LA FALSEDAD...
La confesión del ciclista Lance Armstrong es un shock para nuestro sistema de valores. El siete veces campeón del prestigioso "Tour de France", y uno de los atletas más admirados de su era, ha estado todo el tiempo utilizando drogas ilegales para mejorar el rendimiento en el más sofisticado plan de doping en la historia del deporte, y al mismo tiempo, ha estado proclamando indignadamente su honestidad e integridad. ¿Cómo puede un ser humano hacer tal cosa? No es tanto el doping – que ya es algo suficientemente malo – lo que nos hirió; fueron las constantes, apasionadas declaraciones de agravada inocencia que nos traicionaron y nos hicieron quedar como tontos. Fue una forma de violencia moral cometida en contra millones de personas que confiaron en él. Aunque él no nos atacó con armas y balas, fue no obstante traumático, porque éste fue un asalto espiritual a nuestra habilidad de confiar en otros seres humanos. Él le dio un nuevo significado al concepto de hipocresía, y ...