EL ARCA...
Harán también un arca de madera de acacia; su longitud será de dos codos y medio, su anchura de un codo y medio, y su altura de un codo y medio. Y la revestirás de oro puro; por dentro y por fuera la revestirás, y harás una moldura de oro alrededor de ella. (Éxodo 25:10-11)
El Arca de Dios. Una cajita de noventa centímetros por lado. Pequeña. A simple vista, algo insignificante, según los filisteos. Cometieron el error de ver qué había adentro y les llegó la muerte. Era prohibido verla por dentro. Es más, el solo hecho de tocarla con manos impuras provocaba la muerte. Pregúntele a Uza. Quiso protegerla y murió carbonizado...
Pero cuando había guerra contra Israel y la cajita iba delante del ejército, les daba la victoria. Una vez la utilizaron los sacerdotes para pararse en medio del río Jordán y éste se partió en dos. El arca tiene sus misterios. Hasta Indiana Jones ha tratado de buscarla en algunas cuevas y se ha metido en problemas. Hollywood lo sabe bien.
Bueno... ¿y por qué era tan codiciable? ¿Qué tenía adentro la famosa Arca del Pacto? Primero veamos cómo era: Oro puro. Altos quilates. Por dentro y por fuera. Era una caja de madera de acacia. De por sí, esa madera era preciosa. No existía en muchos lugares y cuando el Señor le dice a Moisés que la fabrique, éste estaba nada más y nada menos que en el desierto. ¿De donde iba a sacar madera de acacia en medio del desierto? ¿Quién sería el valiente que fue a la Tierra Prometida y de contrabando sacar la madera para hacerla? No se nos da el nombre. Pero alguien tuvo que hacerlo. Siempre hay gente dispuesta a hacer cosas grandes para el Señor. No esperan diplomas ni aplausos. No esperan que se mencione su nombre. Y el Señor ha pedido madera de árbol de acacia y hay que conseguirla cueste lo que cueste...
Y luego el carpintero. ¿Quién sería? Porque estoy seguro que Moisés no lo era. Él era el líder, no el artesano de la madera. Así que aquí tenemos a otra persona anodina pero útil... Se nos dice el nombre pero no el apellido. ¿Va tomando nota?
Y luego el fundidor del oro. El que hizo las láminas de oro tuvo que ser alguien que conocía como moldear ese metal precioso... Así son las cosas en el Reino de Dios. Hay gente para todo... hasta para traicionar. Pregúntele a Judas iscariote.
Bueno. El Arca ya está lista. Ahora hay que poner algo allí dentro... Y El Señor le dice a Moisés que ponga algo para que Israel recuerde:
La vara de Aarón que reverdeció. El Poder.
Las tablas de la Ley. Su Palabra. Sus órdenes.
Un efa de maná. Un efa era la décima parte de un gomer... El diezmo.
Todo eso tenía que permanecer dentro del Arca para eterna memoria. No para un episodio. No para un tiempo. No para el Antiguo Pacto. No. Para las generaciones. Y nosotros somos esas generaciones...
Bien... ¿Y por qué de madera? ¡Ah! La madera estaba enmedio. Era lo que sostenía el oro...
La madera somos usted y yo. Bueno, en realidad somos los que hemos conocido a Jesús. Él nos convierte en el Arca andante. ¿Como así? Fácil. Jesús dijo que Él no habitaría en templos hechos de manos. Dijo que nosotros seríamos Su Templo. Que dentro de nuestra madera Él entraría junto con el Padre y el Espíritu Santo y que harían su Morada en nosotros...
Eso indica que a donde vayamos... transportamos la Presencia de Dios. Llevamos Su Poder. Llevamos sus mandamientos. Somos portadores de Su Imagen dijo Juan...
Pero... ¿Será cierto? Si eso es así, tenemos que tener mucho cuidado a donde llevamos la Presencia de Dios, ¿no cree? Si somos la madera forrada de oro por dentro y por fuera... debemos pensar muy bien a donde estamos conduciendo la Shekiná de Dios.
Porque no creo que al Señor le agrade que lo llevemos a un estadio lleno de maldicientes. O a un bar lleno de borrachos. O a un prostíbulo saturado de lujuria. O a una casa donde se hablan palabras blasfemas. O a un hogar donde se gritan con la esposa y los hijos... O a un cine donde se ven películas pornográficas... O a un concierto de los Tigres del Sur lleno de minifaldas, homosexuales, travestis y toda una gama de gente malhablada... ¿O cree que eso no afecta el Arca de la Alianza...?
Con razón Uza murió, ¿verdad? No tuvo en cuenta que el Arca es algo Santo, Santo, Santo...
El Arca de Dios. Una cajita de noventa centímetros por lado. Pequeña. A simple vista, algo insignificante, según los filisteos. Cometieron el error de ver qué había adentro y les llegó la muerte. Era prohibido verla por dentro. Es más, el solo hecho de tocarla con manos impuras provocaba la muerte. Pregúntele a Uza. Quiso protegerla y murió carbonizado...
Pero cuando había guerra contra Israel y la cajita iba delante del ejército, les daba la victoria. Una vez la utilizaron los sacerdotes para pararse en medio del río Jordán y éste se partió en dos. El arca tiene sus misterios. Hasta Indiana Jones ha tratado de buscarla en algunas cuevas y se ha metido en problemas. Hollywood lo sabe bien.
Bueno... ¿y por qué era tan codiciable? ¿Qué tenía adentro la famosa Arca del Pacto? Primero veamos cómo era: Oro puro. Altos quilates. Por dentro y por fuera. Era una caja de madera de acacia. De por sí, esa madera era preciosa. No existía en muchos lugares y cuando el Señor le dice a Moisés que la fabrique, éste estaba nada más y nada menos que en el desierto. ¿De donde iba a sacar madera de acacia en medio del desierto? ¿Quién sería el valiente que fue a la Tierra Prometida y de contrabando sacar la madera para hacerla? No se nos da el nombre. Pero alguien tuvo que hacerlo. Siempre hay gente dispuesta a hacer cosas grandes para el Señor. No esperan diplomas ni aplausos. No esperan que se mencione su nombre. Y el Señor ha pedido madera de árbol de acacia y hay que conseguirla cueste lo que cueste...
Y luego el carpintero. ¿Quién sería? Porque estoy seguro que Moisés no lo era. Él era el líder, no el artesano de la madera. Así que aquí tenemos a otra persona anodina pero útil... Se nos dice el nombre pero no el apellido. ¿Va tomando nota?
Y luego el fundidor del oro. El que hizo las láminas de oro tuvo que ser alguien que conocía como moldear ese metal precioso... Así son las cosas en el Reino de Dios. Hay gente para todo... hasta para traicionar. Pregúntele a Judas iscariote.
Bueno. El Arca ya está lista. Ahora hay que poner algo allí dentro... Y El Señor le dice a Moisés que ponga algo para que Israel recuerde:
La vara de Aarón que reverdeció. El Poder.
Las tablas de la Ley. Su Palabra. Sus órdenes.
Un efa de maná. Un efa era la décima parte de un gomer... El diezmo.
Todo eso tenía que permanecer dentro del Arca para eterna memoria. No para un episodio. No para un tiempo. No para el Antiguo Pacto. No. Para las generaciones. Y nosotros somos esas generaciones...
Bien... ¿Y por qué de madera? ¡Ah! La madera estaba enmedio. Era lo que sostenía el oro...
La madera somos usted y yo. Bueno, en realidad somos los que hemos conocido a Jesús. Él nos convierte en el Arca andante. ¿Como así? Fácil. Jesús dijo que Él no habitaría en templos hechos de manos. Dijo que nosotros seríamos Su Templo. Que dentro de nuestra madera Él entraría junto con el Padre y el Espíritu Santo y que harían su Morada en nosotros...
Eso indica que a donde vayamos... transportamos la Presencia de Dios. Llevamos Su Poder. Llevamos sus mandamientos. Somos portadores de Su Imagen dijo Juan...
Pero... ¿Será cierto? Si eso es así, tenemos que tener mucho cuidado a donde llevamos la Presencia de Dios, ¿no cree? Si somos la madera forrada de oro por dentro y por fuera... debemos pensar muy bien a donde estamos conduciendo la Shekiná de Dios.
Porque no creo que al Señor le agrade que lo llevemos a un estadio lleno de maldicientes. O a un bar lleno de borrachos. O a un prostíbulo saturado de lujuria. O a una casa donde se hablan palabras blasfemas. O a un hogar donde se gritan con la esposa y los hijos... O a un cine donde se ven películas pornográficas... O a un concierto de los Tigres del Sur lleno de minifaldas, homosexuales, travestis y toda una gama de gente malhablada... ¿O cree que eso no afecta el Arca de la Alianza...?
Con razón Uza murió, ¿verdad? No tuvo en cuenta que el Arca es algo Santo, Santo, Santo...
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