LA COBERTURA

"...envíame a Judá..." Nehemías 2:5

Una buena lección para aquellos que se autonombran líderes de un rebaño ajeno. Buena lección para los "llaneros solitarios". Para los que creen que con solo leer la Biblia ya están listos para las trincheras. O para las ligas mayores, como diría Lucado...

Nehemías está triste. Su ciudad, Jerusalem, está en ruinas. Su amada ciudad ha caído en el abandono y eso le parte el corazón. Lo primero que hace no es empacar sus cosas, ni sacar un pasaporte ni buscar patrocinadores para que le paguen el pasaje a Jerusalem... No. Hizo algo que muchos de nosotros no hacemos.
Oró al Señor.
Se humilló ante su Dios y le expuso su dolor. Le expuso su necesidad. Le contó lo que sucedía en la Ciudad de David (como si Dios no lo supiera, ¿verdad?) Y le pidió ayuda. Pero veamos lo primero que hizo: orar. No accionar...
Segundo, cuando sintió que era el momento, pidió cobertura a su jefe. O a su pastor en nuestro caso. Le pidió que "lo enviara". ¿Qué tenía que ver un rey pagano con asuntos del Reino de Dios?  El rey de Persia ni siquiera sabe quién es Jehová... ¿para qué pedirle permiso para salir de sus contornos? Además él es un hijo del Diablo y yo soy un hijo de Dios...

Nehemias no pensó así. Pensó como deben pensar los sabios. Los entendidos. Los que saben quién manda en el momento crucial de sus vidas. Aunque sea un pagano. Quién paga manda... Y Nehemías lo sabe  bien. Trabaja para el rey y le debe obediencia y sujeción...

¿Quiere que Dios le prospere en todo lo que haga? ¡Pida cobertura! Ya sé... por allí no faltará el famoso teólogo que me dirá que su cobertura es Jesús. Ya me conozco el viejo cuento que algunos me dicen que para qué humillarse ante un hombre si se humillan ante Jesús... Pero ignoran un principio: Todo está bajo autoridad. Todo. Hasta el pastor más feíto del país es una autoridad y debe tener autoridad sobre él... Aunque sea más feíto todavía.

Lo asosmbroso de todo este asunto es que Dios usó a un rey pagano para bendecir a su hombre. Usted conoce la historia: le dió cartas, o sea credenciales. Le dio escoltas para el camino. Le dio salvoconducto para conseguir madera. Le dio... le dio...

¿Qué tal si Nehemías hubiera hecho lo contrario?  Se hubiera ido, de eso no hay duda. Pero se hubiera ido vacío. Sin bendición. Sin ser prosperado ni protegido, ni bendecido...

Ok, mi querida esposita, como dicen en este lindo país: ¿Pide usted permiso a su esposo para ir a visitar a su mamita? ¡Pero pastor, ella vive a la vuelta de la esquina...! No importa. ¿Aunque sea aquí cerquita? Aunque sea allí cerquita me querida hermanita. ¿Sabe por qué? Porque si su hijo se le va sin permiso "allí cerquita" y hay una balacera... ¿Qué hará usted para entregar cuentas a su esposito...?

O, ¿qué me dice usted, querido hermanito abogado, licenciado, doctor, teólogo, pastor...? ¿Le avisa usted a su pastor que va a salir de sus contornos? ¿Le cuenta usted a su pastor sus planes de salir de viaje?

O, lo más duro para muchos... ¿Cuenta usted con su esposa antes de ir al centro comercial a hacer un "su mandado"? Como decimos en Guatemala... ¡Puchis! ¿Para todo tengo que avisar?

Para todo, mi amado. Para todo... si es que quiere que le vaya bien, por supuesto.
Aprendamos de Nehemías...Él nos ha dado una buena lección, ¿no es cierto? Dios premió la obediencia y la humildad de su siervo desde el primer momento que se decidió honrar la autoridad que tenía sobre él... aunque fuera un ignorante adorarador de ídolos... Dios premia la humildad, queridos, la premia...

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA NIÑERA Y SUS "BUENAS" INTENCIONES... (Parte 1)

DESATADLO Y DEJADLO IR. (Jn. 11:44)

PASAS Y MANZANAS