EL PRECIO DE SOÑAR... (Gén. 37:5)
Dicen que soñar no cuesta nada. Pero eso no es cierto. Si usted no tiene sueños no tiene ilusiones y, por lo tanto, no tiene futuro. Los sueños que tenemos son los trampolines que Dios usa para elevarnos, para catapultarnos hacia un horizonte de grandeza, de triunfos y de éxitos. Todos tenemos esa clase de sueños. Soñamos con llegar a ser grandes en alguna área. Grandes como Ghandi. Como la Madre Teresa, como Pablo de Tarso, como Luther King o Mandela. Ellos fueron grandes soñadores que lograron metas. Impactaron su sociedad y su tiempo. Estuvieron ante reyes y gobernantes poderosos. Influenciaron multitudes y se ganaron el respeto de las muchedumbres. Todos ellos, los que menciono y muchos más, tuvieron un ingrediente en común: No claudicaron. Fueron mesmerizados por Alguien más grande que ellos. A pesar de las amenazas, naufragios y asesinatos, no claudicaron. Y no lo hicieron porque fueron soñadores de sueños cel...