NOMBRES
Muchos padres, por simpatía o por seguir una tradición religiosa, pusieron nombres a sus hijos que años después algunos de ellos tuvieron que seguir juicios de identidad para cambiarlos legalmente. Y es que los nombres son típicos. Nos identifican ante los demás y nos dan una identidad...
¿Quien soy? Es la pregunta que flota en la mente de un niño cuando empieza a saber que existe. Y la respuesta que nos den nos servirá para nuestro caminar en la vida.
Otra pregunta que nos hacemos cuando niños es: "¿De donde vengo?" Y los padres no saben como responder. Por lo menos los chapados a la antigua que aún tienen tabúes al respecto. Vienes del cielo dicen unos. Vienes con la cigüeña dicen otros. Vienes de Marte se atreven algunos con una sonrisa en los labios... Cuando somos adultos y conocemos la verdad nos decepcionamos por la mentira que nos dijeron cuando éramos pequeños. Pero la mayoría de las veces el daño ya queda hecho. Hemos sufrido de burlas en la escuela, humillaciones y sobrenombres que nos hicieron sentir mal...
Hoy la sociedad ha estigmatizado tremendamente al ser humano. Nos ponen los nombres que identifican una figura, un tatuaje, una profesión o un estado emocional... Como pastor, muchas personas me nombran hipócrita. Adúltero. Mañoso. Aprovechado. Porque lamentablemente mi profesión ha sido abusada por algunos y ese abuso ha causado que nos estigmaticen de esa manera.
Y, ¿qué decir de una mujer divorciada? ¡Ah! ¿se divorció? Entonces es una mujer fácil. Es una mujer que anda necesitando un hombre. Es una mujer mal vista. Seguramente se divorció porque traicionó al esposo. O es una inútil que no supo mantener un hombre a su lado. Si se ríe mucho: Es que es divorciada. Si no se ríe: es que se divorció...Nombres. Fracasada. Inútil. Mala mujer. La mujer esa. Nombres que humillan. Que señalan. Que nos hacen sentir mal. Que matan. Que nos hacen sentir observados hasta en los detalles más pequeños. Caminamos en el filo de la navaja todo tiempo.
¿Como le han llamado a usted? Si no tuvo el privilegio de estudiar más allá de noveno grado... ¿como le llaman? Si no logró sacar su tesis y no alcanzó a tener un diploma... ¿cómo lo nombran los profesionales? Si llegó a los cuarenta y no logro matrimonio... ¿cual es su nombre social? Porque aunque tiene un nombre en sus documentos no serà conocido por él sino por su estado civil. Sea hombre o mujer. El quedado. ¿No serà homosexual entonces? El sospechoso. Y así muchos nombres más...
Todo eso lo sufrió Jesus. Todos sabemos su historia. Su nacimiento. Sus padres. José que no lo era pero lo adoptó. Sus hermanos. Sus estigmas. Las humillaciones que sufrió solo por el Nombre que confesaba. "El Hijo del Hombre". Ese Nombre bastó para que toda la sociedad corrupta e ignorante de su tiempo se burlara de Èl. Fue motivo de risas solo por decir su Nombre. Se atrevieron a pedirle que hiciera cosas para ellos por el Nombre. Hasta el Diablo se tomó la libertad de humillarlo. "Si es cierto que eres Hijo de Dios..." En la Cruz: "Si eres Hijo de Dios bájate y bájanos a nosotros..." El colmo del abuso humano...
Pero antes, en el pretorio hubo alguien que con sorna también le preguntó algo que hirió lo más profundo de su alma... Pilato nunca supo o quizá sí, el dolor inmenso que infligió en Jesus cuando le preguntó por su condición de Rey... No bastó con que le acusaran falsamente. No bastó que mintieran con respecto a Èl. No bastaron las burlas, la humillación, la vergüenza, la desnudez, los golpes y la escupida... Solo faltó algo más duro... La pregunta final:
¿Eres tú el Rey de los judíos? (Mr. 15:2) "...Porque si es así, Jesus, habemos dos Reyes. Y solo puede haber uno. Y uno de los dos debe morir y no seré yo..." Y lo mataron. Todo por el Nombre...
¿Quien soy? Es la pregunta que flota en la mente de un niño cuando empieza a saber que existe. Y la respuesta que nos den nos servirá para nuestro caminar en la vida.
Otra pregunta que nos hacemos cuando niños es: "¿De donde vengo?" Y los padres no saben como responder. Por lo menos los chapados a la antigua que aún tienen tabúes al respecto. Vienes del cielo dicen unos. Vienes con la cigüeña dicen otros. Vienes de Marte se atreven algunos con una sonrisa en los labios... Cuando somos adultos y conocemos la verdad nos decepcionamos por la mentira que nos dijeron cuando éramos pequeños. Pero la mayoría de las veces el daño ya queda hecho. Hemos sufrido de burlas en la escuela, humillaciones y sobrenombres que nos hicieron sentir mal...
Hoy la sociedad ha estigmatizado tremendamente al ser humano. Nos ponen los nombres que identifican una figura, un tatuaje, una profesión o un estado emocional... Como pastor, muchas personas me nombran hipócrita. Adúltero. Mañoso. Aprovechado. Porque lamentablemente mi profesión ha sido abusada por algunos y ese abuso ha causado que nos estigmaticen de esa manera.
Y, ¿qué decir de una mujer divorciada? ¡Ah! ¿se divorció? Entonces es una mujer fácil. Es una mujer que anda necesitando un hombre. Es una mujer mal vista. Seguramente se divorció porque traicionó al esposo. O es una inútil que no supo mantener un hombre a su lado. Si se ríe mucho: Es que es divorciada. Si no se ríe: es que se divorció...Nombres. Fracasada. Inútil. Mala mujer. La mujer esa. Nombres que humillan. Que señalan. Que nos hacen sentir mal. Que matan. Que nos hacen sentir observados hasta en los detalles más pequeños. Caminamos en el filo de la navaja todo tiempo.
¿Como le han llamado a usted? Si no tuvo el privilegio de estudiar más allá de noveno grado... ¿como le llaman? Si no logró sacar su tesis y no alcanzó a tener un diploma... ¿cómo lo nombran los profesionales? Si llegó a los cuarenta y no logro matrimonio... ¿cual es su nombre social? Porque aunque tiene un nombre en sus documentos no serà conocido por él sino por su estado civil. Sea hombre o mujer. El quedado. ¿No serà homosexual entonces? El sospechoso. Y así muchos nombres más...
Todo eso lo sufrió Jesus. Todos sabemos su historia. Su nacimiento. Sus padres. José que no lo era pero lo adoptó. Sus hermanos. Sus estigmas. Las humillaciones que sufrió solo por el Nombre que confesaba. "El Hijo del Hombre". Ese Nombre bastó para que toda la sociedad corrupta e ignorante de su tiempo se burlara de Èl. Fue motivo de risas solo por decir su Nombre. Se atrevieron a pedirle que hiciera cosas para ellos por el Nombre. Hasta el Diablo se tomó la libertad de humillarlo. "Si es cierto que eres Hijo de Dios..." En la Cruz: "Si eres Hijo de Dios bájate y bájanos a nosotros..." El colmo del abuso humano...
Pero antes, en el pretorio hubo alguien que con sorna también le preguntó algo que hirió lo más profundo de su alma... Pilato nunca supo o quizá sí, el dolor inmenso que infligió en Jesus cuando le preguntó por su condición de Rey... No bastó con que le acusaran falsamente. No bastó que mintieran con respecto a Èl. No bastaron las burlas, la humillación, la vergüenza, la desnudez, los golpes y la escupida... Solo faltó algo más duro... La pregunta final:
¿Eres tú el Rey de los judíos? (Mr. 15:2) "...Porque si es así, Jesus, habemos dos Reyes. Y solo puede haber uno. Y uno de los dos debe morir y no seré yo..." Y lo mataron. Todo por el Nombre...
Comentarios
Publicar un comentario