EL PADRE
Es asombroso ver cuántos hombres y mujeres se sientan cada día o cada domingo en las sillas de las iglesias buscando como llenar sus vacíos emocionales y espirituales a través de una buena relación con el Padre. Y lo irónico del caso es que aunque lo tienen cerca ni lo sienten ni lo creen ni lo aceptan... A eso vino Jesus. A presentarnos al Padre... ¿Por qué al Padre y no a Èl mismo? Porque sabe que la mayoría de nosotros somos huérfanos. Si no huérfanos en el sentido estricto de la palabra, sí huérfanos de besos, amor, ternura, cariño y calor paterno. Es cierto, muchos tuvieron un buen padre. Pero no perfecto. Aunque como hijos, tenemos el deber de declarar que fueron "buenos", pero hay algo en el corazón que no fue satisfecho por ellos... Y ahí es donde entra la invitación de Jesus: "Nadie llega al Padre si no es por mi..." Muy bien dicho Jesus. Pero... ¿Por qué crees que queremos llegar al Padre? ¿No serà que Jesus sabe algo que nosotros no sabemos y por eso...