HOMBRES

Esto va a doler. Si usted dice que es hombre y sigue leyendo lo hará por su cuenta y riesgo...

Ser hombre no es vestir un pantalón como tal. Tampoco es usar una loción que huela a hombre. Ni tener una voz ronca y pelos en el pecho. Mucho menos subyugar a una mujer y tenerla como empleada doméstica y llenarla de hijos...

Totalmente equivocado.

Los hombres no se forman en la calle. Tampoco en los gimnasios en donde hinchan sus músculos y pierden grasa. No se forman en la universidad ni en la esquina con sus amigotes de sábado por la tarde. Mucho menos en el estadio con las caras pintadas lanzándole insultos al jugador que no satisfizo sus demandas de gol...

Totalmente equivocado.

Tampoco se forman en las oficinas del gobierno en donde pasan más tiempo que en sus hogares. Mucho menos se forman en las mesas de las cafeterías en donde se reúnen con sus compañeros a ver con lujuria a las mujeres que pasan frente a ellos. Mucho menos se forman los hombres presumiendo de tener sexo con todas las muchachas del trabajo.

Totalmente equivocado.

Los hombres se forman a los pies de un Verdadero Hombre. Y ese es Jesus. Y a Jesus se le encuentra en donde Èl se mueve. Y no es en las cafeterías viendo mujeres, ni en los estadios elevando el ego, ni en los gimnasios desarrollando músculos y hedonismo.. Se encuentra en la Biblia.

Y la Biblia se predica en las iglesias... Ahí está el problema. Hoy la iglesia no está predicando la Biblia. Predica cualquier libro menos la "columna y baluarte de la Verdad". Lo lamento, queridos pastores y amigos, pero si usted asiste a una iglesia en donde no le enseñen la Verdad como debe ser, usted no ha desarrollado su hombría como Jesus espera. La misma pregunta de hace miles de años a través del profeta se hace hoy mismo: "Busqué un hombre y no lo hallé". Qué pena. Qué vergüenza. Dios buscando hombres y no los encuentra... Entonces, ¿qué son lo que aparentemente hay en las sillas de las iglesias? ¿Le doy mi opinión? Son varones.

Y claro, la culpa no la tienen los varones. La culpa la tenemos los pastores que no estamos formando hombres en el sentido estricto de la palabra. Las iglesias están llenas de varones que juguetean con el pecado, que se divierten hablando basura, que se visten como muchachos sin visión, que cuentan chistes sobre todo pero que no conocen en lo más mínimo como tratar a una dama. Se relacionan con mujeres pero no con damas. Porque no han sido enseñados a ser caballeros. Las iglesias están llenas de varones que presumen quién tiene el carro más deportivo de todos, quien lo tiene con los accesorios más vistosos y el escape más ruidoso. Son los que no saben manejar ni un simple vehículo mucho menos sus pasiones internas. Y todo porque no han sido enseñados que necesitan un padre espiritual que los guíe, que los enseñe y los discipule. Es cierto, van a la iglesia pero para callarle la boca a la esposa o los hijos. Lo hacen para no sentirse pecadores. Para fingir que están dentro de la iglesia pero fuera del evangelio... Porque el Evangelio de Jesucristo es para transformar varones en hombres. Y cuando ya está transformado, ir a su casa y transformar a sus hijos y su esposa...

Pregùntele al ex-endemoniado de Gadara. Pregùntele a donde lo envió Jesus después de haberlo liberado de los demonios que lo atormentaban...


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