LOS VALORES...

¿Los perros tienen valores? La respuesta es obvia. No. No los tienen. Hacen pipí donde les agarra la gana. Hacen sus necesidades a plena vista de la gente. Los hay que buscan la grama de las banquetas, pero también los hay quienes lo hacen en plena acera. No les importa nada si alguien se embarra. Allá ellos. Por qué no se fijan por donde ponen los pies...
Ladran de noche sin saber que están desvelando a los vecinos de sus dueños. No tiene valores...

Porque no tienen un propósito para su vida. Son animales con cuerpo y con alma. Pero no con espíritu... Proverbios declara: "El sabio sabe que su animal tiene alma".

Y allí es donde cambia la cosa.

Porque todo aquel que ha conocido a Jesucristo y lo ha declarado como su Señor ha pasado de tener solo alma y ahora tiene vivificado el espíritu. Ahora se despierta una conciencia de que tiene que buscar el propósito para su vida. Tiene que hacerse un par de preguntas para buscar el motivo del por qué esta vivo. Antes no. Vivía por instinto. Ahora vive como hijo de Dios. Y como tal, tiene que tener un propósito...  ¿Para qué nací? ¿Para qué estoy aqui? ¿A quien le soy útil? Y eso le da valor... Ahora vale algo.

Eso son los valores. Ya no puede hacer lo que hacía antes. Como los perros. Ahora tiene que sentir respeto por la gente. Respeto por su esposa, por sus hijos, sus vecinos y sus autoridades.

Ahora que tiene valor, cobra vida y eso le da el privilegio de vivir con valores. Ya no roba. No miente ni mira pornografía. Ya no insulta a su suegra ni cuenta chistes vulgares sobre ella. Ahora ama. ¡Ah! y ahora es agradecido...

Antes, cuando recibía algo, se daba por bien servido. Se creía merecedor de lo que le daban. Ahora sus valores le exigen dar "gracias". Eso dice Pablo. "Sed agradecidos". Digan "gracias papá por lo que te esfuerzas por mi". "Gracias, amada por lo que me atiendes". "Gracias esposo, por lo que te esfuerzas cada día para ser mejor esposo y padre..." Valores. Lo que nos separa de los perros. Creo que usted nunca a escuchado a un perro decirle a su perra: "Gracias por los cachorros que diste a luz". No. Esto es prerrogativa propia de nosotros. De nosotros los que hemos nacido de nuevo. Los que conocemos al Dador de la vida y al dador del valor que ahora tenemos: A Jesucristo.

¿Vive usted con valores?

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