CUANDO TE ATACAN...
Yo fui nadador. Nada de importancia. Nunca participé en competencias olímpicas Solo fueron pininos de juventud en mis tiempos pasados. Cosas de "patojos" como decimos en Guatemala... Cuando en las noches de competencia la piscina olímpica se llenaba de amigos, padres y nadadores deseosos de ganar medallas, de lucir su foto en los periódicos deportivos de la ciudad, nosotros, los candidatos a batir rècords nacionales nos metíamos al agua intentando romper nuestras propias marcas, todos nos alentaban, nos daban gritos de ànimo y nos ayudaban a llegar al otro lado... Esos gritos nos ayudaban a nadar con todas nuestras fuerzas y soportar el agotamiento y el cansancio. Eran personas desconocidas, gente que nunca habíamos visto pero que estaban allí, dando ànimo y voces de apoyo... ¿Pero què tal si en los momentos difíciles de mi búsqueda de meta hubiera escuchado palabras acusadoras y no alentad...