REVELACION
Imaginemos esto: El señor que barre las aceras de su colonia. Recoge la basura acumulada en sus calles. Va haciendo su trabajo silbando alegre, disfrutando lo que hace no porque sea bonito sino porque le permite colaborar con la limpieza de su colonia... Su ropa es andrajosa. Utiliza un uniforme desteñido por el tiempo, una gorra que trata de cubrirle la cabeza para no sufrir insolación, un pañuelo protector en su cuello para no sufrir de quemaduras del sol, la piel de su rostro curtida por los rayos solares, zapatos rotos y se nota que sus calcetines han sido usados por mucho tiempo... Las uñas de sus manos se notan llenas de tierra por el constante contacto con la misma. Sus manos callosas de tanto arrastrar su escoba y sus dedos endurecidos por la constancia de halar su carreta en donde echa la basura que va recogiendo a cada pasaje... ¿Qué opina de un hombre así? Creo que nadie ha pensado en regalarle un vaso de agua. Nadie piensa en suavizarle un poco la sed. Es más, es uno ...