a un sicómoro trataré de verte aunque sea de lejos porque tengo curiosidad de Ti. Me han hablado tanto de tu personalidad atrayente que tengo curiosidad. Solo eso, curiosidad. Nada más. Trataré de verte de lejos aunque sea... Claro, me gustaría traerte a mi casa para que me bendigas y te tomes una limonada con hielo para refrescarte del calor pero si no se puede ni modo, será en otra oportunidad. Además, como te expliqué antes, en mi agenda de hoy tengo unos minutos libres, así que los invertiré en ver si puedo estrechar tu Mano...
Jesús leyó todos estos pensamientos del recaudador de impuestos Zaqueo. Así como leyó los pensamientos de Simón cuando criticó a la mujer que lo ungió con su perfume. Así como lee los suyos y los míos...
Usted conoce el resto... Zaqueo no contó con la Sabiduría de Dios inspirada en Jesús. Zaqueo no sabía que su agenda no era nada comparada con la Agenda del Señor. La Agenda de Jesús desarmó por completo la agenda de Zaqueo. Rectifico: no solo desarmó su agenda sino también sus negocios, sus maestrías para saber cómo hacer dinero fácil, sus argumentos, su religión, sus compromisos... su vida. Zaqueo deseaba como usted y como yo ver a Jesús "de lejos", pero Jesús quería ver a Zaqueo "de cerca". Y fue a su casa. Y allí estuvo el asunto. Ni Zaqueo, ni su casa, ni sus negocios, ni sus amistades volvieron a ser lo mismo... Jesús cambió todo... Y todo es todo...
¿Esperaba usted que Jesús "desarmara" su agenda? ¿Esperaba usted tener con Jesús una simple plática y luego... good bye? Si usted está como yo, totalmente enamorado, apasionado, entregado, ilusionado y viviendo solo para Jesús, nos pasó lo mismo que a Zaqueo: Fuimos sorprendidos por la Agenda Divina... y ¡Gracias al Señor! porque, como nuestro personaje, ya no volvimos a ser los mismos. ¡Ah! y lo mejor de todo... estamos seguros de estar en la lista de contactos de Jesús. Nos conoce por nuestros verdaderos nombres y apellidos.
Claro... tuvimos que bajarnos de nuestro propio sicómoro... ¿verdad?
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