EL SEÑOR Y "SU" CASA...
"...Y si yo soy señor..." (Mal. 1:6) Somos el Templo y morada del Señor. Él dijo que ya no habitaría en templos hechos de manos. Desde esa declaración Él buscó templos humanos para poner allí Su Presencia. "Yo toco", dijo, "y el que me abre". Es claro entonces que el Señor nos ha buscado a nosotros, sus ovejas, para morar dentro de nuestros cuerpos. En todas sus habitaciones, claro. No solo en el corazón como muchos creen. Y todas las habitaciones de mi cuerpo son suyas: Mi mente, mi cuerpo y mi alma. ¿Estamos de acuerdo? Le contaré un secreto. Es un secreto a voces... Cuando mi esposa y yo buscamos una casa para vivir y la hemos encontrado, ella inmediatamente que la ve, aunque aún esté vacía, hace planes para colocar los muebles a su gusto. Allí pondremos el chinero, por allá un sofá, en aquella esquina pondremos la silla mecedora. En ésta esquina irá el comedor y en el patio trasero vivirá el perro... En esta pared quiero el cuadro que me regalaron...